ALL I WANT

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Juanjo nunca pensó que sería imposible que pudiera sentir tanto. Y mucho menos con tanta intensidad. Al igual que nunca se imaginó que aquel chico de bigote iba a ser el encargado de hacer que intentara dejar todos sus miedos atrás. Por eso no dudó ni un segundo antes de abrirse en canal delante de sus ojos. Incluso, le iba a decir que le quería, porque, ¿de qué servía negar la realidad? Pero no lo hizo porque Martin le paró los pies.

"No lo digas. No quiero que sea así." Esas palabras vivían en la mente de Juanjo sin control ninguno. "No quiero que sea así". Con eso él ya se daba por satisfecho. Con eso se dió cuenta de que Martin aún creía en ellos, así que se aferraría a eso, aunque tuviera que ser lo último que hiciese.

Martin aún seguía pensando en bucle en la declaración que le hizo Juanjo. Realmente, nadie se había mostrado así ante él, o al menos, nadie había sentido de esa manera por él. Sabía que no quería dejarlo pasar, pero también sabía que no podía regalarse a Juanjo después de todo lo ocurrido. El maño debería ganarse su confianza si así la quería.

Ese día lo había organizado Álvaro para ir al centro. Hacer compras, comer por ahí y disfrutar de la cálida Sevilla. Cogieron un autobús para llegar al centro. Juanjo no apartaba su mirada del cuerpo de Martin. El vasco llevaba un top de manga corta y unos pantalones vaqueros también cortos. Le miraba con la necesidad de volver a perderse en sus ojos. Le miraba esperando que con solo un choque de ojos le confirmase que todo estaba bien. Que ellos estaban bien. Pero Martin evitaba al maño a toda costa. Sabía que si le miraba demasiado acabaría cayendo demasiado fácil.

- Paul y yo vamos a ir a esa tienda, que me hacen falta bañadores.- informó el sevillano al resto del grupo. Lo que no sabían Martin y Juanjo era que sus amigos habían formulado un plan para que pasaran tiempo juntos. Juntos y a solas.

- Vale amores. Ruslana y yo vamos allí. En un rato volvemos.- dijo Bea sin ni quiera dejarle tiempo a los otros chicos a responder, que enseguida se vieron solos en medio de la plaza. Ahora sería imposible para el vasco evitar al maño.

- Emm...- dijo Martin girando para mirar a Juanjo. Pero lo cierto es que no tenía ni idea de qué decirle. ¿Qué se suponía que debería decir después de que el día anterior se le declarase? Como el maño vió que el otro no parecía decir nada, decidió que era la oportunidad perfecta para ganarse a Martin.

- Vente. Vamos a ver algo que seguro que te encanta- dijo Juanjo haciéndole un gesto al otro para que le siguiese.

Martin no se lo pensó mucho y le siguió, jurando que después le echaría la bronca a Ruslana y Paul por lo que había hecho. Por primera vez en todo el día, se permitió mirar a Juanjo. Llevaba unos vaqueros anchos negros que se ajustaban en su cintura, y una camiseta de tirantes de color beige. Estaba realmente guapo. Todos los días. Pero ese... Martin pensó que brillaba con una luz diferente. Quizás era por la confianza y seguridad que estaba tomando en sí mismo. La libertad le sentaba bien, sin duda.

- ¿Qué pasa?- preguntó Juanjo cuando vió que el vasco le miraba fijamente. Las mejillas de Martin se sonrojaron e intentó esconder su cara entre sus manos, pero el maño se dió cuenta y soltó una carcajada.

Continuaron andando un rato más. Juntos. Pero guardando ciertas distancias. Aunque ninguno hablaba porque estaban inmersos en sus diálogos internos, no era incómodo para ninguno. Enseguida llegaron al destino que Juanjo había planeado.

- Este es el parque de María Luisa. Sé lo mucho que te gusta la naturaleza. He pensado que igual toda la situación se nos ha ido un poco de las manos y que te gustaría estar un rato en paz.- dijo Juanjo bajo la atenta mirada de Martin.

- Gracias.- respondió el vasco con unos ojos brillantes. El maño pensó que le encantaría verlos todos los días de su vida. Juanjo se acercó un poco más al otro, pero fue Martin el que se encargó de juntar sus cuerpos. Pasó sus brazos alrededor del cuello del maño y este los pasó alrededor de la cintura del otro, encajando a la perfección.

Casi como si hubieran nacido para encontrarse.

Se permitieron quedarse así un rato. Intentando memorizar el olor del otro. Respirando tranquilos por primera vez en mucho tiempo. Los ojos cerrados. Disfrutando de poder estar entre los brazos del otro.

Martin se separó lentamente de él y cuando Juanjo pensó que se iba a alejar del todo, el vasco se volvió a acercar de él, para darle un pequeño beso en la mejilla. Los rostros de ambos se sonrojaron suavemente, causando también que unas sonrisas adornaran sus caras.

Para Juanjo eso fue más que suficiente para saber que sí. Sí que estaban bien.

- Ojalá antes de volver a Madrid podamos pasear de la mano por aquí.- dijo el maño, dejando al otro completamente paralizado, pero no pudo controlar la sonrisa gigante que se dibujó en su rostro. Lo cierto era que Martin también deseaba hacerlo.

- Poco a poco Juanjo.- fue la respuesta del vasco, ganándose una sonrisa del maño.

- Poco a poco y juntos.- dijo Juanjo.

Martin pensó que igual antes de lo que creía podía sincerarse a él. Aunque le hubiera dicho que le esperaría, no quería dejar pasar la oportunidad.

Porque, aunque hace unas semanas parecía que eran la persona correcta en el momento equivocado, ahora parecía que era la persona correcta en el momento perfecto.

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Álvaro y Paul habían salido de la tienda de bañadores, cuando el sevillano recibió una llamada.

- ¿Diga?- contestó.

- Hola Álvaro, soy Julia. Soy la amiga de tu prima, la que organizó los juegos del otro día.- dijo alegre la mujer a través de la línea.

- Si, claro, dime.- respondió el sevillano una vez que había reconocido a la mujer.

- Escucha, es que tus amigos, los que ganaron los juegos.- Álvaro hizo un sonido de afirmación.- No me dijeron cuando iban a hacer el día de spa y tiene que ser antes de que acabe esta semana.

- Ayy claro. Pues voy a llamar a Juanjo y se lo digo. Ahora guardo tu teléfono y te digo.- explicó el sevillano.

- Perfecto cariño, muchas gracias.- terminó de decir la mujer.

Paul miraba a Álvaro buscando que le explicara lo que había hablado.

- Nuestros niños se van de cita al spa.- dijo el sevillano y su novio le regaló una sonrisa. Todos querían que estuvieran bien. Y si podía ser juntos, mejor.

Juanjo y Martin estaban sentados en un banco, descanso un rato de su caminata. Ambos estaban siendo golpeados por los rayos del sol cuando el teléfono del maño comenzó a sonar.

- Ahora vuelvo.- le dijo a Martin al ver que era su amigo.- Dime Álvaro, ¿qué pasa?.

- Juanjo, cariño, me ha llamado la mujer que organizaba los juegos. Tenéis que hacer el día de spa esta semana. ¿Qué día queréis?- dijo el sevillano. Enseguida el maño comenzó a pensar en transformar el día de spa en algo más especial.

- El viernes.- dijo Juanjo rápidamente.

- ¿Mañana? ¿Y no le preguntas a Martin?- preguntó Álvaro extrañado por la velocidad de su amigo al contestar.

- Déjamelo a mi. Que no se entere él, que sea sorpresa.- respondió Juanjo causando una gran sonrisa en el rostro de su amigo, que aunque no podía verlo, sí que lo escuchó.

- Muy bien Juan José, muy bien, voy a decírselo a Julia, beeeesos.- terminó de decir el sevillano, orgulloso por el gran paso que estaba dando su amigo.

Juanjo empezó a idear un plan para sorprender al chico y terminar de conquistarle. Lo que el maño no sabía, es que Martin ya estaba completamente pillado de él.

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HOLA CHICAS!!! Hoy capítulo un poquito más corto, espero poder subir mañana otro capítulo, sino el lunes sin falta lo subo. Solo decir que... se viene🤭

⚠️También recordaros que he empezado un AU en twitter, (X), que seguro que os gusta. Mi user es @  / godonlyknows23

https://x.com/godonlyknows23/status/1814350552152613130?s=46

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¿Qué creéis que pasará ahora?

A.🦜❤️

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