Capitulo 30 Confirmación y culpabilidad

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Hinata llevaba tiempo observando a Sakura vestida de negro sentada en el asiento de la ventana, con la mirada perdida en el suelo. La pobre lloró mucho el primer día que llegó a casa de las Hyuga, se lamentó no haber hecho más para evitar la muerte de su mamá quien ya se encontraba demasiado enferma, también si hubiera revelado la verdad sobre el acoso del pelirrojo, quizá su papá nunca hubiera abierto las puertas de su casa. Perdió a su madre de una manera violenta y el techo que conoce desde niña, todo su mundo cambió por culpa de un psicópata que logró camuflar entre las pocas personas del pueblo monótono. Muchos llegaron a considerarlo una persona servicial y gentil, pero hubo pocos que notaron que algo no estaba bien con Sasori Akasuna, quien resultó ser un criminal oscuro perseguido por varios asesinatos y crímenes vinculados a la mafia del Caribe de las Bahamas. Las personas que sospecharon de su conducta fueron aquellos que pasaron más tiempo a solas con él, y que conocieron sus cambios de personalidades cuando otros no estaban observando. Desafortunadamente el matrimonio Haruno no notó nada extraño en el comportamiento del nieto de Chiyo por la confianza y aprecio que sentían por la anciana, de lo contrario ahora el padre no estuviera llorando la muerte de su esposa y viendo triste a su hija. Las personas del pequeño pueblo estaban enterados de la tragedia, asistirían al funeral y entierro de Mebuki Haruno.

—¿Sakura estás lista? —Hinata no quiso interrumpir los pensamientos de su amiga, pero como hija única debe presentarse una hora antes que todos en la capilla del pueblo. Como alguien que tambien perdió a su madre sabe lo que se siente perder a esa persona que no solo te dió la vida, sino que fue un amigo que jamás volverás a ver y escuchar.

Sakura volteó a verla con un semblante triste. Los párpados de sus ojos estaban hinchados y su nariz rojiza. Quería que este día terminará pronto y descansar por unos días sin que nadie la viera y pregunté cómo sucedió la tragedia.

—Lo estoy. ¿Encontraste las gafas de sol?

Hinata asintió con la cabeza y caminó hasta donde Sakura permanecía sentada. Del bolso de su pantalón negro de vestir sacó un estuche de lentes.

—Puedes quedarte con ellos y la ropa que dejé en la habitación.

—Gracias, Hinata. Eres una buena amiga.

La de ojos perla tomó asiento en el otro extremo del asiento de la ventana. Se sentía mal por juzgar antes de saber la verdad de lo que pasó con el forastero, pues la pelirosa ayer se abrió y confesó el fraude del matrimonio, pero no de que el tal Minato es "Menma", el hermano gemelo del forastero, y que la última madrugada que estuvo con él fueron sorprendidos por los sicarios de una cabeza pesada de la mafia que mató a todos a excepción de ella.

—No tienes porque darme las gracias. Hicieras lo mismo por nosotras porque eso es lo que hacen los amigos, ayudarse mutuamente cuando más lo necesitamos.

Esas fueron las palabras para animarse a revelar la mentira de Minato. Si eran verdaderas amigas debían cuidarse mutuamente y hablar con la verdad. Con los antecedentes de "Naruto", el hermano gemelo, podía tener las misma intención hacia con Hinata. Por ocultar su verdadero nombre confirmaba que así lo era.

—Antes de ir al funeral de mamá quiero que sepas algo que he estado pensando en decirte cuando el momento correcto llegará. Ahora que vuelvo a comprobar que nuestra amistad cada vez es más sólida quiero que lo sepas.

Hinata supuso que hablaría de la relación íntima que tiene con el dueño de la única casa grande del pueblo. Sasuke Uchiha.

—Dime, no sientas pena. No pienso juzgarte. —Tomó una mano y la apretó.

Sakura sintió algo de confusión al escuchar esas palabras salir de Hinata, como si fuera a revelar algo que la hace sentir avergonzada. Sin embargo, no preguntó por qué decía ello y continuó a decir:

Pesadilla (Anti-romántico / EN EMISIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora