Extra 2

1.4K 99 11
                                    

Pareja: Evie y Dayla
Universo alternativo.
Narrado por Day.

Me encontraba yendo hacia el museo de Auradon pensando en como podría declararme a la chica que me gustaba, estaba tan metida en mis pensamientos que por culpa de eso, choque con alguien.

¡Ay! -Escuche un quejido de parte de la otra persona-

¡Perdóname, no te vi! -Mire hacia su dirección y me encontré con unos ojos avellana los cuales brillaban como estrellas, junto a ese tan característico pelo azul el cual tenía un color tan lindo como el azul del cielo nocturno- Evie, perdón, no te había visto. -Le extendí mi mano para que la nombrada pueda levantarse-

Tranquila Day, igual yo estaba en medio del camino. -Me respondió y tomo mi mano que al levantarse hizo un movimiento en falso y cayó en mi pecho accidentalmente- Ahora soy yo quien debe disculparse. -Me volvió a hablar y ambas nos miramos a los ojos pero se separó, parándose enfrente mío-

Ah, ah, no te preocupes. -Me sentí un poco nerviosa ante esa pequeña interacción que tuvimos- ¿Ibas hacia el museo? -Que pregunta tan tonta, este camino solo va hacia un lugar-

Si, si, iba a ver al espejito que me había dado mi madre y aprovechando, ver su estatua. -Bajo un poco la mirada, note su tono de voz triste- ¿Y tú a qué ibas? Si es que se puede saber. -Levanto nuevamente su mirada viéndome a los ojos otra vez-

Me dirigía hacia ahí solo para despejar mi mente, aunque me estaba arrepintiendo e iba a usar un barco para ir al mar un ratito. -Le conteste con una sonrisa fingida, realmente quería también alejarme un poco de todos, no era mucho de que me guste mi cumpleaños y mañana ya era el gran día-

¿Puedo acompañarte? -Pregunto- Quizás no sea la mejor compañía del mundo, pero así por lo menos no estás sola, aunque si eso quieres puedo irme. -Esto último lo dijo mientras hacía gestos con las manos como si se estuviera muriendo de vergüenza-

Si, si, puedes venir si quieres, podemos ir al museo y luego al barco. -Le sonreí, amaba pasar tiempo con ella aunque no se lo dijera-

Está bien, vamos. -Tomo mi mano y me llevo por el camino, su tacto me hizo erizarme un poco, realmente sus manos eran suaves y cálidas-

Al llegar estuvimos un par de horas adentro, fuimos a ver el espejito antiguo de Evie, la estatua de su madre que al verla se puso algo triste pero logré animarla cuando fuimos a ver fotos de los reyes de todos los reinos. Al terminar todo el recorrido que dimos por el museo, nos íbamos hacia el reino de Corona para usar uno de los barcos, llegamos y enseguida le mostré el camino.

¡Nunca había venido a Corona, es bellísimo! -Empezo a ver todo con emoción- Es todo colorido, los soles que están pintados son increíbles.

Si, mis abuelos habían pintado todo cuando mi madre recién había aparecido en el reino. -Yo iba atrás de ella, quien se emocionaba por cada mínima cosa- Ven a ver esto. -La guíe hasta el gran mural de mi madre de bebé junto a mis 2 abuelos-

Esto es... ¡hermoso! -Grito de la emoción, nunca la había visto tan emocionada por conocer un reino- ¿Hay un mural tuyo con tu familia? -Me pregunto-

Claro, mira. -Señale a una gran pintura donde se veía a mis padres mientras que cada uno sostenía a un bebé- Esa niña castaña soy yo y el rubiecito es Matheo, aunque es algo obvio. -Reí ante la explicación tan innecesaria que le había dado-

Princess Fitzherbert •Descendants•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora