t3 e6 maldecido

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Era un día como cualquier otro en ese hogar rodeado por el extenso bosque que ahogaba cada grito entre sus árboles. El sufrimiento no podía escapar al chocar con los árboles, dejando cada súplica al aire, cada grito desesperado por ayuda se desvanecía ante la pesadez de la oscuridad que rodeaba aquel hogar. Dentro de este solo había un pequeño niño cuyo cuerpo estaba maltratado y destrozado, parte de si estaba con restos de sangre seca y faltante de carne. Sus huesos podían verse asomándose de sus articulaciones. Su pequeña voz mal gastada solo podía repetir una pequeña frase, una frase que se desplazaba centímetros hasta caer y volver a quedar en un vacío silencio.

Su diminuta alma lentamente se desvanecía, su ser ya estaba pasando a un mejor plano. Justo antes de que pueda irse alguien llegaría por el. Esta persona se agacharia delante de él y lo tomaría de la barbilla para poder verlo bien

???: pequeño niño, tan débil e insignificante. No conoces lo que pasó aquí no es así?

Thiago: ...q-quien...eres?..

???: soy el único que estará contigo, soy el unico que persevera en esta vida. Y viviremos juntos por toda la vida hasta que acabe

Esa misteriosa persona le regalaría un suave beso a Thiago antes de levantarse e irse de esa sala. Dejandolo nuevamente solo en esa gran casa.

Thiago: uh.... Dios.... Salvam-

Un gran portazo pondría su piel de gallina, vería entrar a su abuela junto con sus primas armadas con cuchillos y agujas. Eso lo asustaría y trataría de arrastrarse para irse pero no conseguiría éxito. Berta se acercaría a el y lo tomaría de la barbilla para ver si aún respiraba

Berta_ thiaguito~

Thiago: ... Abuela...

Berta_ tranquilo, hoy no te molestaré~ ellas si

Chicas de no más de 16 años agarrarían al pequeño niño y lo pondrían boca arriba y le quitarían todo rastro de ropa. Al tenerlo desnudo y con todo el cuerpo lleno de heridas le pondrían gusanos encima, estos entrarían dentro de las heridas del niño y empezarían a moverse lentamente por el niño. Este podía sentir cada gusano dentro de el y trataría de quitarlos de si, clavándose sus uñas y provocando mas heridas para poder sacarlos. Los gusanos lentamente iban adentrándose más hasta llegar hasta el máximo. Ya bañados de sangre empezarían a devorar lentamente la carne del joven niño para poder alimentarse. Thiago gritaba ante la sensación de ser comido desde adentro, sus gritos se seguían esparciendo como lo hacían los gusanos dentro de el, berta haría una seña y sus sobrinas tomarían un cuchillo cada una para voltear a Thiago.

Thiago: q-que hacen? N-no porfavor... ¡NO!

un cuchillo atravesaría la espalda de ese niño, el frío metal perforaba su pulmón, otras cuchillas iban llegando y atravesando al joven chico de ojos carmesis. Este lloraba y gritaba buscando alguien que pudiera ayudarlo pero nadie a kilómetros podría escucharlo, solo los habitantes de esa maldecida casa podían escucharlo y se deleitaban con su llanto y súplica. No había nadie con una pizca de misericordia en ese horrible lugar

Mientras el joven niño perdía lentamente sus cuerdas vocales, la sangre reemplazaba al aire en sus pulmones y estaba empezando a ahogarse en si mismo. Un último cuchillo lo atravesaría para que entre sus primas fueran retirando lentamente cada uno de esos objetos, entre la sangre y dolor los gusanos se retorcían en el. Arruinado y muerto ese joven niño miraba como entraban dos adultos a la sala, entre ellos su padre, ambos adultos estaban desnudos de la cintura para abajo y se acercaban a Thiago con pequeñas sonrisas mientras se formaba una erección en sus miembros.

Ese niño no podía moverse, aunque hubiera tratado su cuerpo ya estaba tan desgastado y usado que podría ser un simple trapo. Su padre lo tomaría del cuello y lo acercaría hacia su entrepierna para meter su pene dentro de la boca de su propio hijo, por detrás otro de los adultos se acercaría y abriría las piernas de ese niño para meter su pene en su ano. Un gemido de dolor trataría de salir de su boca pero esta estaba siendo ahogada por el miembro de su padre. Sin más que placer ambos pedófilos empezarían a moverse de adelante a atrás, introduciendo más sus intimidades en el interior de Thiago. Este lloraba y dejaba sus lágrimas en el suelo ante el dolor de ser penetrado, su padre lo agarraría más fuerte del cuello y su mano se echaría a arder. Estaba prendiendo fuego la garganta de ese niño para "satisfacerse" más con el

fnia: un Nuevo Intento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora