See You In August

Capitulo 2: Cuando den las doce

"Si algún día te vas no pienso perseguirte"

Esa frase daba vueltas por mi cabeza una y otra vez, fue el momento en el que Kyle me había llevado a pasear en su auto nuevo comprado por su salario de su nuevo trabajo como abogado, que obviamente su "papi" se lo había conseguido y mientras teníamos una de esas tantas tontas peleas yo desabroche ese maldito cinturón para largarme de ahí, al mismo tiempo en que el se me había adelantado agarrándome del brazo diciéndome dicha frase, pero en ese entonces no me importo porque yo lo amaba y el me amaba y entonces todo lo que el decía estaba bien para mi. Grave error.

Caminaba con rapidez recto y sin rumbo alguno esperando olvidar todo lo que acababa de pasar, no se para donde me estaba yendo pero sabia que llegaría algún día a lo que yo llamaba casa.

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La puerta hizo un crujido espantoso avisando a todos mis vecinos cercanos del edificio que ya estaba en casa, más no tenia a nadie que se alegrara por mi llegada. En estos tipos de momentos en los que vuelvo a casa, y no hay nada mas que mi computadora, mi pequeño televisor de los años noventas y mis paredes llenas de grietas, es cuando deseo con locura volver a ver a mi familia siquiera solo una vez antes de ese espantoso accidente.

Extraño tanto las caricias de Ginger sobre mi piernas cuando llegaba a casa, y los gritos de mi mamá hacia mi hermano para que no haga nada estúpido o a mi padre con sus lentes y su cafe en su mano mientras me recibe con un cálido abrazo y un beso en la frente y seguimos charlando, en realidad era mas una discusión, sobre lo amargo que se siente su cafe, que debería ponerle un poco de leche y de lo "decepcionado" que se siente de mi por haber tenido una hija que no le gusta el cafe puro.

Pero eso ya no importa, ellos ya no pueden estar aquí devuelta, no los puedo traer de la muerte, a nadie. Ni a Ginger.

Deje la pequeña cajita de carton que Gladys habia envuelto con tanta delicadeza en la encimera de mi cocina, la cual era pequeña pero no tanto como para que no sirviera, al igual que mi departamento.

En este pequeño lugar, considerado un monambiente, todo era pequeño pero suficiente, fue la única cosa que pude comprar con lo que herede de mis padres al morir. Al morir mi familia cree una pequeña ciudad de incredulidad dentro de una burbuja en donde fingía ser feliz y que todo estaba bien, en donde los pilares de este eran mis mejores amigos y mi novio.

Pero hoy, 18 de febrero a las 23:40 hs,oficialmente esta pequeña ciudad se acaba de derrumbar,la ciudad que con tanto esfuerzo construí para poder estar bien y no destruirme en el camino. La burbuja se rompió y ya no puedo fingir que estoy bien, porque no lo estoy.

Sin querer pensar en nada mas, porque al fin y al cabo sigo teniendo esta mala costumbre de ignorar los problemas a mi alrededor ,agarre la cajita de carton y la abrí mostrándose en su interior una hermosa rebanada de pastel de chocolate cubierta de merengue blanco, es la rebanada que no pude comer en la cafeteria horas antes; la serví en un pequeño plato de porcelana que me recordaba tanto a mamá, me senté en mi cama y prendí el televisor que estaba posicionado justo frente a mi, pasaban un programa de talk show,ese donde invitan a celebridades y los entrevistan, es uno de los pocos que me interesan ver.

Cuando estaba a punto de comer lo recordé, rebusque sobre mis bolsillos y encontré la pequeña vela blanca que llevaba en el pantalón para poder ponerlo en el pastel, y así lo hice. Lo prendí y me quede mirando la llama de la vela por un buen rato.

"Con nosotros esta noche estará un actor de talla mundial para hablar con nosotros Sam Carter, no se lo pierdan ya volvemos" resonaba en mi departamento la voz del conductor de fondo pero no le di mucha importancia, simplemente estaba recordando lo que me dijo mama cuando era apenas una niña.