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Líe

Decidí ir al motel, tenía una cosa que hacer, solo una. Tal vez me arrepentiría y tendría serios problemas con Elizabeth, pero no me importaba con tal de mantener mi matrimonio y mi familia.

El semáforo dió verde y arranque el auto tan rápido como pude, deseaba llegar a ese lugar para terminar con todo esto. Mi mirada se concentraba hacia enfrente, mirando el camino donde no pasaban carros.

Paré el auto de un solo freno, miré a un lado y ahí vi el motel, no era lujoso, un motel cualquiera. Antes de bajar suspiré, después abrí una puerta donde estaban los porta vasos, saqué lo que quería y de ahí abrí la puerta para adentrarme al lugar. Me acerque a la recepción, donde estaba una mujer, joven, castaña y delgada.

"Buenas noches, ¿Tiene ya recepción?" Preguntó con una sonrisa mirándome.

"¿Taylor?" Contesté frío, mirandola a los ojos.

"A claro, la señorita Smith, ¿Es usted el señor Kaulitz?" Anotó algo en su computadora.

"Si."

"Si, una mujer lo espera en la habitación 28." Me miró de nuevo con una sonrisa enseñando sus dientes.

"Gracias." Tomé las llaves que la recepcionista me dejó.

"Que se divierta y disfrute su estancia."

Me dirigí hacia la habitación, recorría los pasillos sin mirar atrás, deseaba terminar con esto ya.

Cuando vi la habitación 28, me dió una ataque de consciencia, me perturbe un poco, comencé a sudar y a perder un poco mi autocontrol. Metí la llave y se abrió está de inmediato.

Pude ver qué el suelo había un camino con pétalos blancos, en la cama había unas esposas, un sombrero de policía y velas en las mesitas de noche. Se comenzó a escuchar una canción, no tenía letra solo era un ritmo, parecía la canción romántica pero a la vez sensual, pude ver cómo salía del baño la figura delgada de Taylor, vestía lencería, el brasier era naranja con encajes y una tanga igual naranja, tenía tacones negros y su cabello suelto.

Comenzó a bailar sensual, moviendo las caderas al ritmo de la canción, al mismo tiempo me miraba y sus manos las pasaba por sus pechos sin dejar de bailar.

Me senté en la cama para mirar un poco, buscaba la ocasión para poder actuar. Taylor se fué acercando sin dejar de bailar, se puso frente a mi poniendo su mano en mi pecho para después pegar sus pechos en mi abdomen, comenzó a bailar me poniendo su trasero en mi abdomen haciendo movimientos al ritmo de la melodía.

"Ya parale, solo voy a cogerte y ya." La tomé de las caderas para poder pararla.

"¿Te gustó?" Me miró atrevida, poniendo su dedo índice en la boca para después chuparlo.

"Terminemos con esto." La mire fijamente, está dió una sonrisa coqueta para empujarme a las cama cayendo acostado boca arriba.

"Ponte las esposas y ponte el gorro de policía, jugaremos a qué soy tu prisionera.." Gimió incandose arriba de mi.

"Claro que no." Fruncí el ceño.

"Si." Taylor tomó las esposas.

"Mejor te las pongo a ti." Sonreí coqueto, quitándole las esposas.

Taylor sonrió, puse las esposas, y tomé a Taylor de sus caderas. Esta con una sonrisa y sus manos esposadas, bajó mi pantalón junto con mi boxer.

Taylor metió mi pene en su vagina y comenzó a brincar, seguido de fuertes gemidos, brincaba sin parar mientras que yo la tomaba de sus manos esposadas. Esta me miró sin dejar de brincar, le devolví la sonrisa tomando con una mano mi pantalón para acercarlo a mi.

She's only mine- New start in New York City Donde viven las historias. Descúbrelo ahora