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-¡Kageyama! ¡Ven a jugar conmigo!- Lo llamó el pelirrojo

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-¡Kageyama! ¡Ven a jugar conmigo!- Lo llamó el pelirrojo. Tobio suspiró.
-Bien.- Accedió.

Todos sus compañeros lo vieron sorprendidos.

-¡Yay!- Exclamó el mayor antes de agarrarle el brazo y arrastrarlo al patio del Karasuno para jugar juntos.

-¿Cuánto ha pasado desde que jugaste volley con alguien?- Dijo el más bajo, antes de lanzarle el balón al azabache.
-Unos años.- Dijo, antes de lanzarlo de vuelta.

Kageyama vió el balón volar y caer en los brazos del pelirrojo. El mayor sonreía.

Esa... Tierna sonrisa del tierno Hinata Shoyo.

Sus labios le hacían cosquillas, y cuando finalmente volvió a recibir el balón. Lo sintió.

Una sonrisa.

-¡K-Kageyama!- Exclamó Shoyo. El menor saltó en su lugar por el grito.
-¡Oye idiota, me-!-
-¡A-acabas de sonreír!- Dijo con emoción.
¿Sonrió? ¿Acababa de sonreír? ¿Hinata lo hizo sonreír?

El pelirrojo se lanzóa abrazarlo, mientras carcajeaba fuertemente.

-¡Lo hice! ¡Te saqué una sonrisa, Kageyama!- El menor lo miró, confundido.
-¿Sonreí?-
-¡Sí! ¡Y tienes la sonrisa más bonita que he visto!- Le dijo en respuesta.

Las mejillas de Tobio se calentaron antes de volver a sonreír.

De pronto, ambos escucharon un ave. El canto de un cenzontle.

Fin, ¡Gracias por leer Mockingbird!

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Fin, ¡Gracias por leer Mockingbird!

Mockingbird [KageHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora