2- Un nuevo Comienzo

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Jane se despertó temprano al día siguiente. La luz del sol se filtraba por las cortinas, llenando el cuarto con un resplandor cálido. Neo, su fiel perro, dormía al lado de su cama. Aunque le costaba moverse, Jane sabía que necesitaba levantarse y enfrentar el nuevo día.

Con esfuerzo, se incorporó en la cama y trató de vestirse, pero le costaba mucho. Llamaron a la puerta y era Alex. Aunque todavía se estaba vistiendo, pensó que él podría ayudarla. Jane respondió: "¡Pasa!"

Alex entró y se sonrojó al ver que Jane estaba en proceso de vestirse. "Perdona, no sabía que te estabas vistiendo", se disculpó. "En realidad, me vendría bien algo de ayuda. Me está costando un poco, si no te importa", respondió Jane con sinceridad.

Con cuidado de no tocar demasiado su cuerpo, Alex la ayudó a ponerse la ropa. Después, la ayudó a bajar las escaleras, aunque por poco se caen los dos. Al llegar al comedor, Caroline estaba preparando el desayuno. "Jane, no me hubiera importado que desayunaras en tu habitación. Creo que lo mejor será cambiarte al cuarto de Dylan, que está en la planta baja", dijo Caroline pensativa.

"Siéntate a desayunar. Me gustaría hablar contigo. ¿Has dormido bien?", preguntó Caroline. Jane respondió con sinceridad: "La cama es muy cómoda, pero me cuesta dormir con tanto dolor."

Caroline se sintió incómoda pero quería preguntar algo personal. Mientras Jane se preparaba para tomar una tostada, Caroline soltó: "¿Cómo está tu hermana?" Jane se quedó helada, y Caroline se apresuró a disculparse: "Perdona, es que me llamó el médico. Le gustaría que fueras a verla. Jane, quería decirte que aunque mis hijos parezcan caóticos, son muy buenos chicos y seguro que te llevarás bien con ellos."

Jane volvió en sí tras lo que Caroline dijo sobre Lila. "Parecen buenos chicos", respondió. "Sé que es algo abrumador, pero te acostumbrarás. Tú tranquila, sabes que puedes contarme cualquier cosa."

Después del desayuno, aparecieron los demás hijos para desayunar. Joshua se ofreció a darle un paseo al aire libre a Jane. Pudo observar que Alex y Colin discutían sobre fútbol, mientras Emma terminaba un libro. Lukas, Adam y los mellizos, Liam e Iris, estaban absortos jugando a videojuegos.

El único que no veía era Dylan, lo cual le sorprendió a Jane. Recordaba su mirada fría del día anterior y no sabía cómo iba a hablar con él. Cuando se dirigía hacia la puerta, escuchó a alguien correr hacia ellos. Era Iris. "Jane, me gustaría mucho enseñarte mis medallas de gimnasia. Sé que no son tan impresionantes como las tuyas, pero me haría mucha ilusión que las vieras", dijo emocionada. Joshua intervino: "Iris, Jane estará cansada. Luego se las enseñas."

Al salir de la casa para tomar aire, Joshua le confesó a Jane: "Ella se apuntó a gimnasia por ti. Es muy fan tuya. No pensé que lo sería tanto, perdona." "No te preocupes, no me molesta", respondió Jane con sinceridad.

Después de ver cómo algunos de los hijos de Joshua montaban a caballo e incluso observar el pequeño circuito de gimnasia que Joshua había construido para Iris, Jane sintió melancolía. Le encantaría subirse a una de esas barras.

Todo le estaba resultando difícil, especialmente porque dependía de alguien para moverse. Caroline intentaba que Jane se sintiera cómoda, pero Jane sabía que no se sentía completamente a gusto. Finalmente, Caroline la dejó en la cama, y Jane pasó el día leyendo.

Caroline le pidió a Dylan que le subiera la comida a su habitación. Jane, pensando que era Caroline, dijo que pasara, pero al ver que no era ella, se puso nerviosa. Dylan, con voz dura, le dijo: "Aquí tienes tu comida. Mi madre ha dicho que si necesitas algo, le mandes un mensaje o nos digas a uno de mis hermanos." Jane respondió: "Muchas gracias."

Sin decir nada más, Dylan se fue. Poco después, Neo llegó, habiéndose quedado con Caroline para que lo alimentara y lo sacara al jardín.

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