01 - Tipo Ideal

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Aine llegó a su casa tirando sus cosas en el sillón chiquito que estaba en su pieza. Se acercó a su escritorio y tecleó para buscar las redes sociales de Iván. El pelinegro tenía muchas fotos. Fijó su mirada en cada una de las chicas que salía con Iván, muy atenta a ellas las estudió. Una de ellas era Sara, la típica egirl que hacía lo que quería, casi no entraba a clases y la mayor parte del tiempo se la pasaba molestando a otros chicos, a veces se le notaba sacada de sí misma. A Aine le asustaba un poco, pero era amiga de Iván, por eso la aceptaba.

La segunda chica era Nicki, muy educada, toda una señorita; esta piba era la persona más responsable que había conocido, era muy madura.

La tercera chica era Angie. Esta flaca era posta muy linda, atraía (no a una ni dos) sinó que a casi todas y todos, quienes querían un poco de ella. Era conocida por ser muy coqueta y piola.

Y la última piba era Luli, muy inteligente, llevaba lentes y vestía con ropa ancha. A ella no parecía importarle como se veía, lo que a Luli le importaba era tener las mejores notas del colegio.

Aine frunció sus labios. Agarró sus notitas de colores y su lapicera azul, empezando a escribir los nombres de las amigas de Iván.

Estaba decidida. Si Iván se la pasaba demasiado con esas chicas era porque algo en ellas le gustaba e iba a usar eso a su favor.

Quería ser el tipo de Iván, quería que Iván no la viera solo con ojos de hermano mayor, no quería que Iván la viera tierna. No más.
Ella quería que Iván la amara y si para eso tenía que cambiar, lo haría, porque Iván lo valía.

Ella quería que Iván la amara y si para eso tenía que cambiar, lo haría, porque Iván lo valía

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Un nuevo día había empezado. Muy feliz, Aine saltó de la cama, se preparó y al terminar, abrió su ropero, esperando encontrar el outfit perfecto.

Mientras buscaba su ropa, recordó los momentos que había pasado con Iván.

Recuerda esa vez en la que Iván la defendió de esas pibas que intentaron intimidarla cuando recién había empezado la facultad.

- La rarita quiere que la deje en paz —habló una de las chicas tomándola por su remera— dale, defendete. No seas niñita

- No boluda, yo creo que va a llorar —dijo la otra chica riendo.

La chica que sostenía su ropa la empujó con toda su fuerza haciéndola caer al piso. Justo cuando iban a patearla, un lindo ángel apareció para salvarla.
Obvio, sacándole tres cabezas a las chicas y usando un tono enojado, las hizo cagarse todas.

Y una vez que las echó, se acercó a Aine para ayudarla a levantarse y examinó su cara.

- Che, estás bien? —Iván la miró sosteniendo su cara entre sus manos mientras la revisaba.

Por suerte, esas chicas no habían lastimado su cara, solo fueron un par de pataditas y empujones. Nada serio. Pero la preocupación de Iván aún estaba ahí.

- Mejor nos vamos, dale —le dijo Aine al ver que él quería seguir a las chicas para discutirles.

Iván asintió, mirando mal a las chicas que se iban despacito en dirección contraria. Pasó un brazo por los hombros de Aine, acercándola a él. Iván era muy sobreprotector con Aine. Porque ella era como su hermanita, una segunda hermanita chiquita.

Iván siempre la cuidaría.

Aine suspiró frustrada; mientras más pensaba en Iván, más le gustaba. Corrección, más lo amaba.

La voz de su mamá resonó en su mente. Ella siempre le dijo: “No cambiés por nadie; si a alguien no le gustás por como sos, no es el indicado”.

Tenía razón, pero no iba a echarse atrás.

No perdía nada con intentar.

¿No?

SO FUCKIN' CUTE / / Iván BuhajerukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora