ᯓ ꩜ ˢᴸᴬˢᴴᴱᴿˢ ᵀᴿᴬᴰᵁᶜᵀᴵᴼᴺˢ ꩜ᯓ

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˚₊‧ 𐙚 ‧₊˚ ⋅ Jason Voorhees
ʷʳ: ˡᵉᶜᵗᵒʳᵃ ᶠéᵐⁱⁿᵃ, ⁿˢᶠʷ

ᯓ★୭˚. ᵎᵎ

Estabas muy emocionada por empezar a trabajar en el Campamento Crystal Lake. Habías ido allí de niña y pronto se había convertido en tu lugar favorito del mundo. Trabajar allí como consejera parecía un sueño hecho realidad, y lo fue. Casi todo.

Con entusiasmo, diste la bienvenida al grupo de niños que corrían hacia ti y su abrazo casi te hizo perder el equilibrio. Los sonidos de risa no pasaron desapercibidos para tus compañeros consejeros, quienes luego ayudaron a los campistas a acomodarse. El día transcurrió lento y tranquilo, y nada más que la cálida brisa se llevó los sonidos de las risas.

Pero cuando llegó la noche, también se produjeron una serie de tragedias. Primero, desapareció un compañero consejero con el que no tenías mucha relación. No presentarse al recuento de rutina te alarmó a ti y a los demás, pero como sus deberes eran parte de su comportamiento, nadie le dio demasiada importancia.

Un nudo en el estómago no se movía por más que hicieras para librarte de él. Sentías que algo malo era inevitable, que solo era cuestión de tiempo. Para empeorar las cosas, sentías constantemente que te observaban . Una inquietud se apoderaba del aire tan pronto como llegaba la noche. Te convencías a ti mismo de que los nervios se debían a la nostalgia, que dormir en otro lugar tendía a provocar eso.

A eso de las dos de la madrugada, alguien toca a tu puerta y te sobresalta. Abres de mala gana y ves a tu superior, apoyado en el marco de la puerta, mostrándote una amplia sonrisa.

"Hola, ____" pronunció las sílabas de tu nombre como si fueran miel. Bueno, quizá otra razón por la que estabas tan emocionada por unirte al Campamento Crystal Lake este verano era porque te habías enamorado de tu reclutador, Elliot Scobell.

"¿Te desperté?" Sonaba culpable.

"Bueno, sí, Elliot. Son las dos de la mañana." Te aclaraste la garganta, tratando de reducir la aspereza que tenía. "Oh" se rió entre dientes.

¿Estaba borracho?

Y cuando le preguntaste eso, él te respondió que eras tú el que estaba borracho, así que eso ciertamente respondía a tu pregunta. "Escucha", comenzó a balbucear, "yo y los demás, como Tony, Remy, Chloe y Tamara..." Te perdió en la séptima persona que nombró, "... vamos a tomar algo al bar de la ciudad vecina. Esperaba que te unieras... a mí". Se las arregló para terminar.

"Si todos se van, ¿quién va a cuidar de los niños?" preguntaste responsablemente. "¿Niños? ¿Qué n...? Ah, ¿ellos?" Te burlaste de su respuesta. Parece que el alcohol hizo que la persona que pasó una hora y media sermoneándote durante tu entrevista sobre cómo estos niños son mucho más valiosos que los tuyos, abandonara por completo la responsabilidad.

"Sí, Scobell, ellos. Esa historia que contaste en la hoguera realmente los afectó." Revelaste tu preocupación, abriendo la puerta un poco más. Al verte con tu camisa holgada y tus pantalones cortos apenas visibles, te tranquilizó.

"¿Qué? ¿ Jason? Ah, es solo un mito."

"No te preocupes, ¡volveremos antes de que te des cuenta!"

"No lo sé, Elliot..." Tenías dudas. Los niños ocupaban un lugar especial en tu corazón, especialmente los que conocías hoy. No podías soportar la idea de que algo le sucediera a alguno de ellos mientras estuvieras a cargo de ellos, especialmente porque la sensación en tu estómago era un mal presagio, pero que el chico que te gustaba te invitara a salir... tal vez todo lo que necesitabas era una bebida para calmar tus nervios.