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Ubicación actual: Habitación de Emily
Ambos, Serafín y demonio se encontraban abrazados hasta que unos de ellos despertó y ese fue el demonio radio. Abrió los ojos como platos al ver que estaba en medio de los senos de Emily y lo peor es que estaba desnuda.
Alastor: (¿Que mierda está pasando?)
Alastor intentaba liberarse del agarre de ella pero fue en vano ya que al intentar librarse ella apretó más la cabeza de él haciendo que este se sumerga más en los senos de ella.
Alastor: Mmmhh...Emy....hmmhh....
Con una mano libre chasqueó los dedos haciendo que del suelo aparezcan varios tentáculos que tomaron los brazos de ella y aglojandolos soltando al demonio radio y haciendo que este se volviera sombra para salir de los brazos de ella. Rápidamente se deslizó hasta estar lejos de ella. Cuando estaba por irse noto como ella se despertó de golpe y al mirar hacia abajo notó que no tenía nada puesto.
Emily: Per....
Alastor: ¿Per?
Emily: ¡Pervertido!
Emily lanzó un rayo de luz que si no fuera por un pequeño escudo que Alastor creo estaría en serios aprietos. El impacto fue tan así que hizo que traspasará la pared sin ser escuchado por los demás.
Emily: ¡ME PROFANASTE! *Sonrojada*
Grito ella llevando sus manos a la cara para tapar esa gran vergüenza mientras que el pelirrojo se levanta de los escombros algo adolorido acercándose a la habitación de Emily nuevamente.
Alastor: Para ahí querida. Yo en ningún momento te profane. ¿Porque no mejor revisas allá abajo y te aseguras?
Este con una sonrisa en su rostro se acercó a la Serafín y se sentó en la orilla de la cama sin siquiera mirarla. Esta con un rojo carmesí en su rostro miro bien sus partes y lo que él dijo era verdad.
Alastor: Como ves no te hice nada mi querida Emily así que si me disculp-
Fue interrumpido por una explosión la cual provenía afuera del hotel. Alastor solo suspiro antes de volverse sombra y se deslizó por el hotel hasta llegar a fuera donde estaba sirpentius.
Sirpentius: Alastor, sale pelea como los hombres cobardes.....oh ahí estás.
El mencionado tan solo sonrío burlonamente mientras ladea la cabeza preguntándole quién carajos era él.
Sirpentius: Soy sirpentius creador malvado y tu perdición.
Eggboys: Así se habla jefe.
Después de aquella ridícula presentación, Alastor se divertía torturando a la serpiente con varios tentáculos que golpeaban una y otra vez, como una sinfonía de sadismo. Cuando finalmente cesó el castigo, Sirpentius cayó al suelo, quedando a unos metros de Alastor, quien lucía una sonrisa victoriosa en su rostro, mirando desde arriba a la serpiente derrotada con una mezcla de desdén y diversión.
