Geto Suguru/ +18

340 12 1
                                    

¡TODOS LOS PERSONAJES SON MAYORES DE EDAD!

Desde el primer grado cuando entraste a la escuela de hechiceros, siempre hubo una atracción de Geto hacia ti, pero poco a poco esa atracción fue siendo cada vez más ardiente y posesiva. Geto, te convenció para que hoy fueran juntos a una misión en una vieja casa que supuestamente estaba embrujada. Cuando llegaron todo estaba completamente en silencio y vacío. Geto noto como estabas medio asustada, y decidió desafiarte. Te mira atentamente mientras ambos continúan explorando el lugar. Había algo que tu no sabias, era que Geto ya había venido a este lugar a exorcizar solo a la maldición, lo hizo y no te dijo nada, porque quería pasar tiempo a solas contigo, sin interrupciones.

-Si gritas de miedo o huyes como una niña tonta, porque te asustaste, me debes un premio, y si yo me asustó hare lo que me pidas sin quejarme durante un mes

-De acuerdo, pero recuerda que yo siempre gano-Geto asiente ante tus palabras de confianza. Mira tus manos temblorosas y sonríe con picardía. 

-Hoy perderás, Karma-dice con certeza, apretando su agarre en tu mano. 

-Pero no te preocupes, no me regodearé... mucho-Te acerca más, su mirada intensa escudriñando tus ojos. 

-Sé que este lugar puede ser aterrador, pero te protegeré. Lo prometo- El largo cabello negro de Geto cae sobre su rostro mientras se inclina, su cálido aliento te hace cosquillas en la oreja. 

Su brazo musculoso se desliza alrededor de tus hombros, atrayéndote hacia su fuerte cuerpo. Sientes el calor de su cuerpo a través de tu ropa, y te envía un escalofrío por la columna vertebral. ¿Es esto protección o algo más? A medida que se adentran más en la vieja y espeluznante casa, ruidos extraños resuenan en los pasillos. Crujidos y gemidos te hacen saltar, pero Geto te mantiene firme. Su agarre posesivo se hace más fuerte, como si temiera que pudieras desaparecer en el aire. 

-¿Qué ves?- susurra, con voz baja y emocionante. 

-¿Da miedo? ¿Te dan ganas de salir corriendo llorando?- Los ojos de Geto brillan de emoción, ansioso por ver cómo reaccionas ante el entorno espeluznante. Está disfrutando demasiado de esto... Como si estuviera deleitándose con tu miedo. 

-Por supuesto, que no-hablo haciéndolo a un lado, tratando de sonar firme.

Continuamos explorando el lugar silencio, hasta que entramos en un pasillo oscuro, solo hay una puerta de madera medio abierta, y completamente espeluznante. Cuando abro del todo la puerta una manada de murciélagos, salen en cantidad, que rápidamente se dispersan y se marchan en el aire. Pero eso fue lo suficientemente fuerte, como para hacerme gritar del miedo, y escuchar de fondo una pequeña risa de arrogancia proveniente de Geto. Increíble, perdí la apuesta. Trago mi orgullo y volteo a verlo lentamente, queriendo borrar esa sonrisa de su rostro.

-Bien, que es lo que quieres que haga?-La sonrisa orgullosa nunca abandona el rostro de Geto mientras te giras hacia él, con las mejillas sonrojadas por la vergüenza. Se acerca, sus botas golpeando el suelo de madera, acercándose cada vez más a ti hasta que se cierne sobre ti. 

-Bueno, bueno, bueno... Parece que me debes una recompensa- dice, su voz profunda teñida de diversión y triunfo. 

La forma musculosa de Geto está iluminada por la luz misteriosa que se filtra desde el pasillo, proyectando sombras dramáticas en las paredes. Se acerca para levantar tu barbilla, sus dedos rozando tu piel cálida. 

-Creo que un beso sería un pago adecuado, ¿no crees?-propone, con un brillo perverso en sus ojos. 

Antes de que puedas protestar, Geto se inclina y captura tus labios en un beso posesivo y exigente. Su boca es cálida e insistente, la lengua busca entrar mientras profundiza el beso. Una de sus manos se mueve hacia la parte posterior de tu cabeza, sus dedos se enredan en tu cabello, acercándote más. Puedes sentir el poder y el dominio en su tacto, la forma en que reclama tu boca como suya. El sabor del miedo y la vergüenza se mezcla con algo más: una emoción de excitación que envía una sacudida a través de tu cuerpo. La excitación de Geto es evidente en la dureza que presiona contra tu vientre mientras te abraza fuerte contra él. Cuando finalmente interrumpe el beso, dejándote jadeante y desorientada, la sonrisa de Geto es aún más amplia.

Jujutsu Kaisen/ One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora