III Problemas de ratas.

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Han pasado casi tres semanas y ahora vemos al joven dios en su forma mientras tiraba y movía las cosas a su alrededor, poniendo patas arriba la pequeña forja.

// Dónde, dónde putas dejé las cosas \\ aventando varias cosas y maletas por afuera de la forja.

Normalmente las cosas en el campamento son tranquilas, pero resulta que a alguien de los hijos de Hermes les gusta molestar y meterse a robar en mi forja.

Las armas que creo resultan tener una calidad increíble y muchas son utilizadas por las otras casas en algunos eventos, eso nos lleva a que los hijos más rebeldes de Hermes se metan a la forja a buscar las armas del renacido dios.

// MAS LES VALE ABRIR SUS PITAS PUERTAS ANTES DE QUE DECIDA TIRARLA ABAJO \\ la voz del herrero resonó en todo el campamento llamando la atención de todos.

Al dios le habían robado casi todas las  cosas que Gaia le había dejado, esto puso de mal humor al dios y simplemente fue a buscarlo de forma pacífica.

Pero con el paso de tiempo la puerta se mantuvo cerrada, el temple del dios se habia visto afectado, normalmente el dios es tranquilo, pero resulta que estos "pequeños" robos pasan más seguido de lo que quisiera admitir.

Por lo tanto su actitud y costumbres se han visto... inexistentes, pero ahora era a un nivel personal, esos objetos son diferentes a las armas que el suele forjar.

La nula respuesta de los hijos de Hermes hizo suspirar al dios, que se levantó y fue en dirección a los "rivales" directos de estos, los hijos de Ares.

El simple hecho de estar cerca de la casa de Ares le daba náuseas, el mismo Hefesto había encontrado a su esposa con Ares más veces que dioses en el Olimpo, eso en una semana.

Al llegar a la puerta y tomar un suspiro largo decidió tocar las puertas de la casa de Ares, no tardo mucho en recibir una respuesta de los integrantes de la casa.

Una lanza salió rápidamente en dirección a su cabeza, pero basto con levantar un poco su mano deteniendo su movimiento en acto, haciendo que los hijos de Ares vieran esto con ojos sorprendidos.

// Puedo hablar con su líder bola de salvajes \\ Hefesto tomo la lanza suavemente y la clavo con fuerza en el suelo de la casa.

// Y porque hablaríamos con alguien como tu herrero \\ una joven salió tomando voz por todos los integrantes de la casa.

La joven tenía casi la misma edad del dios, su cabello castaño era inconfundible, los ojos casi verdes mostraban una oleada de indiferencia dirigida al dios.

// Supongo que tú eres la de las pelotas en este lugar, así que, quiero que me hagan un favor \\ con una sonrisa sinica miro a la joven.

// Y puedo preguntar que te hace creer que te vamos a ayudar, además que nos dice que esto no es un truco de los hijos de Athenea \\ la chica pregunto dudando de las intenciones del chico frente a ella.

// Fácil, si lo haces te daré la mejor arma que eh creado, solo a ti, que dices \\ extendiendo la mano, tranquilamente.

La hija de Ares solo golpeó su mano, no quería creer en la intención del dios, sin embargo era una buena razón para molestar a los hijos de Ares, así que simplemente miro al dios.

// Bien idiota, dime qué favor quieres y veremos si podemos cumplirlo \\ respondió la chica de forma indiferente.

// Quiero que traigan una mochila negra con su interior intacto \\ directo y sin preguntar nada más dió sus indicaciones el dios.

La chica asintió y con un ademán con la mano le pidio al dios que se fuera, Hefesto solo entre cerro los ojos, pero finalmente se decidió por volver a su forja, empezando a reparar y arreglar todo.

Las horas pasaban y el sol se ponía al atardecer, el dios solo salió de su forja ignorando a su alrededor y se sentó a ver el atardecer, antes los disfrutaba, pero al estallar la traición de Ares en su mundo, dejo de verlos con tal de sobrevivir.

Mirando sus manos solo suspiro, dos entidades más allá de su conocimiento lo revivieron para matar a Kronos, y aunque tal vez podía hacerlo, sería peligroso hacerlo de forma solitaria.

// Veo que disfrutas el sol, que eres una planta con olor a ollin \\ la voz de la joven a su espalda llamo la atención del dios y lo saco de sus pensamientos.

// No solo pienso en que...voy a forjar mañana, eso es todo \\ respondió algo decaído, antes de sentir un leve golpe en sus piernas.

La mirada de Hefesto bajo al suelo, sus ojos se abrieron con shock al ver su mochila en el suelo, sus manos se extendieron y tomaron la mochila abriendo y revisando su interior.

// Veo que está completa, gracias de verdad \\ miro a la chica con una sonrisa calmada.

// Bien ahora cumple tu parte del trato herrero, y espero que puedas cumplir tu palabra \\ la mirada de la chica era fría y seca mirando al joven frente a el.

El dios suspiro, mientras se acomodaba la mochila en su espalda, y sacaba un cilindro metálico de uno de sus bolsillos.

// Aquí está, ten úsalo bien \\ la voz dios parecía cansada mientras lanzaba el cilindro.

La chica miro el cilindro en el aire, antes de extender su mano y tomarlo con fuerza, la mano que tocó el cilindro se ilumina de un leve color naranja, antes de convertirse en una maza de guerra.

El acero brillaba suavemente mientras la maza formaba tres partes cubiertas de una capa de acero y piel de escorpion, el peso se habia equilibrado con el movimiento de la chica.

La mirada de la chica paso rápidamente por el lugar buscando al herrero, pero no lo vió por esa zona, y moviéndose rápido llegó a la forja del chico pero la vio con la luz apagada, aunque aún se veían leves destellos naranjas

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La mirada de la chica paso rápidamente por el lugar buscando al herrero, pero no lo vió por esa zona, y moviéndose rápido llegó a la forja del chico pero la vio con la luz apagada, aunque aún se veían leves destellos naranjas.

// Que mierda es esto \\ susurro la hija de Ares viendo la maza en sus manos.

La maza simplemente al no ver hostilidad en el alma de su portadora se guardó en el cilindro nuevamente, pero un leve brillo naranja y una niebla verde cambio el cilindro por una pulcera de acero, con la inscripción " la paz se obtiene de la guerra " en griego antiguo.

La furia de diosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora