Cómplice De Tus Caprichos

Chicos, sin duda

Satoru fue descubierto por el profesor de la clase, este se dio cuenta de su presencia cuando el albino exclamó tan fuerte que pudo escucharlo. Como castigo debía permanecer en la escuela hasta las 6 de la tarde haciendo tareas pero eso era poco comparado con lo que vivió Satoru cuando todos los alumnos incluidos Geto y su compañera voltearon a verlo con sorpresa. Era tanta la vergüenza que bajó la cabeza y se puso rojo como un tomate, el chico simplemente aceptó el regaño y se disculpó con todos los presentes para después salir corriendo de ahí, con rumbo a quién sabe dónde.

Ya era horario del almuerzo y Shoko no encontró a Gojo por ningún sitio, quedaron en reunirse para almorzar en la cafetería pero no lo veía desde que salió para ir al baño y ya se estaba preocupando.

-Hola Shoko- Geto la saludó, asustandola.

-¿No has visto a Satoru?- preguntó.

- A eso de las 9 pasó por mí salón, no sé qué hacía ahí pero el profesor lo regañó y tuvo que disculparse frente a todos-

- Por Dios, eso debió ser vergonzoso-

- Lo fue y me sentí mal por él, fue muy incómodo de ver-

La chica se molestó al escucharlo, ese comentario fue muy poco empático para venir del mejor amigo de Satoru.

-Sé más gentil si no quieres recibir una paliza- le advirtió.

- Oye cálmate, también me preocupa su estado, por eso me acerque a tí, creí que estarían juntos- Dijo apenado pero a la vez estaba siendo sincero.

- ¡Qué diablos! Él dijo que iría al baño, no entiendo cómo fue a parar en tu salón- Decía mientras pensaba en las miles de razones posibles que tendría Gojo Satoru para hacer algo así y al unir cabos, recordando su última conversación y la cara que puso el albino mientras decía que a Geto le gustaban los chicos se dio cuenta de lo que pasaba.

-Suguru, ve a buscarlo- Ordenó.

-¿Ahora? Pero si ya casi termina el almuerzo- dudó.

- Sé que tú también tienes curiosidad por saber la razón por la cual Satoru estaba en tu salón, así que búscalo y hablen al respecto- Concluyó, empujando al chico.

- Bien, iré a por él- y salió corriendo de la cafetería.

Ya las clases habían comenzado así que con cuidado de no ser descubierto siguió con su búsqueda. Ya cansado decidió meterse en el baño de chicas y para su sorpresa escuchó los lamentos de alguien. Se acercó con sigilo y miró por encima de la puerta, para sorpresa de nadie allí estaba el albino, sentado sobre el retrete mientras abrazada sus piernas y lloraba. Geto se conmovió con la escena y sin avisar abrió la puerta y tomó al chico entre sus brazos.

- Te busqué por todas partes y de todos los sitios que hay en la escuela jamás imaginé encontrarte aquí-

- Siento causarte molestias-

- Tenías a Shoko preocupada y yo también me preocupé, sabía que no estabas bien por lo que pasó en mi salón-

- Lo siento por interrumpir tu clase-

-No te preocupes por eso, es lo de menos-

Satoru recordó que Geto no estaba prestando atención por charlar con su compañera y rompió el abrazo, se limpió las lágrimas y miró a Geto con seriedad.

- ¿Quién es ella?-

-¿Ella?-

-Sí, tu compañera, con la que hablabas durante la clase-

-Ah, esa era Mei Mei-

-¿Qué tanto se conocen?-

- No mucho pero la escuela nos ha vuelto un poco cercanos, estamos en el mismo club y hasta nos sentamos en la misma mesa del salón-

-Ya veo- Dijo y mordió su labio inferior.

-¿Te gusta?- Preguntó, dejando desconcertado al pelinegro.

- ¿Qué?-

-Que si te gusta ella- Geto entendió y pensó por unos segundos su respuesta.

-¿Estás dudando?- Habló Satoru.

- No, estoy procesando- Hizo una pausa- Ella no es mi tipo- Dijo Geto

- ¿Y cómo te gustan?-

- No me gustan las chicas en general- Soltó.

Gojo quedó sorprendido pero más era su alivio al confirmar cuáles eran las preferencias sexuales de su amigo.

- ¿A qué vienen estas preguntas y por qué estabas en la ventana de mi salón? -

-Pues yo- Satoru iba a hablar pero los gritos de unas alumnas lo callaron, fueron descubiertos en el baño de chicas, ahora ambos tenían problemas.

Los chicos debían presentarse al día siguiente con sus padres si no querían ser expulsados de la escuela, lo que hicieron iba en contra de las políticas de la institución y era castigado con la expulsión pero al ser de familias acomodadas les dieron una oportunidad. Ya eran las 5 PM, faltaba una hora para terminar su castigo, ambos fueron obligados a hacer tareas extras hasta las 6 y ahora estaban solos en un salón mientras un profesor que tenía guardia ese día los vigilaba.

- No entiendo la fórmula del ejercicio 4- Dijo Geto cansado.

- Mira, es así de fácil- Decía Satoru mientras le mostraba el ejercicio resuelto en su cuaderno.

-¿Me dejas copiar?-

- Deberías esforzarte y tratar de hacerlo por tu cuenta, yo no podré ayudarte en el examen-

- Ya sé, ya sé pero déjame copiar esta vez-

-¡Has copiado la mitad de las respuestas!-

-Mira el lado bueno, esto cuenta cómo hacer mis tareas así que estás cumpliendo con tu parte del trato-

- Bien, tú ganas- se rindió.

- ¿Cuándo volveremos al KFC? La oferta sigue vigente y hay que aprovechar.

-Pues no lo sé y de todas formas dudo que nos den permiso después de lo que sucedió.

-¿Y si nos escapamos después de clase?- Propuso Geto.

Satoru lo miraba con el rostro iluminado, le gustaba que él tuviera ese tipo de iniciativas.

- ¿Satoru?- Habló Geto, sacando de su trance al albino que no dejaba de mirarle la boca.

-¿Sí?-  Respondió entre susurros mientras se acercaba más al pelinegro.

- Aún no me respondes, recuerda que te hice dos preguntas en el baño- Dijo con nerviosismo después de tragar saliva y alejar su rostro del de Gojo, este por su parte entendió que lo incomodó de cierta forma y dejó de intentar invadir su espacio personal.

- Tenía curiosidad por saber si te gustaban los chicos o las chicas y al ver que interactuabas de esa forma con esa muchacha lo malinterpreté todo-

- Ella no me gusta de esa forma, la veo como a una compañera, nada más- Ahora era Geto quién se acercaba a Satoru. - Y no, no me gustan las mujeres- Confesó.