17 - I lost my other half

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Aine no tenía ganas de hacer nada, se sentía vacía. Una parte de ella se había ido.

No había ido a la facultad en tres días con la excusa de que tenía un resfriado. Por suerte, sus ojos rojos y mocos por tanto llorar le sirvieron de algo. Su mamá se preocupó tanto por ella que quiso llevarla al médico, pero Aine se negó. No era la primera vez que se quedaba sola y enferma en casa.

- ¿Cómo te sentís, amigui?

Rodrigo se enteró de todo un día después, estaba enojado y quería pegarle a Iván, pero Aine se negó. Goncho también estaba preocupado por ella, se sentía algo culpable porque él le había asegurado que Iván sentía más que amistad. Al parecer, se había equivocado, pero se negaba a reconocerlo.

- Igual que hace tres días —Aine suspiró, poniendo el altavoz y recostándose en su cama– vacía, rota y sensible.

- Ainu, no te pongas a sufrir, él no te merece

- ¿Qué onda con Iván? –preguntó Aine ignorando las palabras de su amigo.

- ¿Para qué querés saber del pelotudo que te rompió el cora? –Aine rodó sus ojos.

Iván la había lastimado y se sentía horrible, pero quería saber si Iván estaba igual o peor que ella.

- Solo respondeme, amigo

- Y está igual que siempre, solo que ahora anda más pegado a Nicki que antes

Aine sintió las lágrimas salir. Iván dijo una vez que, si Aine estaba triste, él se sentiría igual o peor.

"Si te sentís triste, yo también lo voy a estar, incluso creo que mucho más triste que vos. ¿Y sabés por qué? Porque vos sos mi otra mitad, Ainu. Una mitad no puede ser feliz sin su otra mitad. Así que sonreí y sé feliz, así también lo seré yo".

Recordar las palabras que le dijo Iván la hizo sentir más triste.

- ¿Trola? ¿Me estás escuchando?

La voz de Rodri la hizo salir de sus pensamientos. Extrañaba tanto a Iván... Pero tenía que ser fuerte.

- Sí, sí te escucho

- Te conozco, Aine, y sé que seguís pensando en ese hijo de puta rompecorazones –aunque no viera el rostro de su amigo, Aine veía el fuego salir por los ojos de Rodrigo.

- Perdón, es inevitable

- Cuando salga de la clase, voy con Gon a tu casa

- Como quieran, yo no tengo nada que hacer

En eso, escuchó como Rodrigo reía a través de la otra línea.

- ¿Qué pasó? –preguntó sin ánimo.

- Iván acaba de caerse en el pasillo

- ¿Eh? ¿Y está bien?

Dios, ¿por qué se tenía que seguir preocupando por Iván?

- Por desgracia sí, se levantó y siguió caminando. Bueno, se tenía merecido eso y lo que le falta

- ¿A qué te referis?

- Goncho le metió la trabada

Negué, divertida.

- Mentira, jodeme

- Es posta, encima, estás de suerte –dijo Rodri emocionado– goncho dijo que le iba a hacer la vida imposible

- Solo te pido que le digas una cosa

SO FUCKIN' CUTE / / Iván BuhajerukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora