El otro tú

III: Los recuerdos fantasma

Después de haberse quedado despiertas pasado de las 3 a.m. prácticamente nadie recordaba cuando se quedaron dormidas, bueno, algunas creían haberse desmayado, pero existimos personas que creemos que los sueños no siempre los controla nuestra mente. Las cantidad de pesadillas que hubo en el pueblo esa noche era preocupante, pero claro, todos lo atribuían a las cosas que habían hecho por la fecha que era, en especial los que habían ido a la calle Con.I.Eylan.

Pero no muchos se desmayaron, quiero decir, no por las mismas razones que nuestras protagonistas.

En especial las que habían presenciado acontecimientos extraños entre las 4:00 y 5:40 a.m. del primero de noviembre, y luego estaban las que simplemente dormían, sin importarles si se habían desmayado o si se habían quedado dormidas después de tres refrescos y quien-sabe-cuantos paquetes de Sabritas y salchi-papas, no me mal entiendan, parecía el plan perfecto, pero con todo lo que les pasó, tal vez deberían prestar más atención.

Aún así había algunas que durmieron muy tranquilas... bueno, no tanto...
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*Regina estaba en la sala de estar, por un momento vió a sus amigas, pero al otro se dió cuenta que estaba sola, ¿ella sola en casa de Lucy,Mere y Pau? Eso si era rarísimo, fue cuando entendió qué tal vez y solo tal vez, estaba dormida, pero no podía ser, hacia unos minutos estaba haciendo bromas con Mila e incluso había logrado ver como... alguien... alguien se quedaba dormida... se preguntaba quien seria.

Pero ahora estaba ahí sentada, que importaba, ni siquiera podía pensar bien, solo logró llegar a sospechar estar dormida, y fue como si su mente se apagara, que importa.

Estando sentada ahí escuchó un teléfono sonar, al parecer era su teléfono, no leyó el contacto, pues se acababa de quedar paralizada al notar que, en efecto, el sillón era el de la casa de Lucy, la mesita también, pero no estaba en casa de Lucy, estaba en una habitación extraña,
«¿color guinda?» pensó, pero la cada vez más ausente luz no ayudaba a distinguir, no podía distinguir el color del piso, en realidad no distinguía casi nada.

Tenía que salir de ahí, no podía quedarse, pero no sabía que había afuera, entonces se levantó y comenzó a caminar por la ahora casi esfumada habitación, la oscuridad la consumía, aún así encontró una puerta entreabierta que no sabía a dónde iba pero parecía ser de madrugada, o al menos era cercano a las 5:00 a.m. entonces se decidió a salir, pero entonces sintió un escalofrío al escuchar un llanto. Era una niña, una niña que lloraba desconsoladamente, y era un llanto que hacía que su corazón se quebrara en mil pedazos.

Esa niña estaba haciendo que sintiera un vacío, y una impotencia creciente dentro suyo, había algo, algo que la incitaba a ir por ella, y entonces no le importó salir de ahí, se dirigió a la segunda puerta y la abrió, entonces notó algo extraño, atrás de la puerta sólo había un auto, no, su auto, a pesar de lo extraño en la situación y que el auto estaba abierto en los asientos traseros, aún así, entró, cruzó como pudo hasta el otro extremo y

— ¡Ay por Dios! — Exclamó molesta, la puerta estaba bloqueada — perdóname carrito.
Quitó el seguro con la mano y la puerta no abrió

Entonces tuvo que cruzar hacia la parte frontal, odiaba esto, pero el causante del llanto seguía afuera, y no podía dejar a esa persona ahí, entonces se sentó en el asiento del conductor, trató de abrir la puerta mientras (sin razón aparente) el miedo, la frustración, ira, tristeza e impotencia la consumían, la puerta estaba bloqueada, sintió como si esto ya lo hubiera vivido y a su mente llegaba un extraño pensamiento

« Es peligroso» « Me puede lastimar» se quedó un instante en su lugar (pero aún tratando de abrir) ¿Quien era el que la podía lastimar? Podía sentir como su "conciencia" parecía apartada de ella, como tener dos pensamientos al mismo tiempo.