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"Confundiendo al confundido, así de malo soy."

Park Jimin.

Nunca me ha importado lo que piensen de mí, total las personas que menos te lo esperas son las que más daño te hacen, ¿Duele? Sí, demasiado pero aprendes a vivir con ello. El estúpido que va por ahí diciendo que quiere morir no ha sufrido ni la mitad de lo que cree.

A veces decimos "Estoy bien", para no explicar por qué se cristalizan tus ojos cuando ves a esa persona, o porque derramas una lágrima ante de dormir cada noche pensando en alguien.

A la mierda, hay quien dice que está muy triste y no le pasa absolutamente nada, solo quiere llamar la atención porque tu vida es perfecta y están aburridos.

El ser humano es así, complicado.

¿Por qué lo hice?

Fácil, me dio la gana. Es lo que quería y lo tome.

Lo confundo.

Que corra a mí y le aclaro todo con un dibujito.

¿Remordimiento por todo lo que está pasando con Jungkook?

Obvio no, me siento mejor que nunca, y intente alejarlo pero no funciono. No se trata de que el este bien o de hacer siempre lo correcto. Se trata de hacer lo que me de la gana y punto. Tengo que estar bien yo.

Llamaron a la puerta y me gire en dirección a esta.

- ¿Si entro en estos momentos a cuantas personas desnudas voy a ver?

Tenía que reírme escandalosamente por el comentario de mi tía.

- Solo a mí y con ropa -alce la voz- lo prometo.

-Jimin, mi niño -corrió y coloco la palma de su mano en mi frente- ¿Estás bien? ¿Tienes fiebre?

-Yo estoy bien y tú estás loca.

-Permíteme sorprenderme señorito, no hay mini orgía, ni tres.

-Trío, se dice trío - rectifiqué entre risas- Resulta que no estoy de ánimos.

Su boca se abrió en una enorme "O"

-¿Conociste a alguien?

-No

-¿Te gusta alguien?

-No

-¿Algo que quieras contarme?

-No

-¡Ay! Mierda -chillo- que me quede dormida, apúrate que llegas tarde, a eso venía.

Ok, mi tía se está volviendo loca.

Llego al colegio supertarde por culpa del pequeño interrogatorio mañanero de mi tía, justo para deportes, pero las primeras clases ya las había perdido.

-¡Corriendo! -grito el profesor.

Y ahí estaba, corriendo como todo un puntualito, uno delos primeros en la fila, con una sonrisa enorme, tan característico de él, feliz siempre, como si el negro y el mal no existiera en su puta vida.

La Bestia - JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora