Corazones Rotos

CAPITULO 41 🫀

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Júpiter

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-Bien chicos, por hoy eso es todo lo que el maravilloso mundo de patología general tiene para enseñarles, nos vemos entrando de vacaciones -Se despide la tutora antes de abandonar el salón, recojo mis cosas y salgo al comedor donde ya me espera Roisin.

-¿Podemos hablar? -Oscar y sus amigos se me atraviesan.

-Lo siento, tengo prisa -no espero respuesta y camino hacia mi amiga, ha insistido en hablar conmigo y no que he querido hacerlo, creo que todo se lo deje claro y no quiero volver a tocar el tema con él.

-¿Y entonces amiga, que vas a hacer? -me pregunta mientras saca su manzana y su jugo.

Tomo lugar junto a ella y siento la mirada de Oscar pero sus amigos lo empujan llevándoselo de mi vista.

-Pues no sé si lo que diga Oscar sea verdad o no, pero me voy a ser fiel a mis sentimientos, según él quiere que recapacite pero sigo con mi decisión firme, no voy a volver con Oscar.

No puedo seguir con él, y no por una tercera persona, sino por mí, tengo que serme fiel a mí y respetar mis propias reglas, no tengo conciencia para tener un novio y un amigo con derechos. No sería yo si aceptara tal situación. Aunque admito que si me está siendo muy difícil mantenerme alejada de Lucián, todas las noches lo sueño, de día y de noche es igual, cierro los ojos y lo beso, me voy a volver loca si sigo así.

-Pues yo pienso que haces bien, independientemente de Lucifer tu no estas enamorada de Oscar y seguir con él es perder tu tiempo y hacer que el pierda el suyo.

-Si lo sé. -Me meto el popote de mi malteada a la boca.

-¿Y respecto a Lucifer?

-Pues él no me ha dicho que quiere nada serio conmigo, así que no tengo porque tomar una decisión respecto a él, es solo un amigo más como los muchos que tenemos -definitivamente el jamás podría ser simplemente un amigo, he conocido muchas sensaciones a través de su piel.

-Si pero un amigo que te mueve el corazón de lugar, cada vez que tiene un acercamiento contigo, eso no lo hace cualquiera, de hecho eso no te lo hace nadie.

-Ya lo sé, es que Lucián es, es, ¡hay no sé qué es! -me exaspero.

-¿Es el amor de tu vida tal vez?

-No, no creo que sea tanto así, si me gusta mucho y me hace sentir diferente y linda, y me gusta que se acerque a mí, me gusta sentirlo cerca. Y me gusta ver su mirada dilatada cuando me escanea completa -bajo la mirada- te confieso que anoche si llore cuando me recosté, su olor esta todavía entre mis almohadas.

-Lo dicho, el amor de tu vida.

-Que no Roisin, solo me gusta y ya, déjalo estar y termina tu manzana.

-Aja, pues yo si podría decir que Eider es el amor de mi vida, es lindo, me gusta y yo le gusto, y cuando me besa es. ¡Wow!

-Puedo entenderte, creo que después de tener cierta intimidad con la persona que de verdad te gusta, algo cambia dentro de ti. Esto es una locura.

-El amor es una locura, que solo los locos enamorados conocemos amiga -se recarga en mi mirando al cielo.

-Ya lo creo ¿Cuándo lo volviste a ver?

-Anoche, fue a verme a la casa y lo invite un té, estábamos en mi sala y cuando menos lo pensé ya lo tenía pegado a los labios y fue tan increíble Júpiter, me gusta mucho estar con él, y él me confeso que sientes cosas por mí que no había experimentado antes.