Jane estaba muy nervioso más que cuando llegó a la casa. Hoy era el primer día de escuela después del accidente, y aunque llevaba días preparándose mentalmente, la ansiedad había crecido dentro de ella hasta convertirse algo que presencia día a día. Alex, como siempre, estaba a su lado, ayudándola en cualquier cosa y siempre con una sonrisa cálida que hacía que se sintiese más segura. A veces se preguntaba que habría sido de ella si Alex no le hubiese ayudado en la casa.
Por otro lado, estaba Dylan que pasaba por delante de ella, siempre manteniendo distancia con ella y siempre siendo ese chico rudo y frío que le demostraba a todo el mundo. La conversación en el cuarto fue la última, aunque ella sentía que casa vez que estaban cerca sentía su mirada.
Cuando llegaron a la escuela, todas las miradas fueron dirigidas hacia los hermanos. Jane se sentía algo mejor sabiendo que no llamaba toda la atención aunque eso también le preocupó. Intentó tener la cabeza alta, como lo había hecho desde el accidente. Le dijo en voz baja Alex -"Recuerda Jane, no les des el poder de que te destrocen, eres mucho más fuerte que eso"-. Jane asintió, pero su mente seguía divagando. ¿Qué estaría pensando Dylan ahora mismo? ¿Qué piensa sobre toda está situación? ¿Por qué le importaba lo que él pensara?
Las primeras clases pasaron sin incidentes, pero en la clase de educación física, mientras observaba desde el banco, escuchó a un grupo de chicos reírse y murmurando. Entonces le escuchó decir a uno de ellos -"Mírala, la pobrecita gimnasta ya no puede ni caminar"-.
Jane sintió el calor subirse a su rostro. Antes de que pudiera reacciones o contestarlos, cruzó su mirada con Dylan que estaba en la otra punta del gimnasio, vio como cruzaba el polideportivo con rapidez.
Se pusó enfrente suyo y les respondió -"¿Algún problema?"-. Su voz era cortante y su mirada era muy fría que a cualquiera le daban ganas de salir corriendo. Los chicos se quedaron en silencio, siguió diciendo Dylan -"¿Nada que decir ahora?"-. Jane lo miraba con asombro, ya que no se esperaba que Dylan la defendiera, pero entonces se dio cuenta que Dylan era muy popular en la escuela y nadie se metería con él por eso no le respondían.
Cuando terminó la clase, Jane fue a buscar a Dylan. Lo encontró en el patio, solo tomando el sol en el cesped apoyado a un árbol. Jane dijo acercándose -"Gracias por lo de antes"-.Dylan levantó la vista, sus ojos verdes con toques marrones los cuales se había fijado la primera vez que lo vio, esos ojos estaban fijos en los de ella.
Dylan respondió encogiendo los hombros -"No lo hice por ti, solo que no soporto a los idiotas. Y tú tampoco deberías"-. Su tono era áspero, pero había algo más, algo que Jane no estaba entendiendo.
Cuando intentó preguntas, se acercó un chico -"Jane, ¿Estás bien?"-. preguntó, su rostro mostraba una mezcla de preocupación y curiosidad. Jane se sentía aliviada cuando aquel desconocido preguntó como estaba, porque era la primera vez que alguien se lo preguntaba aparte de Alex. Jane al final preguntó -"Perdona, pero ¿nos conocemos?"-. Ese chico respondió -"Perdona que no me haya presentado, soy Ethan muy amigo de estos hermanos"-.
Jane respondió -"Sí, gracias a Dylan"-. Ethan respondió -"Eso es muy extraño, Dylan no hace nada por nadie"-. Dylan hizo una mueca de desgrado y se fue, sin decir nada.
Durante el almuerzo, Alex se acercó a Jane con una sonrisa -"¿Cómo va el día? ¿Va todo bien?"-. Jane asintió, no le contó lo sucedió porque su mente estaba en otra parte. Alex continuó diciendo -"Escucha, Jane,"- cambio su tono a uno más serio y prosiguió diciendo -"Sé que todo esto no es fácil para ti, pero quiero que sepas que si necesitas algo o simplemente hablar sabes que puedes contar conmigo"-. Después de que le dijese eso Jane se fue hacía la siguiente clase.
Jane
Seguía pensando en lo que le había dicho a Dylan que sus acciones y palabras no eran las mismas. Entonces se dio cuenta que realmente no entendía a los chicos, se sintió al recordar a su hermana, la cual en estas situaciones le ayudaría mucho para sus enigmas mentales.
Cuando terminó la última clase del día, se dirigió hacia la salida de la escuela. Necesitaba un momento a solas para procesar todo lo que había pasado. Los pasillos ya se estaban vaciando, y de repente, se dio cuenta que Ethan estaba caminando a su lado.
Preguntó Ethan -"¿Estas bien?, se te ve algo pensativa"-. le respondí -"Si perdona"-.
Continuó Ethan -"Me gustaría invitarte a un zumo a mi bar preferido"-. Le respondí -"Ethan no te ofendas, pero no te conozco"-. Él me respondió -"Justo por esa razón te invitó, para conocernos"-. Al final accedí a ir con él.
Dylan
Desde el otro lado del pasillo, estaba recostado contra una pared, como si no estuviera prestando atención, pero sus ojos no se podían separar de la conversación que estaban teniendo Jane y Ethan. Apareció Colin a su lado y le murmuró -"Ahí va Ethan, haciendo su magia"-. Le respondí apretando la mandíbula ligeramente -"No me importa"-.
Colin se empezó a reír -"Claro tío, por eso mismo no has dejado de mirarlos desde que han empezado a hablar"-.
No respondí, pero había algo dentro que me estaba quemando. No entendía porque me afectaba que Jane estuviese hablando con Ethan y más cuando a él lo conocía desde pequeños. ¿Era por como ella le sonreía y se reía con él? ¿O porque Ethan siempre parecía ser el tipo perfecto? No paraba de tener esa idea en la cabeza, aunque no lo iba a admitir en la vida.
Alex
Estaba buscando a Jane, para asegurarme que su primer día había terminado bien, pero cuando la vio hablando con Ethan, algo en su pecho se aplastó, pero no le di importancia y se acercó igualmente -"¡Hey, Hola Jane, Hola Ethan!"- puse el tono más alegre que me salió.
Jane y Ethan se giraron hacia él. Ethan me sonrió y me saludó con un golpe amistoso en el hombro. Ethan siempre le había caído bien. -"Alex, estaba invitando a Jane a nuestro bar preferido, ¿te vienes?"-. Al principio no iba a acceder, pero al mirar a Jane no dude dos veces y acepté, así que asentí ante esa propuesta. Respondió con -"¡Genial, cuantos más mejor!"-.
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Mi nueva vida
RomanceTras la trágica muerte de sus padres, Jane ve desmoronarse su sueño de convertirse en la mejor gimnasta del mundo. Según el testamento de su madre, Jane debe ir a vivir con la mejor amiga de su madre, quien tiene ocho hijos. Ahora, Jane se enfrenta...