Leyendas de Night city

Capítulo 25 Fin De Acto 2

25: C25: ¡El caos fluye!
01000011 01111001 01100010 01100101 01110010

Leyendas de la ciudad nocturna

Acto 2: Corriendo por el borde

Capítulo veinticinco: ¡ El caos fluye!

01000011 01111001 01100010 01100101 01110010

"¡Vaya! ¡Esto va a ser tan dulce!". David no podía quedarse quieto en el sofá que ocupaba la esquina de su apartamento. Era el lugar favorito de mamá para acurrucarse a dormir y el suyo desde que terminó en un coma inducido médicamente. Ni siquiera el dolor sordo en su mejilla lo detuvo mientras seguía imaginándose como un solitario por derecho propio, viviendo al límite y sin responderle a nadie que no quisiera.

Habían pasado poco más de dos horas desde que habían dejado la nueva tienda de artículos para el hogar de Naruto en el piso trece y la emoción solo había aumentado, dejando a David repasando todo su conocimiento de Edgerunner XBD en su cabeza. ¿Qué necesitaría? Quiero decir, no podía entrar sin estar preparado, ¿no sería vergonzoso? Naruto necesitaba saber que podía ser confiable y tal vez esto se convertiría en algo más que una carrera de una sola vez.

Con su holograma emitiendo una notificación, el adolescente se sentó en un instante, casi tirando al suelo una caja de comida para llevar medio vacía de la noche anterior mientras tomaba su holograma antes del tercer pitido. ¡Era Naruto!

[Naruto: Hola, D. Espero que no estés ocupado. Tenemos un concierto que hacer. Estaré allí en una hora para darte los detalles.]

Al leer su texto varias veces, David no pudo evitar reírse emocionado y se lanzó de nuevo a donde estaba relajado antes: "¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Joder, sí! ¡Jajaja! ¡Ay, ay, ay! ¡Mierda, qué es eso!".

Algo se clavó en su navaja y terminó con su risa, lo hizo rodar hacia un lado y buscar el objeto ofensivo que tenía metido en el bolsillo trasero. Era un cuchillo. "Ay, maldita sea, olvidé que lo tomé de AV", murmuró para sí mismo mientras se frotaba el trasero herido, tocando una pequeña muesca de metal que había sido el ofensor. No era nada especial, solo una navaja barata con una hoja muy rayada y mangos de plástico a cada lado, parte de los cuales estaban agrietados y pegados.

Se abrió a medias, pero con un movimiento de muñeca se colocó en su lugar, lista para usar. "Supongo que me la quedaré", reflexionó, recordando cómo manejaba sus viejos chooms y doblando la hoja hacia atrás. Avery era uno de los idiotas que le robó en ese entonces, así que ¿qué tenía de malo recibir una pequeña revancha? Después de todo, la revancha es un juego limpio, ¿no?

—Espera... —David hizo una pausa mientras recordaba algo más que podría resultar útil y se volvió hacia el pequeño armario que había frente al baño. Estaba lleno de varias cajas con cosas de su antigua casa que nunca se habían molestado en desempacar, pero él sabía que su madre había escondido algunas cosas allí pensando que él no lo sabía.

Oculto debajo de varias camisas viejas y algunas pilas de correo viejo, lo encontró metido dentro de un calcetín viejo, tal como había estado desde que se mudaron aquí. "Lo siento, mamá, pero creo que podría necesitar esto", se disculpó mientras sacaba el calcetín de su lugar y casi desprendía una pequeña bolsa verde con forma de rana que no recordaba que estuviera aquí antes. Pero con su objetivo en la mano, empujó el objeto hacia adentro y sacó una pequeña y algo compacta pistola Unity del calcetín.

Como cualquier residente de Night City, tenían un arma y, como cualquier madre responsable, Gloria la había ocultado a su hijo lo mejor que pudo. Pero, como cualquier adolescente curioso, David la había encontrado poco después y, aunque podía comprar un Slaught-O-Matic barato de Budgetarms si lo necesitaba, esto no solo era mejor, sino que también le ahorraba cientos de remolinos.