**Capítulo XXII: El Latido del Tiempo**

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El reloj de la abuela de Lucas marcaba las horas con un tic-tac constante. Era un tesoro antiguo, lleno de historias y secretos. Lucas lo sostenía en sus manos, sintiendo el pulso del tiempo.

—¿Por qué te gusta tanto ese reloj? —preguntó Sofía, curiosa.

Lucas sonrió. —Porque cada tic-tac es un latido. Cada segundo cuenta, y este reloj me recuerda que debemos aprovechar cada momento.

Sofía se acercó y apoyó la cabeza en su hombro. —¿Qué deseas, Lucas?

Lucas miró el reloj y luego a Sofía. —Deseo que nuestro amor siga marcando el tiempo. Que cada latido sea una promesa de eternidad.

Sofía tomó su mano. —Entonces, hagamos que cada segundo cuente. Juntos, escribiremos nuestra historia en los latidos del tiempo.

Y así, con el reloj como testigo, Lucas y Sofía se abrazaron, listos para seguir escribiendo su historia juntos.

" El encanto oculto entre sombras y sonrisas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora