Rumores

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Era muy evidente que él capitán no estaba concentrado en sus funciones, todo indicaba que estaba pensando en su prometido, para el escuadraron eso era más que claro, por lo que intentaban no molestarlo, aun así, no podían evitar hablar entre ellos sobre lo que creían que pasaba.

Faltaba poco para la hora de almuerzo y Ambrosius decidió que no comería en el instituto con el resto de su escuadrón, realizo un pedido a través de su teléfono y se fue apenas tuvo la oportunidad, almorzaría con su prometido, esto llamo más la atención de los caballeros, no tenían permitido irse a casa durante la hora de almuerzo, se supone que debían seguir alerta ¿Por qué el consejo le dio permiso?

Se trataba de Ambrosius Goldenloin, descendiente de Gloreth, entenderían la preocupación si él fuera el enfermo, pero no lo era y la anemia de Ballister no podía ser tan grave ¿Verdad?

- ¿Y si no es una anemia? –Hablo una mujer de largo cabello pelirrojo, captando la atención del resto del escuadrón –Todos vimos lo mal que se puso cuando recibió ese golpe, Ballister ya está más que acostumbrado a eso, qué tal si realmente está muriendo.

- ¡Por Gloreth! Alexa, Cuando Todd lo dice da risa, pero tú hablas cómo si realmente se fuera a morir.

-Solo digo que ultima mente les han dado muchas libertades, entiendo que el consejo es más "liberal" que la Directora, pero el trato asía Ballister es muy curioso, escuche que él consejero Bautista fue personalmente a ver a Ballister cuando se enteró que este término en el hospital ¿Qué tal si realmente va a morir? Eso también explicaría porque él capitán quiere casarse tan rápido, para mi es evidente, a Ballister no le queda mucho de vida –Terminaba de hablar notando las miradas asustadas del resto.

Estaba a punto de decirles que no pusieran esas caras, que de todas formas a la mayoría ahí no les terminaba de agradar Ballister por sus orígenes de las calles y que muchos no lo consideraban a la altura para estar con Ambrosius, pero al sentir una presencia detrás de ella guardo silencio y agacho la cabeza.

Con temor todo el escuadrón miro a su capitán, quien los miraba de una forma amenazante ¿Ya había pasado una hora? Todos esperaban tener un poco más de tiempo, tontamente pensaron que él rubio llegaría tarde.

-Terminen inmediatamente de comer y vuelvan a sus funciones –Al unísono se escuchó un "Si capitán" –Y, dejen de perder el tiempo con rumores sobre mi prometido, él no morirá –Les daba la espalda para volver a sus labores.

Él no morirá, toda la preocupación y cuidados son por su embarazo, pero ¿Y si este se complicaba? Ambrosius no podía dejar de pensar en lo que leyó mientras estaba en el hospital y lo que investigo por su cuenta, un embarazo no era tan sencillo cómo pensaba inicialmente, intentaba no preocuparse demasiado, pero toda la situación era complicada, el escuchar al resto de caballeros rumorear no le ayudaba en nada, por suerte, Ballister no se encontraba ahí para escuchar esas cosas.

El resto de la semana transcurrió con calma, al menos para Ballister, quien pudo descansar apropiadamente en casa, por su parte Ambrosius contenía las ganas de golpear a uno o dos caballeros que hablaban sobre que Ballister moriría, hasta el momento él de cabello negro no estaba enterado de ninguno de los rumores, pero el lunes la Dra. Evelyn le dio permiso para volver a trabajar, con algunas restricciones, lo que quería decir que a partir del martes volvía al instituto.

Ambos caballeros se encontraban nerviosos, por lo que antes de empezar sus funciones ese día fueron con el consejo para explicar lo que les dijo la doctora, todos fueron muy comprensibles y le dieron permiso a Ambrosius para dejar sus funciones si es que Ballister lo necesitaba.

Ambrosius acompaño a Ballister hasta su lugar de trabajo –Recuerda, me puedes llamar ante cualquier cosa que necesites.

-Ambrosius, estaré bien, la Dra. Evelyn dijo que todo está estable –Vio cómo él rubio apretó los labios no estando convencido –Te llamare si siento alguna molestia.

La pareja se despidió dándose un beso en los labios y cada uno fue a su lugar de trabajo, Ballister se acercó a su escritorio y encendió su computadora, no tenía mucho trabajo, lo cual era raro tomando en cuenta que estuvo fuera una semana, aunque por otro lado podía ser por su estado de embarazo y que termino en el hospital, realmente se tendría que acostumbrar a ese trato, él no estaba acostumbrado a no hacer nada o a hacer muy poco en el instituto.

Apenas se acomodó en su silla cuando escucho que tocaron su puerta, pensó que se trataba de Ambrosius, por lo que abrió sin preguntar, encontrándose con un niño del instituto que debía estar apenas en sus primeros años de formación.

Por un momento pensó que mandaron al niño a pedirle algún informe o algo, pero eso cambio cuando este hablo –Disculpe, Sir Ballister ¿Se encuentra bien? ¿Volverá a sus funciones cómo caballero? –Él niño hablo con un poco de pena, casi con temor de ser regañado.

Sonrió cálidamente al pequeño –Me encuentro un poco enfermo, pero volveré, ahora ¿Tú no deberías estar en clases? –No tenía la intención de regañar al niño, pero el instituto era estricto con la asistencia.

-Me escape –Admitió avergonzado –Escuche a mi prima mayor decir que usted moriría pronto, que todo su esfuerzo fue para nada, quería asegurarme de que se equivoca, usted volverá a ser un caballero –Lo miro con ilusión.

No pudo evitar su asombro ¿El resto de caballeros pensaban que él iba a morir? Bueno, no los podía culpar, realmente no se había visto muy bien los últimos meses, pero que lo hablaran de esa forma delante un niño le molesto.

Le aseguro al niño que él seguía siendo un caballero y que eventualmente volvería a las fuerzas, luego le pregunto quién era su prima, resulto que era una amiga de Todd, eso explicaba algunas cosas, tomo al niño de la mano y lo llevo a sus clases, para ver si así evitaba que le pusieran alguna sanción por escaparse.

Llego la hora de almuerzo y nuevamente tocaron la puerta de Ballister, esta vez sí era quien esperaba, Ambrosius le llevo el almuerzo y se acomodó junto a él para comer y hablar de cómo fue su mañana.

-Pues, parece que el resto de caballeros piensan que voy a morir –Hablo sin darme mucha importancia.

- ¿A quién le escuchaste decir eso? –Llevaba una mano a su frente molesto –Llevo toda la última semana intentando que dejen ese rumor, Bal, lamento que lo escucharas.

-Ambrosius, no te preocupes, es normal que digan cosas, en especial si no saben el motivo –Llevaba una mano a su vientre.

Ambos se rieron, sin duda todos se llevarían una sorpresa cuando supieran lo que realmente le pasaba a Ballister.

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