No Mercy Is In Love | Robby Keene & Miguel Diaz

Chapter 1

Piloto

-Vamos, mamá no iré hasta el supermercado más pijo de toda la ciudad porque este te da "cosa", bájate del coche y vamos a comprar lo que sea que tengan- Le dije dejándola sola en el coche.

Me siguió por detrás asegurándose de cerrar bien el coche mientras yo veía como una señora rebuscaba en la basura.

-Perdona, vamos con prisa, me puede dar esos dos trozos de pizza?- Le dijo mi madre saltándose los turnos de un chico y un hombre que había de delante nuestro.- Y no los toques con tus manos por favor.

Yo me lleve las manos a la cara con cansancio y pedí disculpas a los dos y al señor que nos atendía.

-Sabes que, mamá? Mejor dame el dinero y espérame en el coche.

Estaba harta de que tratara a todo el mundo con asco y con desprecio como si fuera perfecta, cosa que no era.

Salió de la tienda sin hablarme y esperé hasta que el hombre se fue y al chico lo atendieron, después unos chicos que decían ser universitarios entraron.

El chico que tenía al lado me sonrió y le devolví la sonrisa, eran bastante majos por aquí.

-Es para mi abuela- Me dijo levantando el bote de medicina para la diarrea en su mano.

Se me escapó una pequeña risa y el chico bajó la cabeza avergonzado.

-Esta bien, yo también compro lo que sea para mi abuela- Le dije intentando que no se sintiera incomodo.

Cuando los "universitarios" se acercaron me despedí del moreno y le dije a unos pasos de él "soy Diana", no me contestó.

Al salir de la tienda aflojé un poco el ritmo para poder probar el trozo de pizza, en ese momento escuché gritos que no pude distinguir y vi como al chico de antes le pegaban esos universitarios.

-Que es eso que llevas? No me jodas el tío tiene diarrea- Se río uno de ellos.

-Eh capullo, te pasa algo? es para su abuela así que ya lo estáis dejando tranquilo.

Tengo algo por las abuelas

El mismo chico le tiró todo el medicamento por encima y se escuchó un susurro que decía capullo.

Entonces uno de ellos le pegó un puñetazo en el estómago.

-Eh imbécil!- Grité yo lanzándome sobre uno de ellos.

Un chico gordo con ricitos rubios me agarró por detrás haciendo que no pudiera soltarme y me empujó hacia un coche rojo.

-Eh, cuidado con el coche- Dijo el hombre rubio que había estado dentro unos minutos antes.

Yo comencé a alterarme y ver a mi madre salir del coche no ayudó.

Empecé a respirar con fuerza y los chavales empezaron a reírse del hombre que se había metido, pero por mis nervios a penas distinguía que palabras decían.

Permanecí sentada en el suelo desde que me tiraron y mi madre se acercó, entonces un chico castaño le pegó un empujón a ese señor y aparté a mi madre de un manotazo.

Antes de poder hacer nada el hombre rubio ya les había pegado una buena patada al que le había empujado.

Karate?

La siguiente fui yo, a penas recuerdo que pasó pero sé que entre él y yo les dimos una buena paliza, os lo podéis imaginar.

En ese momento apareció la policía y mi madre me llevo al coche evitando la escena.