Amor De Sangre

Gobierno pt.2

Mi corazón se acelera con forme pasan los minutos. Una parte de mi se arrepiente de haber enviado ese mensaje, pero otra parte de mí sabe que usar a Manjiro a mi beneficio es la mejor opción para que el gobierno me deje en paz de nuevo, al menos hasta que pueda hacerme más fuerte. Lo suficiente como para que no puedan idear planes para atraparme tan fácilmente, y para eso necesito más contactos, con otras mafias y de otros países, no será suficiente con Japón y México, necesito más: Colombia, Italia y Rusia. Eso será de gran soporte para mí

Tener a Manjiro Sano de mi lado no será fácil. ¿Realmente me ayudará?
Confío en que al menos por está vez sea así, ergo sé perfectamente que toda ayuda viene con una paga del mismo valor después, al igual que la carcel nada es gratis. Favor por favor así es esto y Sano no es de los mafiosos a los que puedas burlar fácilmente o no cumplir con tu parte del trato, no. Si llego hasta la cúspide de la pirámide fue por su inteligencia para hacer negocios, su valentía para enfrentarse a los más temidos cuando él a penas era un mocoso de diecinueve años, su osadía de ir retando a cada uno hasta destronarlos y sobre todo la sangre fría corriendo por sus venas para matar a cualquiera que hable de él sin su autorización.

Hacer tratos con él es hacer tratos con el diablo y a mi que me encanta estar en el sendero izquierdo.

Debo de admitir que lo que siento ahora mismo es una descarga enorme de adrenalina, acompañada de intriga por saber lo que me espera en mi futuro.

Siempre me ha encantado jugar con fuego y conozco bien mi destino: arder en las llamas verdes de la hoguera. Pero que puedo decir, me encanta jugar cada día a atarme a la hoguera, esperar que alguien prenda el fuego y saber en cuanto tiempo puedo librarme, al igual que una ilusionista.

-Hemos llegado, Señorita.- Mau es el primero en bajar del helicóptero en cuanto aterrizamos en tierra firme, frente a nosotros tenemos la bodega abandonada en donde se llevarían a cabo "los negocios", es muy grande, la guarida perfecta para una organización criminal, aunque los daños en el lugar me dicen que no se ha usado por años. Desabrochó mi cinturón com lentitud, tratando de perder el tiempo que más pueda hasta la llegada de Manjiro.

-La ayudo a bajar.- Christopher termina por desabrochar mi cinturón rápidamente y quitándome los auriculares con cancelación de ruido. Ellos por lo contrario, no tienen todo el tiempo del mundo, no están dispuestos a perder ni un sólo segundo en vano. Ansian la llegada en donde me cortaran la cabeza y mostrarán frente a todo el pueblo para mantenerlos al margen, mostrándoles perfectamente lo que no se debe de hacer en presencia de Yoshida Kaito-. Es un poco complicado cuando se sube a un helicóptero por primera vez-. Me ofrece su mano para ayudarme a bajar, la cual termino por rechazar, bajando sin ayuda.

-Gracias, pero puedo sola. No es necesaria tanta amabilidad.

-Lo dudo, hoy en día es cuando se necesita de un caballero.-Afirma.

-Lamento informarle que por cada caballero que muere un simio nace y créame que en mi larga vida no he visto ni a un solo caballero.

-No pierda la fé, ya llegará su caballero.

-Oh, Christopher. ¿Quién dijo que busco a un caballero? Yo no soy ninguna princesa.- Le respondo con una sonrisa ladina-. Soy una bruja cruel y despiadada, la cual mata a hombres por diversión, ¿no es eso lo que todas las mafias dicen de mi? No quiero a ningún caballero, quiero a un demonio a mi lado, dispuesto a arder este mundo por mí.- Christopher abre los ojos de par en par a causa de mi respuesta tan sincera, estoy segura de que se imaginaba todo menos eso. Palmeó suavemente su hombro, poniéndome en marcha hacia la bodega. Rio en a penas un sonido audible. Esa persona jamas llegará.

Los "hombres" de hoy piden el cincuenta cincuenta en la primera cita y la cuenta ni siquiera pasa de los veinte dólares.

Idiotas.