III

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Corea del Sur, 1392

El viaje de regreso desde Pyongan al palacio se realizó sin incidentes. El cansancio se notaba en el semblante de Taehyung, pero el hecho de tener a Jimin bajo su cuidado parecía aliviar en parte su agitación.

El joven omega era un enigma para él, alguien que parecía necesitar un cambio radical en su vida, un cambio que él, Taehyung, podría ofrecerle. Sin embargo, el futuro emperador se encontraba más preocupado por los preparativos para su boda con Na-yeon, cuya lealtad empezaba a ser una preocupación.

Al llegar al palacio, el ambiente era más tenso de lo habitual. Los sirvientes y miembros de la corte parecían nerviosos, como si una tormenta estuviera a punto de estallar.

Taehyung se dirigió a sus aposentos para relajarse, mientras Yoongi acompañaba a Jimin a su nuevo espacio en el palacio.

Taehyung estaba a punto de disfrutar de un momento de tranquilidad cuando decidió revisar el estado de su prometida.

Abrió la puerta de su habitación con una mezcla de expectativas y presagio. Lo que vio lo dejó paralizado.

Na-yeon, su prometida, estaba en la cama con otro hombre.

La escena era tan impactante que Taehyung no pudo evitar una explosión de ira. Su corazón latía con fuerza mientras sus ojos se llenaban de rabia. No podía creer que su futura esposa lo hubiera traicionado de una manera tan humillante.

—¡Na-yeon! —rugió Taehyung, con voz cargada de furia. Los dos amantes se apartaron rápidamente, pero el daño ya estaba hecho. Taehyung avanzó hacia ellos con pasos decididos, su mente nublada por la traición.

El amante de Na-yeon intentó levantarse, pero Taehyung lo empujó al suelo con fuerza. Sin mediar más palabras, desenvainó su espada con determinación.

En un parpadeo, el lugar se llenó de gritos y sonidos de lucha. La escena se tornó caótica, con Taehyung moviéndose con precisión brutal. Cada golpe y cada movimiento reflejaban la furia contenida en su interior.

El amante de Na-yeon intentó defenderse, pero fue inútil. Taehyung estaba decidido a hacer justicia por la traición que había sufrido. En cuestión de minutos, el suelo de la habitación se tiñó de rojo. Na-yeon, aterrorizada, intentó huir, pero Taehyung no le prestó atención.

La traición y la ira se desbordaron en una serie de movimientos letales que acabaron con la vida del intruso.

Finalmente, Taehyung dejó el cuerpo tendido en el suelo, mientras Na-yeon lloraba desconsolada en una esquina, ensangrentada después de ser atravesada con la espada del rey, provocándome una muerte lenta pero dolorosa.

Sin una palabra más, Taehyung salió de la habitación, la rabia aún palpitando en su interior. Necesitaba desahogar su furia de una manera que las paredes del palacio no podían contener.

Taehyung salió al exterior, la noche fresca y oscura abrazándolo. Se adentró en el bosque cercano, sintiendo la necesidad de liberar su furia de una manera más primal.

Se transformó en lobo, su forma animal liberando la rabia contenida en su interior. Sus sentidos se agudizaron, captando cada pequeño sonido y olor en el aire.

Corrió sin rumbo fijo, atravesando el bosque con una velocidad salvaje. Su mente estaba en un torbellino de emociones, y el instinto de caza se apoderó de él. Su pecho rugía mientras buscaba algo, cualquier cosa, para desahogar su enojo.

En medio de su frenética carrera, el lobo de Taehyung percibió un rastro inusual. Se detuvo en seco, sus ojos dorados fijos en una figura que se movía entre los árboles.

Era un joven omega, vestido con ropajes improvisados, jugando a ser un príncipe. Parecía completamente ajeno al peligro que se cernía sobre él.

El joven omega, que no debía tener más de 17 años, corría alegremente, su risa resonando en la tranquilidad del bosque. La escena contrastaba marcadamente con el caos interno de Taehyung.

La figura del joven, su inocencia y el juego que parecía estar disfrutando, era una imagen que casi parecía irreal en medio de la tormenta emocional que Taehyung estaba atravesando.

Sin embargo, el lobo de Taehyung no
podía ignorar el peligro que
representaba para el joven omega.

Aunque su mente racional estaba
envuelta en un mar de confusión, su
instinto animal lo alertaba del riesgo
que podría presentar el omega en su
estado actual.

La presencia del joven
parecía una provocación para la furia
que aún ardía en el interior de
Taehyung.

El omega jugaba despreocupado, sin saber que el lobo estaba observándolo. Cada movimiento del joven, cada risa, parecía provocar aún más la rabia del futuro emperador.

Taehyung se acercaba lentamente, sus pasos sigilosos y su presencia amenazante.

La tensión en el aire era palpable, y el lobo estaba a punto de desencadenar una furia que no podría detenerse fácilmente.

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⏰ Última actualización: Jul 30 ⏰

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 𝗔𝗻𝗴𝗲𝗹𝘀 𝗟𝗶𝗸𝗲 𝗬𝗼𝘂 ||ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ||✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora