Planeando la boda

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Lo primero que planearon fue la ubicación y fecha exacta del evento, una vez reservaron el lugar decidieron diseñar las invitaciones, tenían claro que tenían que invitar a todo su escuadrón y al consejo, pero también decidieron invitar a otros caballeros y miembros del instituto con los que tenían buena relación.

Ambrosius miraba la invitación en su mano, su padre nunca aprobó su relación con Ballister, por lo cual dejo de hablar con él, incluso después de la caída del muro, ninguno se animó a intentar reestablecer la comunicación, se preguntaba si estaba bien en invitarlo, si su madre estuviera con vida estaba seguro que ella si asistiría, pero con su padre, él si era un hombre conservador, no tanto porque Ballister y él fueran hombres, si no por el legado de Gloreth, que cómo único descendiente él tendría que mantenerlo y eso no se podía con otro hombre, al menos eso pensaba su padre.

Apretó los labios y rompió la invitación con el nombre de su padre, no se arriesgaría a que les arruinara el momento, estaba seguro que Ballister aceptaría su decisión.

Ese día, al llegar al instituto, llamo a todo su escuadrón y les comunico que les tenía un anuncio importante, pero que este sería dado al finalizar las labores del día, por lo que quería que todos se reunieran en ese lugar a la hora acordada, todos estuvieron de acuerdo.

Se dirigió con su prometido y juntos fueron donde el consejo, quienes ya los esperaban con una sonrisa en sus rostros.

-Asumo que han venido a entregar las invitaciones para su boda –Hablo de forma cálida la consejera principal.

-Sí, consejera –Afirmo Ambrosius mientras Ballister le entregaba los sobres.

Uno a uno, él rubio repartió las invitaciones a todos los miembros del consejo, cuando llego al último fue que todos las sacaron del sobre y comenzaron a leer, fueron solo unos minutos en los que la pareja esperaba la aprobación del consejo.

- ¿Ya tiene buffet? –Pregunto una consejera rubia y con lentes –Porque conozco uno muy bueno, créanme, lo contrate para mi boda y la de mi hijo.

- ¿Qué importa el buffet? La boda la planean ellos, lo importante aquí es ver fecha para anunciar el embarazo, estaba pensando en que lo hicieran publico días antes del quinto mes y hacer el baby shawer justo el quinto mes ¿Qué dicen? –Él más mayor del consejo los miraba expectante, esperando una afirmativa.

-En realidad, pensabas terminar con los preparativos de la boda y después de esta ver cuando anunciábamos el embarazo –Hablo Ballister, un tanto confundido por la actitud del hombre.

-Así es señor, con todo el respeto, no queremos que la gente piense que nos casamos solo por el embarazo –Ambrosius no quería escuchar ninguna burla de parte de Todd.

El consejo asintió a la pareja y determinaron ver el anuncio del embarazo después de la boda, Ambrosius se despidió de su prometido y le dio un beso antes de volver a sus funciones, las cuales, hubieran sido más fáciles sin Todd sacando teoría tras teoría sobre cual sería el anuncio de esa noche, incluso pudo escuchar a unas compañeras preocupadas sobre la salud de Ballister, todo porque Todd estaba teorizando que este no volvería debido a su anemia.

Fin de ese día, Ballister ya lo esperaba cuando llego del patrullaje, por lo cual juntos reunieron al escuadrón, ya todos se encontraban reunidos, aun con sus armaduras, los caballeros pusieron postura firme cuando su capitán les dijo que les daría un anuncio muy importante.

-Cómo sabrán, Ballister y yo nos conocemos desde niños, llevamos muchos años de relación y ahora que el reino entero lo ve cómo él héroe que es, finalmente –Miraba a su prometido mientras lo tomaba de la mano izquierda –Hemos decidido casarnos –Alzaba la mano de su prometido para enseñar el anillo de compromiso en esta.

Rápidamente se escucharon exclamaciones de asombro y felicidad, así cómo el grito emocionado de una de sus compañeras, los miembros del escuadrón se acercaron a ellos para preguntarles por la propuesta y cómo fue esta, la pareja intento no dar detalles sobre eso.

-Ambrosius, las invitaciones –Le recordó a su prometido, en parte cómo una forma de que sus compañeros dejaran de preguntar sobre cómo fue la propuesta.

Asintiéndole a su prometido, él rubio comenzó a repartir las invitaciones con su escuadrón, quienes las habrían para leerlas apenas las tenían en sus manos.

- ¿Es en menos de dos meses? –Pregunto impresionada una de las chicas.

-Ja, les dije que este anuncio tenía que ver con la salud de Ballister –Se acercaba mientras ponía uno de sus brazos alrededor de los hombros del mencionado –Seguro esta tan enfermito que él chico de oro teme que muera pronto –Todd tomaba el rostro de Ballister con su otra mano - ¿Tu anemia empeoro? ¿Por eso no traes tu armadura?

Con una mano empujo a Todd lejos de su prometido mientras que con la otra lo apegaba a él –No te hagas el gracioso con eso, brother, Bal es mi futuro esposo, así que lo empezaras a tratar con más respeto –Miraba molesto al castaño.

Todd no estaba en lo más mínimo intimidado por la reacción de su capitán –Calma, chico de oro, solo era una broma, aun con la anemia sé que mala lleva nunca muere –Daba un codazo en el abdomen de Ballister.

Ya había recibido ese tipo de golpes por parte de Todd en el pasado, dolían, pero nunca pasaban de una molestia, pero ahora, aquel golpe se sintió cómo una apuñalada, se encorvo mientras se sujetaba el abdomen, intentando aguantar el dolor el cual parecía avanzar por sus órganos, Ambrosius lo sujeto con fuerza para intentar que no callera al suelo.

-Estoy bien –Miro la repentina preocupación en los rostros de sus compañeros, intento mantenerse de pie por su cuenta, pero un fuerte dolor en su vientre lo hizo caer de rodillas –No estoy bien, Ambrosius ¡llévame al hospital! –Hablo con profundo miedo.

No hacía falta que se lo digieran, incluso antes de que terminara la frase Ambrosius ya lo estaba cargando en sus brazos rumbo a un vehículo para ir al hospital, condujo solo con una de sus manos en el volante pues con la otra sujetaba la de Ballister, quien respiraba con dificultad, apenas llego al hospital entro con el de negro cabello en sus brazos exigiendo atención, al verlo inmediatamente lo pusieron en una camilla y llamaron a la doctora Evelyn, Ambrosius tuvo que quedarse en la sala de espera, esperando respuestas.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora