Una historia de fuego y ambición, donde Roberto, un Alpha ardiente y dominante, y José, un Omega apasionado y sumiso, se entregan a una pasión devoradora que los consume por completo, en un juego de control y sumisión que los lleva al límite del pla...
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Roberto, un hombre seguro de sí mismo y con una presencia dominante, había regresado a su ciudad natal después de años de éxito en los negocios. Su personalidad carismática y su fuerte liderazgo lo habían llevado al topo de la escalera social.
Por otro lado, José, un joven tímido y reservado, había pasado desapercibido en su entorno. Su naturaleza sumisa y su falta de confianza en sí mismo lo habían mantenido en las sombras, observando la vida pasar sin atreverse a participar.
Sin embargo, el destino los volvía a juntar en un momento crucial de sus vidas. Roberto y José se conocían desde la escuela, pero nunca habían interactuado de verdad. Roberto había sido el estrella del fútbol, mientras que José había sido el nerd invisible.
Cuando se vieron en un café del centro, el tiempo pareció detenerse. Roberto no podía creer que el chico tímido de la escuela se hubiera convertido en un joven atractivo, aunque aún seguía siendo igual de reservado. José, por su parte, se sintió abrumado por la presencia de Roberto, que parecía irradiar confianza y autoridad.
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Roberto no podía sacar sus ojos de José. Algo en él lo atraía de manera irresistible. Tal vez era su vulnerabilidad, su inocencia o su belleza oculta. Lo que fuera, Roberto sentía un deseo ardiente de poseerlo.
José, por otro lado, se sentía abrumado por la presencia de Roberto. Su corazón latía a mil por hora, sus manos y labios temblaban. No podía creer que el hombre que había admirado en secreto durante años estuviera ahora frente a él, mirándolo con una intensidad que lo hacía sentir desnudo.
★¿Qué haces aquí?, preguntó Roberto, su voz profunda y seductora.
José se encogió de hombros, intentando parecer indiferente. "Solo tomando un café", respondió, su voz que apenas sonó como un susurro
Roberto se acercó a él, su cuerpo radiando calor y energía. "¿Puedo unirme a ti?", preguntó, su mirada desafiante.
José asintió, su garganta seca. Roberto se sentó a su lado, su pierna tocando la de José. El contacto hizo que José se estremeciera.
★¿Qué te pasa, José?", preguntó Roberto, su voz suave. "Pareces asustado".
José negó con la cabeza, intentando ocultar su miedo. Pero Roberto vio más allá de su fachada. Vio el deseo y la necesidad en sus ojos.
★¿Quieres que te ayude?", preguntó Roberto con su voz llena de promesas.
José asintió, su corazón latiendo a mil por hora. Y en ese momento, Roberto supo que lo tendría.
