Capítulo I: "Odio esta casa"

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Una chica veía el reloj de la pared, se mostraba desesperada, tenia una mochila en mano y veía hacía una de las habitaciones del segundo piso

- ¡Evelyn! - exclamó la chica, bastante molesta.
Evelyn era su hermana, y estaba haciendo que se retrasaran, y no quería decirle el porqué, pues realmente no había notado que llevaban más de quince minutos de retraso — ¡Evelyn, te dije que vamos tarde! ¡¿Que tanto estás haciendo?!

— ¡No encuentro mi labial, el que le presté a Ruth!—Entonces Evelyn, la cual buscaba por toda su habitación, cayó en cuenta de dónde podría estar su labial, y bajó las escaleras corriendo — ¡Ya está, ya sé dónde está, vámonos!.

— Era obvio que si se lo prestaste a Ruth lo tenía Ruth.
— ¿Y ahora qué?.

— Nada, es Que a veces me siento mal por Ruth, con eso de que su padre no está nunca — dijo saliendo de la casa con sue hermana cerrándola detrás suyo — me entiendes ¿cierto?.

— Tus padres tampoco están, genio — dijo viendo su teléfono para pedir un uber — Genial, ahora vamos más de 20 minutos tarde, y repito, los tuyos tampoco están, no entiendo que vuelve su vida más triste.

— ¿No eras tú mi mamá? — soltó una pequeña risa, pero su hermana parecía pensativa — Es broma, me refiero a que, yo te tengo a ti, Mere tiene a sus hermanas, y Ruth no tiene a nadie.

Ambas chicas siguieron caminando en silencio hasta una calle pequeña, a la cual llegó un auto rojo, ambas chicas revisaron las placas y después subieron.

Mientras esa pequeña conversación ocurría, en otra parte (no muy lejana) de la ciudad sus amigas estaban esperando a que llegaran. Después de que subieran comenzaron a recibir mensajes de sus amigas preguntando si irían, de casi todas.

Mientras tanto Mere (Meredith) se encontraba en su habitación buscando su disfraz, estaba demasiado distraída que al momento de voltear hacia la ventana juraría haber visto a alguien, pero solo fueron unos segundos así que decidió no tomarle importancia, igualmente debía preocuparse por encontrar el disfraz, volvió a revisar el armario y de alguna forma estaba ahí, frente a ella, como si hubiera estado ahí todo el tiempo, se maldijo a si misma por ser tan distraída y salió de la habitación, aunque otra vez juraría haber visto a alguien, esta vez por dentro de la habitación, se asustó, sabía lo que era así que bajó las escaleras corriendo hacia la sala, ahí se encontraban por fin las Eve y Fabi.

— ¿Y ustedes por qué tardaron tanto?.
Dijo Ruth, que no se molestó en escuchar explicaciones, pues a los segundos de decir eso tomó a Eve del brazo y la llevó a una de las habitaciones dónde otras dos chicas estaban esperándolas

— ¿Tienes mi labial rojo?.
Las tres chicas voltearon a verla, lo cual incomodó a Eve, que solo le estaba hablando a Ruth, pero Ruth no respondió, se dirigió al tocador y jaló a Eve hacia allá

— Ven, toma — le entregó al causante de su retraso (el labial) y luego comenzó a maquillarse — Dijiste que tú vas a ir con nosotras ¿verdad?... ¿verdad, Eve?.

—No, no quiero ir, voy a hacer lo mismo de siempre, me voy a quedar en casa a ver una película o algo.

— Pero no puedes quedarte — respondió la chica a su derecha, era Lucy, la hermana menor de Mere, también era amiga de Fabi y de Ruth — Vamos a irnos todas, también Fabi, y ella no te va dejar quedarte.

— A demás a ti no te gustaría quedarte aquí, y tú hermana no te va a dejar quedarte sola en tu casa, así que ya ves, ni aunque no te guste el disfraz, tienes que venir con nosotras.
Correspondió Ruth, Eve rodó los ojos, pero decidió ir con ellas

El otro túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora