valentine's day ✧ hyunmin

O1

—¡sé mi cita en este san valentín!—. el chico de cabellos rojizos dejó escapar aquella frase que le había sido tan difícil de decir. su rostro estaba rojo de vergüenza y sus orejas también, porque la gente a su alrededor veía esa escena.

sí, declararse en el parque no había sido tan ingenioso después de todo, y más porque muchas personas estaban atentas a la situación, esperando a que él fuese rechazado o, en el mejor de los casos, correspondido.

escuchó una risa ahogada por parte del mayor, seguida de una mano en su cabello que lo despeinaba. extrañado, levantó la cabeza que había bajado sin darse cuenta al declararse.

—seungmin, eres muy adorable —. el rubio negaba con la cabeza mientras pequeñas risas escapaban de sus grandes labios. ante los ojos del menor, él era una completa obra de arte.

el pelirrojo no recordaba bien en qué momento le había comenzado a gustar el mayor. recordaba que al haberlo conocido le había parecido el chico más apuesto, y eso que él ya conocía a minho y a félix. creía que nadie más podía superar esa belleza, pero ahí estaba él, babeando por nada menos que bangchan.

seungmin esperó a que bangchan le dijese algo, pero el rubio estaba más enfocado en reír o despeinar el cabello del menor, diciéndole que era muy adorable para ser real. también parecía no importarle que las personas a su alrededor lo mirasen extrañadas por su reacción. bangchan era extraño.

—tengo algo que entregarte—. después de dejar de reírse, se acercó a la banca donde estaba su mochila y las pertenencias de ambos. con la mano le hizo una seña al menor y este caminó nervioso.

¿acaso lo que tenía bangchan en las manos era una flor y una carta?

¿bangchan se iba a declarar?

muchas dudas pasaban en ese momento por la mente de seungmin y, con el ánimo más arriba, sonrió emocionado y recibió una sonrisa también de bangchan.

—ya que hablamos de declaraciones, ¿me harías el favor de...?— el rubio llevó un mechón de su cabello detrás de su oreja y se mostró nervioso. seungmin asintió sin dudarlo.

se sentía tan feliz que el sentimiento de amor fuese correspondido. seungmin tenía que contarle todo eso a su mejor amigo y compañero de hogar.

—dime la respuesta después, porque ahora estoy demasiado nervioso. gracias, seungmin-ah, y perdón—. bangchan le entregó con las manos temblorosas la rosa y la carta. el pelirrojo frunció el ceño ante su actitud y decidió leer aquella carta; su sonrisa seguía presente de todas formas.

nada podía arruinar ese mágico momento donde su crush le había correspondido y pedido ser pareja.

—esto... no sé qué decir—. y al terminar de leer y levantar la mirada, seungmin se dio cuenta de que bangchan ya se había ido.

no solamente el día se había arruinado porque bangchan escapó sin darle una explicación, tampoco porque las personas a su alrededor ahora lo observaban con pena, y menos porque todo lo que había planeado fue arruinado en un parpadeo.

lo peor de todo es que la carta no era para él y la persona que debía recibirla le había enviado un mensaje.