chapter 03

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No sé cuánto tiempo se nos pasó mientras hablaba con Martín.
Estar cerca de él me atrapaba en una burbuja que solo me permitía pensar en el.

-Chicos - Exclamó Eva, lo cual hizo que Martín y yo nos alejáramos un poco y actuáramos más "normal" - Bueno, parece que tendrán que practicar mucho más. En cuanto a usted Álvaro, lo felicito, es el único que sabe besar - Eva pausó y me miró con una sonrisa pícara - O bueno, de pronto Martín también sabe. ¿Si sabe, Mar?

-¿Cómo asi, Salcedo? ¿Anda de arrimado con mi hermana? - Habló Camilo.

-Ay ya, Camilo - Le respondí - Me tiene mamada con su cuentico chimbo, vaya y joda a alguien más.

-Si, calmado Granados - Dijo Salcedo.

-Eso está muy raro, ¿Oyó María del Mar? - Exclamó mi hermano - Camine más bien a la casa que mi papá me va a regañar por no llevarla apenas salimos del colegio.

Mientras Camilo recogía su maleta y sus extrañas pertenencias de man, Eva se acercó a mí para preguntarme concretamente qué había pasado con Martín.

-Eva, yo le voy a decir la verdad - Suspire - Me da miedo lo que Salcedo pueda pensar de mi.

-¿A qué se refiere, María del Mar? - Preguntó Eva confundida.

-¿Pues a qué cree? - Dije - A qué piense que soy una fácil, que me dejo de todos. Porque lo quiero besar, se lo juro, Eva, que lo quiero besar.

-Como se le ocurre, Mar - Dijo Eva, mientras acariciaba mi pelo - Yo creo que yo ya sé lo dije, pero se lo vuelvo a repetir. Usted no es culpable de lo que siente y tiene absolutamente todo el derecho a demostrarlo como le dé la gana. Si a Salcedo no le gusta, ya él se lo dirá, pero vea como lo tiene de tragado a él también en tan poquito tiempo. Dudo mucho que el man le reclame por algo.

En esas, apareció Camilo, que casi arrastrándome, me obligó irme, por lo que le di un abrazo a Eva y me fui con mi hermano.

-Camine pues, china - Dijo Camilo - El bus se coge aquí a la esquina.

Al llegar a la casa, mi mamá estaba viendo el televisor, acurrucada junto a mi papá.
Eran pocas las veces que veía a mi mamá en esas. Normalmente, no le gustaba demostrar muestras de afecto hacia mi papá en frente mío o de Camilo.
Al notar nuestra llegada, mi mamá se paró y se fue a sentar en la silla donde usualmente hacía su trabajo.

-Oiga, ma - Le dije - ¿Será que yo a usted le podría hacer una preguntica?

-Claro, mija - Dijo mi mamá, mientras me abrazaba - Cuénteme.

-¿Usted cómo supo que mi papá era el indicado?

-Pues a ver, mi amor, le voy a decir la verdad. Fue a primera vista. Recién vi a su papá, resaltó dentro de los demás hombres.

-¿Entonces usted cree que el contacto visual es algo importante? ¿Algo significativo?

-Por supuesto que si - Dijo besando mi cabeza - ¿Y porque la pregunta, mija?

-Mamá, yo creo que me está empezando a gustar alguien.

Tras decir eso, subí rápidamente a mi habitación sin dar más información.
Me acosté en mi cama y comencé a pensar.
Era increíble todo lo que Martin me había hecho sentir en un día. Era increíble que todo el tiempo pensaba en él, en estar con él.
Aunque anteriormente me había sentido fuertemente atraída por uno que otro man, nunca me había preparado para lo que sentí la primera vez que lo vi.
Todavía sentía esa sensación cálida que se había apoderado de mi pecho cuando hablé con él.
¿Cómo era posible que alguien pudiera provocar esos sentimientos en mi con tal solo una mirada? La idea de que al otro vería a Martín de nuevo en el José Maria era una razón más que suficiente para ir a estudiar.

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⏰ Última actualización: Jul 30 ⏰

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La Primera Mujer | Martín Salcedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora