Ella volverá

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Las emociones ya se habían despejado luego de la caída del muro y la muerte de la Directora, el reino entero se enteró de la verdad y la acepto de mejor forma de lo esperado, el caos causado en aquella fatídica noche ya se encontraba en reparación, al igual que cualquier caballero que resulto herido ya estaba en recuperación, entre ellos, Ballister Boldheart y Ambrosius Goldenloin.

Ambos caballeros ya habían arreglado su relación y si bien la primera noche la pasaron en un hospital, ahora ambos compartían en la casa del rubio, desde un principio Ambrosius tenía pensado pedirle a Ballister que se mudara con él, la idea era que fuera después de la ceremonia de nombramiento, pero con todo lo que paso, eso tuvo que posponerse, por suerte, ahora estaban juntos, viviendo en la misma casa y compartiendo cama, finalmente volvían a ser la pareja que eran.

Ambrosius se encontraba preparando el desayuno mientras su pareja terminaba de vestirse, ambos ya habían vuelto a sus labores de caballeros, aunque estas eran por el momento simplemente patrullar a los alrededores de la nueva salida que tenían, todo para darle más seguridad a las personas que aun sentían algo de desconfianza, lo que, a su vez, les dejaba las tardes libres a ambos.

-Huele bien, nada parece quemado esta vez –Ballister abrazaba por la espalda a su pareja mientras ambos reían levemente.

- ¿Crees que todo lo que cocino lo termino quemando? –Intentaba fingir molestia, pero por algo era Ballister quien cocinaba en su mayoría de las veces.

Ambos hombres se miraron antes de juntar sus frentes, esos momentos de pareja entre ellos sin que los molestar eran tan acogedores, pero el olor de algo quemándose los hizo separase y que Ambrosius rápidamente apagara la cocina.

Pudo notar cómo su pareja intentaba no reír –Esta vez no fue mi culpa y siguen estando comestibles –Ponía los huevos en un plato.

Ballister no discutió y ambos comenzaron a desayunar una vez todo estuvo servido, si bien para él caballero de negro cabello todo estaba tranquilo y en orden, para Ambrosius algo lo inquietaba, quería preguntarle algo a su pareja, pero a la vez temía molestarlo, con todo lo que paso, realmente temía volver a hacer algo mal, ya que, si bien todo parecía estable entre ellos en ese último mes, aun temía que Ballister le tuviera algún resentimiento por todo lo ocurrido.

- ¿Ocurre algo? –Le pregunto al rubio al notar como lo miraba.

- ¿Que? No ¿Por qué lo preguntas? –Intentaba desviar la atención.

-Me estas mirando demasiado y con cara de preocupación ¿Hay algo que quieras preguntarme? –Dejaba de comer mientras tomaba una de las manos de su novio.

Miro como Ballister acercaba su mano izquierda a la suya y la tomaba delicadamente, no pudo evitar llevar su vista al brazo derecho de Ballister y estremecerse al ver la prótesis, ya había hecho muchas cosas mal, no quería arriesgar más su relación, pero su novio ya noto que algo lo aquejaba y no dejaría de preguntar ahora que lo noto.

- ¿Vas a ir a buscarla? –Inmediatamente apretó los labios tras esa pregunta, temiendo la reacción de Ballister.

Todo el último mes, Ballister iba solo al bosque a buscar a Nimona, todos los días sin falta, incluso cuando estuvieron en el hospital, él se escapaba todas las tardes para buscarla, en estos días después del patrullaje, almorzaba y se iba por unas horas a buscar a la niña, si bien Ambrosius no sentía celos, si se preocupaba por su novio, porque este buscaba a alguien que no sabían si seguía con vida y si algún día volvería.

Ballister bajo la mirada sin soltar la mano de su pareja –Ella volverá, estoy seguro –Si estaba seguro, pero para su desgracia su voz no mostraba la misma seguridad.

Miro con preocupación al de cabellos negros sin saber que decirle, no podía sonar cruel y decirle que Nimona estaba muerta y era una pérdida de tiempo ir todas las tardes a buscarla, ya que realmente él no podía asumir qué si lo estaba, no quería quitarle esperanzas a su pareja, pero no quería que su vida se consumiera esperándola.

Sin saber que decir, Ambrosius estiro su mano libre hasta el brazo robótico de su novio y lo miro a los ojos, estaba seguro que se notaba su preocupación, pero también el apoyo, lo sabía porque finalmente Ballister le sonrió.

El resto de la mañana trascurrió normal para el par de caballeros, fueron a su patrullaje, el cual no tuvo ninguna novedad, la verdad es que el exterior resultaba aburrido, una vez terminaron realizaron su reporte, se quitaron sus armaduras y volvieron a casa para almorzar, esta vez Ballister cocino, en realidad él siempre preparaba el almuerzo, Ambrosius lavaba los platos cuando escucho que Ballister se preparaba para salir, siempre salía en la tarde, pero normalmente esperaba una o dos horas después de almorzar.

-¿Ya te vas? –Tomaba un paño para secarse las manos mientras caminaba asía su novio.

-Sí, tengo un buen presentimiento el día de hoy –Se le notaba feliz –Espero volver temprano y preparar una gran cena –En su alegría tomaba al rubio por la cintura y le daba un beso en los labios –Nos vemos en unas horas.

Ambrosius se despidió con un gesto de mano, debía estar feliz de que su novio estuviera tan alegre, pero no podía evitar preocuparse por la desilusión que se llevaría si la niña no volvía, "Preparar una gran cena" Lo más probable es que Ballister esperaba tener a Nimona esa noche para cenar, apretó el paño en sus manos pensando en qué hacer si Ballister volvía desilusionado.

Las horas transcurrieron y finalmente Ballister volvió a casa, lucia calmado y de buen ánimo, no parecía desilusionado como los otros días en los que volvía sin la niña, Ambrosius por un momento pensó que Nimona si volvió esta vez, pero rápidamente noto que su novio volvió solo, eso le extraño ¿Por qué entonces Ballister se veía tan calmado? Por unos instantes pensó que tal vez Ballister ya estaba aceptando la situación, pero eso cambio con lo siguiente que le dijo.

-Nimona volverá pronto –Anuncio feliz mientras tomaba de los hombros al rubio.

No alcanzo a responder pues Ballister le dio un apasionado beso en los labios, hacía mucho que no se besaban así, por lo que Ambrosius decidió guardarse sus dudas y preguntas para despues, para asi disfrutar del momento, puso sus brazos alrededor de la cintura de Ballister mientras este llevaba sus brazos alrededor de su cuello, fue un beso intenso que duro menos de lo el rubio quería, pues su novio se separó con algo de rapidez de él.

-Voy a empezar a cocinar, quiero que esta noche tengamos una gran cena –Anuncio con emoción mientras se dirigía a la cocina y le guiñaba un ojo a su novio.

Ambrosius se sonrojo al ver la actitud de su novio, pero no se quejaría, es más, lo siguió a la cocina para ver si lo podía ayudar en algo y si podía tener algo más de esa actitud juguetona y picara con la que volvió.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora