Capitulo 5 : Entre bugs y Corazones [parte 1]

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Martes 28 de febrero de 2017

Una brisa amigable me acariciaba el cabello mientras paseaba, degustando un jugo de sabor naranja que, a pesar de su composición químicamente dudosa, mejoraba notablemente el ambiente. Acababa de salir de la tienda de auto servicio OSSO, y en ese instante, un atisbo de felicidad se apoderaba de mí.

¿La razón de mi alegría? ¿Por qué Mateo Hernández estaba emocionado? El estreno de la nueva temporada de un anime shonen que había estado siguiendo apasionadamente. El shonen es un género peculiar, dotado de una especie de encanto indescriptible. Aunque todas las tramas tienen elementos similares, de alguna manera, nunca dejan de ser cautivadoras.

El protagonista anhela ser fuerte, hay torneos, personajes secundarios encantadores, un amigo serio del protagonista y, sobre todo, batallas con una animación sublime.

"Perfecto, nada va a estropear este magnífico día. Después del club, me dedicaré al deleite del nuevo episodio", pensé, cerrando el puño y haciendo un gesto de victoria, antes de continuar mi camino hacia la escuela.

Las clases habían terminado y las actividades de los clubes ya estaban en pleno apogeo. Como siempre, las puertas permanecían abiertas para permitir a los estudiantes entrar y salir a su antojo. Un vigilante privado aseguraba que ningún intruso irrumpiera en nuestra tranquilidad.

A diferencia de otras escuelas publicas en los que había estudiado, este bachillerato es el más digno de todos. Aunque el mero recuerdo del examen de ingreso me provoca escalofríos.

Existen dos formas de acceder a esta institución: una es superando un examen de admisión, como hice yo. La otra, está reservada para aquellos con recursos limitados. Si eliges esta última opción, debes demostrar que realmente necesitas la ayuda. De todos modos, realizas el examen, pero solo es un diagnóstico.

Al entrar, nadie sabe cómo lo has hecho a menos que lo digas. Sin embargo, aunque se trata de una escuela pública, hay quienes practican el clasismo. No comprendo esa actitud, todos estamos igual de mal, la única diferencia es que tus padres tienen un empleo más estable. ¡No eres de la clase alta!

Al final, las personas siempre buscarán alguna forma de sentirse superiores a los demás, así es como funcionamos los humanos, al menos en la mayoría de casos. Un defecto de fábrica, uno de los muchos errores pre programados por esa entidad a la que llaman dios.

Últimamente, dudo si creer en esa entidad como un ser benévolo, malvado o simplemente una más de las muchas falsedades inventadas por la humanidad para controlar a la sociedad.

Di un último sorbo a mi jugo de naranja, producto de la revolución industrial y con una porción insignificante de naranja real, y lo deposité en el bote de basura al entrar al club. Ya estaba ahí Alicia, inmersa en su mundo, escribiendo código y ensamblando módulos de programación.

La mueca de estrés de Alicia se acentuaba a medida que sus ojos se encontraban con los míos. Sin preámbulos, con una voz cargada de seriedad, dejó caer las palabras como una guillotina: "Mateo, tenemos un problema".

Confundido y un poco juguetón, me acerqué a ella y, en un intento de aligerar el ambiente, solté una broma: "¿Cuál es el problema? ¿Estás estreñida?". Mi comentario fue recibido con un codazo, una señal inequívoca de que la situación era más grave de lo que suponía.

"Alicia, no te pongas tensa. Muéstrame el problema", intenté suavizar el tono, manteniendo la ligereza de nuestra amistad en medio de este caos. Sin perder un segundo, cerró el editor de código y lanzó la vista previa del juego en la consola del sistema. Los logos del motor gráfico inundaron la pantalla, seguidos del menú de inicio, adornado con elementos MOE y medievales, un verdadero festín visual.

¡Mi romcom otaku está mal escrito! [Novela ligera]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora