Black Swan: Una historia mal contada

Capítulo uno

El precioso hombre caminaba por el pasillo lleno de detalles elegantes, con hermosos cuadros familiares enmarcados en oro puro, se detuvo al llegar frente a la pintura de su hermosa madre junto a su padre, los reyes Sigfrido y Odette, sonrió orgulloso, sus padres se amaban tanto, eran la pareja más hermosa que hubiera visto y se sentía orgulloso.

Con pequeños pasos rápidos, sin perder la elegancia y compostura, el rubio se dirigió hasta el salón principal, ahí estaban sus padres, habían terminado de hablar con uno de los mayores duques del reino, así que nada mejor que tomar té juntos mientras hablaban de algún tema trivial. Jungkook llegó rápidamente a ellos y saludó a ambos con una gran sonrisa, dejando a la vista sus dientes que se asimilaban a los de un conejo. No tardó mucho en sentarse con ellos en el sillón mientras algunas sirvientas traían más té y algunas galletas de chocolate, las favoritas del príncipe.

— Jungkook, hijo ¿Cómo te fue en la clase de tiro con arco? — Preguntó su padre, el rey Sigfrido, mientras miraba a su único hijo con atención.

Jungkook a su corta edad de diecisiete años tenía todo en sus manos, sus padres lo adoraban y le daban todo. Era el único hijo, ya que su madre, la reina Odette no podía tener más hijos, un nuevo embarazo podría significar alto riesgo. Así que se encargaron de darle todo a su hijo, todos sus caprichos, se encargaron de que estudiara y sobretodo se encargaron de darle todo el amor que tenían.

— Bastante bien, mañana tomo otra clase más y estaré dominando bien el arco, podré salir a cazar junto a papá, quiero cazar un gran jabalí. — Respondió Jungkook a la pregunta de su padre, estaba emocionado, ya que al terminar sus clases solo significaba una cosa, en su cumpleaños podría organizar la caza real.

Este evento trata sobre que cada miembro de la familia real cumple dieciocho años, organiza una caza real, buscando cazar grandes animales comestibles, para demostrar su fuerza y destreza, dignos de reinar, que serían preparados para el banquete de cumpleaños, todo el pueblo sería invitado. Era un evento importante porque el cumplir los dieciocho años era símbolo de madurez y enlistamiento para ser gobernante del reino.

Jungkook estaba emocionado, amaba su pueblo y deseaba cazar lo mejor de lo mejor, un jabalí, para demostrar su fuerza, y nada mejor que una de las bestias más peligrosas de la naturaleza.

— Claro que podrás, cariño, pero debes tener mucho cuidado, y sobretodo ser valiente, estoy segura de que podrás cazar algo digno. — Comentó su madre con una sonrisa sincera y cariñosa, dejaría que su hijo fuera de caza, pero no quería que su retoño llegara herido o algo peor.

— Si mamá, lo tendré. — Kook sonrió y comió unas galletas, recostó la cabeza en el hombro de su madre mientras miraba el atardecer a través del gran ventanal del palacio.

Los colores del atardecer eran hermosos, la combinación entre naranja, rojo y púrpura era maravillosa, digna de plasmar en una pintura, cosas así de pequeñas para Jungkook eran hermosas, soñaba con ir al lago, a ese hermoso lago que hay a unos tres kilómetros del castillo, sus padres no le permitían ir y no entendía el por qué, cada vez que quería ir era detenido por los sirvientes, sus padres o sis deberes reales, resignado suspiraba y se daba vuelta para volver a sus actividades.

El menor concentró la vista en sus padres y recostó la cabeza en el pecho de su madre.

— Mamá ¿Me pueden contar el como se conocieron? ... — El príncipe otra vez estaba curioso, le gustaba escuchar la historia de amor entre sus padres, la magia existía y Jungkook estaba fascinado, tenía la curiosidad de saber lo que es la verdadera magia.

— Claro, Kook, pero intenta no dormir. — Respondió su padre con una sonrisa cálida para su hijo. — Era mi cumpleaños..

“El príncipe Sigfrido cumplía oficialmente sus veintiun años en unos días, pronto en unos meses sería coronado como rey, así que entre tanto apogeo por la celebración del joven, el bufón real sugirió hacer una caza, la cual Sigfrido aceptó gustoso.