Reto.

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ㅡ Ya fue mucho yo nunca

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ㅡ Ya fue mucho yo nunca. Juguemos otra cosa ㅡdijo la mayor.

ㅡ No, no hay forma. ¿Tienes miedo de perder ahora?

Rosé volvió a reír, sacudiendo su pecho con suavidad, y Jennie no pudo evitar sentir calor al ver los senos de Rosé moviéndose en su sujetador rosa.

ㅡ Para nada. Los castigos siguen, solo que ahora haremos verdad o reto.

ㅡ ¿Y cómo se supone que supone que alguien pierde una prenda?

ㅡ Si no contestas la pregunta o si no haces bien el reto, pagas.

ㅡ Bien, pero yo comienzo. ¿Verdad o reto?

ㅡ Reto, por supuesto.

Jennie aplaudió internamente. Ya no sabía cómo más conseguir lo que llevaba rato deseando.

ㅡ Te reto a que me des un beso.

ㅡ Ese es tu premio, Jennie. No hay adelantos.

ㅡ Un reto es un reto.

ㅡ No.

ㅡ ¿Por qué eres tan terca? ㅡJennie suspiró, frustrada. Ya no le importaba disimular lo mucho que quería probar sus labios.

ㅡ Porque me encanta verte desesperada por mí, bebé. Solo espera un poco más, ¿sí? Confía en mí.

ㅡ Bueno, es beso o prenda ㅡla mayor cruzó los brazos y frunció los labios, y Rosé se derritió. Amaba cuando Jennie era caprichosa, porque eso era algo que jamás lo demostraba en público. Eso solo lo veía ella cuando estaban juntas en su habitación.

ㅡ Será prenda entonces. ¿Qué quieres que me saque?

La expresión de Jennie se suavizó automáticamente ante la pregunta. Miró el cuerpo de Rosé, quien lucía preciosa con esa delicada lencería que parecía estar hecha solo para ella. Evaluó sus opciones, hasta que recordó el lunar del que habían hablado rato atrás en la sala.

ㅡ El sostén.

ㅡ Lo presentía ㅡcontestó la menor con una sonrisa. Esta vez no se detuvo con provocaciones, fue rápida en llevar su mano a su espalda y desabrochar la prenda, para luego retirarla por sus brazos.

Jennie no podía creer que por fin la estaba viendo de manera tan íntima de nuevo. Sus pechos estaban ligeramente más grandes de lo que los recordaba, y aquello le encantaba. Los pezones rosados se encontraban durísimos, se le hizo agua la boca al recordar cómo se sentían bajo su lengua. Y lo mejor de todo era el pequeño lunar bajo su pecho izquierdo, ese lunar que había aparecido en sus más secretas fantasías durante todos esos años.

ㅡ Ya, me toca, ¿verdad o...

ㅡ Espera ㅡno pudo terminar su pregunta porque Jennie la interrumpió. Rosé no tuvo tiempo de procesar lo que estaba pasando, Jennie se levantó como un resorte y se colocó casi sobre Rosé, con las manos apoyadas en el escritorio a ambos lados de su cadera, inmovilizándola contra la dura madera.

𝐓𝐞𝐞𝐧𝐚𝐠𝐞 𝐃𝐫𝐞𝐚𝐦┃𝐂𝐡𝐚𝐞𝐧𝐧𝐢𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora