Volumen 2 capitulo 1

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Volumen 2 prólogo.

Era el segundo día de la semana, en un comienzo incómodo y pesado. Kamijou intento rodar sobre la cama, un movimiento natural mientras dormia, pero fallo. No era su culpa: lo estaban abrazando. Como si se tratara de un koala aferrado a una rama, la monja del habito blanco lo capturo por completo.

— Lo sabía, debi dormir en la bañera como siempre...

Las numerosas noches que había tenido que dormir en la bañera de su apartamento lo acostumbraron a esa situación, así que dormir en la cama se sentía melancólico después de tanto tiempo sin hacerlo.

Después de llegar a casa la noche anterior, kamijou seguía en shock. Su mente inocente(?) de estudiante de preparatoria, que jamás había tenido una interacción cercana con alguna chica, no lograba procesar las acciones de misaka.

Recordando ese momento, donde misaka huyó sin decir nada, kamijou cerro con fuerza los ojos e intento zafarce del agarre. Fue inútil, la monja se había convertido e una especie de nudo marinero.

— (¡Aaahhnn! ¡No lo entiendo! ¿¡Por qué misaka hizo algo como eso!?. No, ¿¡Por qué baje la guardia en primer lugar!?). Maldición, no puedo ni acurrucarme por la vergüenza... ¡Sueltame ya, index!.

— Mmnn... Curry, delicioso... Touma, quiero... Curry para la cena... De hoy...

— ¡No-no-no! ¡Eso es imposible, lo sabes bien, index!. ¡Un manjar como ese no es algo que podamos tener el lujo de comer!. ¡Las migajas y recetas improvisadas son nuestras únicas posibilidades!.

Escucho algo ridículo. Esas palabras lo hicieron olvidarce del problema original por un momento, apresuradoce a detener el sueño de la chica que incluye "curry" como plato principal, para que no sea traído a la realidad bajo ninguna circunstancia.

Su economía no se lo permitia. Su cuenta bancaria se mantiene todo el tiempo con un estándar económico por debajo de lo normal y, por eso mismo, haría todo lo posible por mantenerce con vida usando esos fondos tan escasos.

La chica del habito blanco frunció el ceño con desaprobación por la respuesta de kamijou, a pesar de seguir dormida.

— Touma, suenas... Cómo un viejo tacaño...

— ...Que desgracia...

Kamijou dejo escapar aire lentamente. ¿Tan difícil es entender el por qué de sus acciones?. El es visto por la mayoría como un sujeto que escatima con gastar el mas mínimo centavo en un capricho pasajero. Pero si se viera en una situación de vida o muerte, o alguien se ve en esa posición, no lo pensaría dos veces antes de ofrecer lo poco con lo que cuenta.

Así de dedicado es con su seguridad y la de quienes le rodean.

Pero volviendo a la realidad, si es o no alguien bondadoso, eso no lo hará zafarce de su situación. Seguia siendo envuelto por una manta pesada e inamovible (index), sin una apertura por dónde escapar.

Una única opción se veía viable. Por ese motivo, con su poco rango de movimiento disponible, paseo su mirada en distintas direcciones. Si le pedía ayuda a esa persona, tal vez podría lograr ser liberado.

— ¿Dónde está...?

— ¿Te refieres a mi, humano?. ¿Que pasa? ¿No es suficiente con la biblioteca andante, que también quieres que un dios mágico te abrase a primera hora de la mañana?. Debes de controlar mejor tus impulsos, ¿No lo crees?.

La pequeña persona de no más de 15 centímetros de estatura se asomó por el otro extremo de la cama, con su único ojo inyectado con una irritacion desmedida. Esa pequeña persona es othinus, una ex diosa mágica que ahora vive junto a touma e index en el mismo apartamento.

Cierto desorden afortunado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora