Capítulo 4 #merecidas explicaciones

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Después de que los médicos hicieran algunas preguntas y me revisaran, me trajeron algo para comer y me dejaron en paz un rato. Algo que me pareció bastante extraño, teniendo en cuenta de que estamos hablando de una paciente que está internada en un pinche psiquiátrico. De todas formas no me quejo demasiado, solo me extraña mucho porque me están dando demasiada libertad.

Cabe destacar que en ningún momento me dieron medicamentos, solo calmantes para el dolor de cabeza, suero y algunas vitaminas que me pasaban por una sonda. Además de que no había problema de que Lucas se encargase de mí, lo cual era una sorpresa para todos, ya que la responsable a cargo siempre fue Sara, por más de que yo ya tenga veintiocho años.


***

hace un mes atrás


—¡Feliz cumpleaños Lucia! —¡casi dos años de estar en este maldito centro psiquiátrico! ¡festejemos!

—Gracias por esto chicos, no tenían por qué molestarse... —de verdad esto es horrible.

No voy a decir que no, a veces me siento una mierda de persona por ser tan desagradecida. No cualquiera te viene a festejar el cumpleaños a un centro psiquiátrico. Aún así, esto de verdad es horrible. Realmente no lo estoy disfrutando, me siento terrible debido a las pastillas que me están dando. Algo que aún Mateo no ha podido solucionar aunque ya tengamos todos los resultados de los estudios nuevos que él me pidió. Además de un seguimiento semanal con él como consulta extra, para medir mis cambios tanto físicos como emocionales. Según tengo entendido, vamos por buen camino, pero está tomando más tiempo del esperado.

—Aunque debo admitir que llegamos dos días tarde, pero esas son las reglas ¿No? —Danna estaba molesta porque los obligaron a venir el día de visita que correspondía y no el día de mi cumpleaños como tal.

—No seas grosera Danna, irte al extranjero para ser actriz no te da permiso para ser dramática en este momento, compórtate —Lucas se había convertido en el mediador del equipo desde que ingresé al centro. Ya que yo no tenía el estado mental suficiente para mantenerlos a estos dos a raya. Como solía hacerlo antes.

—Gracias por invitarnos a nosotros también Lucas —mencionó Agus. Debido a que él, Sol, Sofia y Alex me ayudaron a conseguir los informes médicos, Lucas se tomó las molestias de invitarlos también.

—Gracias a ustedes por venir, significa mucho para nosotros que acompañen a Lucia —desde que estoy internada Sara siempre me insistió con que conociera personas nuevas, algo que después de todo, me tomé el tiempo de hacer.

—¡Bueno bueno, apaguemos las luces! ¡Lucia tiene que...!

—¡No! —interrumpí a Daniela sin pensar.

En ese momento todas las miradas se posaron en mí en un silencio incómodo, pero los únicos que entendieron mi gesto fueron Sol, Alex, Sofia y Agus. La mirada de este último decía más de mil palabras. Jamás iba a olvidar lo difícil que fue para él causar el apagón de todo el centro psiquiátrico y aguantar hasta que fuimos a buscarlo. Algo que en su lugar yo no hubiera podido hacer, ya que él le tiene miedo a la oscuridad. Sumado al hecho de ser una persona altamente sensible, por lo que sus emociones son mucho más fuertes que las de una persona que no lo es. Básicamente estuvo con un ataque de pánico desde que provocó el apagón hasta que Sofia lo llevó a su habitación.

—Es que... creo que es algo tonto, además, podría saltar la alarma contra incendios si prendemos la vela. Quizás deberíamos intentarlo afuera...

LuciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora