𝙀𝙣𝙩𝙧𝙚 𝙙𝙤𝙨 𝙢𝙪𝙣𝙙𝙤𝙨 alice in borderland (2024).
« ¿Me tienes miedo? »
« Soy incapaz de temerte. »
⸺ㅤ.ㅤ ㅤㅤ.ㅤ ㅤ୨୧ ㅤㅤ.ㅤ ㅤㅤ.ㅤ ⸺
En esta 𝒔𝒐𝒄𝒊𝒆𝒅𝒂𝒅 apareció 𝑒́𝑙, el mayor
traidor que he conocido hasta a...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─ Te juro, me encuentro muy mal ─le confesé a mi amiga.
─ ¿Quieres que avise al jefe? ─me preguntó ella sonando bastante preocupada por mi estado.
─ No, tranquila, solo son unos mareos y náuseas, no es tanto, créeme ─traté de justificar.
─ Mhh.. No te creo Ami ─
Antes de poder responderle salí corriendo dirección al baño, donde me metí a uno de los servicios, empezando a vomitar. Realmente odiaba vomitar. Me daba miedo por alguna razón.
Una vez terminé, salí del lavabo y me lavé las manos y la boca mientras me la enjuagaba. Finalmente salí del baño, pero una vez salí, volví a entrar corriendo para volver a vomitar.
Cuando al fin salí, me acerqué a Yui, con ambos brazos envueltos sobre mi estómago.
─ Ami, estas completamente pálida ─dijo mi amiga en un tono de preocupación extrema.
─ Se me pasará, Yui, déjalo estar ─intenté ignorar el hecho de que las piernas empezaban a temblarme.
─ No, Ami, voy a avisar al jefe ─habló ella, antes de que yo pudiera reaccionar y negarme, pero ya había empezado a caminar y no me encontraba en las mejores condiciones físicas como para perseguirla por todo el local.
En unos pocos minutos llegó Yui junto al jefe y ambos se posicionaron frente mío.
─ Yoshida, si te encuentras tan mal, retirate, será mejor antes de que empeore más tu estado y condición física ─habló el jefe también preocupado.
─ No, señor, de verdad que puedo aguantar ─
Yui me agarró cuidadosamente del brazo y me sacó fuera del lugar.
─ Señor, ahora vuelvo ─le dijo al jefe.
Yo simplemente la mire con los ojos levemente entrecerrados, los mareos se estaban empezando a hacer presentes, pero no le iba a decir nada a Yui, no quería que se preocupara más por mí de lo que ya lo había hecho durante lo que llevabamos de mañana.
Ambas salimos del local y nos dirigimos a una pequeña banca al lado del café. Yui me trajo una botella de agua y yo bebí de esta lentamente para no alterar a mi estómago y que las náuseas volvieran.
Después de un rato, conseguí relajarme. Lamentablemente, Yui debía volver al café y se despidió de mí; me dijo que me habría pagado un taxi si tan sólo tuviese dinero, pero para la suerte de ambas, estabamos a final de mes y este trabajo no pagaba demasiado.
Después de estar unos minutos más sentada me levanté con cuidado y empecé a caminar por las calles de Shibuya, donde vi unos fuegos Empecé a marearme de nuevo y las náuseas aparecieron haciendo que tuviese que acercarme a hacer una parada en los baños públicos para volver a vomitar.
