Las aventuras de Merlin - Después de "El diamante del día"

Albion

- Gaius, perdí una parte de mi... como se supone que siga con mi vida, si mi vida era proteger la suya..

- Deberás estar aquí para alguien que necesitara de ti.

- Lo se.. ustedes, y aquí seguiré. Me refiero a que no tiene mucho sentido..

- No solo nosotros.. por si no lo has notado, y creo que ella tampoco, Guinivere está embarazada- afirmó el viejo mentor. -Yo estuve aquí para Arturo, aunque el no lo recordase ya, cuide de el más noches de las que puedo contar. Cada que enfermaba temíamos por su vida, creíamos que nimue buscaría deshacerse de el por todo lo que hizo Uther. Es tu turno de ayudar. Así como yo te ayude cuando me buscaste. Se que ya no eres aquel muchachito que entro por mi puerta temblando de miedo, ella no puede hacer esto sola y somos la única familia que le queda.

Merlín estaba sorprendido, acintio -Le impondre los valores de Arturo..- parecía que tan solo decir el nombre le causaba dolor.

Gaius se levantó y abrazo a Merlín.

Todo por lo que Merlín había luchado a lo largo de tantos años, cada semilla que sembró parecía dar cosecha y culminar en el joven heredero estaba por nacer.

Respondiendo a la pregunta de dónde estuvo Emrys estos días, el estuvo sentado a la orilla del lago con la esperanza de que Arturo saliera caminando, se quedó a esperarlo. Durmió ahí, me quedé con el y lo cobije bajo mi ala. Yo sabía que no podía morír congelado, por mucho que el lo deseara. Ahora necesitara su fuerza para acompañar al pequeño heredero en su camino a la grandeza.

Su ayuda será necesaria para formar al nuevo y gran rey que une a dos mundos.