El Compromiso Se Rompió Y Me Encerraron

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(AVISO: ESTA NOVELA ESTÁ TRADUCIDA POR GOOGLE-SAN, CUANDO TENGA CORRECCIÓN, SE SACARÁ ESTE MENSAJE. SI LEEN, DEBEN ENTENDER QUE HABRÁ POSIBLES ERRORES, ES POR SU CUENTA)

Capítulo 1: Rompiendo el Compromiso

"Por favor, permite que se cancele nuestro compromiso mutuo".

exclamó la joven con los ojos desorbitados por las lágrimas.

Al principio, Elias no entendía lo que le decían. Por un momento, inusitadamente para él, se quedó de pie, totalmente estupefacto. A pesar de no abrir la boca, sus ojos castaños permanecían fijos mientras miraba a su encantadora prometida de arriba abajo.

Era cierto que hoy, él sentía que la atmósfera era de alguna manera diferente de lo ordinario, pero ¿qué estaba diciendo ella de la nada?

"Príncipe Elias. Tú y yo deberíamos terminar nuestro compromiso, por favor".

Elias recuperó la compostura bruscamente después de escuchar las palabras una vez más.

Parecía que no se trataba de un malentendido. Si ese era el caso, no tenía sentido quedarse ahí parado y quedar como un tonto.

Inhala profundamente, exhala lentamente. El rostro de Elias adoptó una sonrisa amable, pero desconcertada, seguida de una voz tranquila.

"Lady Grace. ¿Sería tan amable de explicarme? ¿La he tratado de forma indigna?".

Curiosamente, Elias vio que los ojos de la muchacha se alzaban durante una fracción de segundo. Era típico de ella revelar una expresión inmediata en su rostro. Su comportamiento cambiaba en presencia de un hombre, como le ocurriría a una mujer de tan elevada estatura. Elias pensó que un rasgo femenino como éste era a la vez entrañable y práctico. Para bien o para mal, era sencillo. Vencía a una mujer que mantenía la boca cerrada preguntándose qué tenía en mente o a una mujer que era lo bastante tonta como para intentar manipular a un hombre entre bastidores mientras ponía buena cara.

La cuestión era que Elias parecía experimentar algún tipo de rabia cuando afloraban emociones de esa naturaleza. Elías ofreció una sonrisa principesca y curvó los labios después de notar que a Grace no le pasaba nada, pero interiormente deseó poder chasquear la lengua.

"No tienes ni un solo defecto... Precisamente por eso soy indigno de ti".

La entrañable y ronca voz de Grace tenía fama de ser tan agradable de escuchar como la de un canario. Pero a partir de ahora, Elias empezaba a percibirla como extremadamente irritante.

No obstante, sería superficial ofenderse por algo así, e incluso si Gracia tuviera algo de lo que quejarse, tendría que mantenerse en el estado de ánimo adecuado.

El duque Valmi, sin duda el aristócrata más influyente del vecindario, ha estado mimando a la única hija que le quedaba desde la muerte de su esposa. Y ésa es Grace. Por ello, Elias puso sus ojos en ella, entre todas las demás bellezas. Tras sentar pacientemente las bases de su relación desde que ella era aún una niña inocente, se puso la máscara de un joven apuesto y se le insinuó con palabras dulces y coquetas, lo que le valió la aprobación y la propuesta de matrimonio. Los desafíos por los que pasó fueron indescriptibles.

Grace era hija única del duque Valmi, una distinguida casa noble.

Elias, por su parte, era el Quinto Príncipe.

Aunque Elias creía ser el único príncipe legítimo -el primero había muerto demasiado pronto, y el segundo era poco fiable y estaba enfermo-, su padre, el rey, ya lo había reconocido como tal. Además, su padre evidentemente sentía más afecto y favoritismo por sus sucios hijos con una mujer lujuriosa que por Elias y sus hijos, a los que había engendrado mediante un matrimonio político.