Camille
—Espera, espera. —Emily levantó una mano, deteniéndome con su característico dramatismo—. Déjame ver si entendí bien... ¿Stefan, simplemente por escucharlos hablar, se molestó? —Nos miró a Kai y a mí alternativamente, con una mezcla de incredulidad y confusión.
—Sí. —Kai asintió con visible fastidio—. Se puso a buscar pelea donde no había.
—Eso es muy extraño viniendo de Stefan. —Emily frunció el ceño, claramente intrigada.
—Pues al parecer se va a volver costumbre. —Resoplé, cruzándome de brazos—. Se atrevió a amenazarme, Emily. ¿Amenazarme?
—Tal vez solo estaba cansado. —Intentó justificar, aunque su tono denotaba que no estaba del todo convencida—. Ayer llegaron demasiado tarde de la fiesta, venían pasados de copas.
—¿Y eso a mí qué? —La miré con escepticismo, levantando una ceja—. Sus problemas, desvelos o lo que sea no justifican que me haya hablado así. Ni siquiera le estábamos haciendo nada.
—Lo sé, pero... no deja de parecerme raro. —Emily se mordió el labio, como si estuviera considerando algo.
—¿De qué lado estás? —Le solté, algo molesta por su aparente intento de defenderlo.
—Del lado de ninguno. —Dijo con firmeza, cruzándose de brazos—. No voy a tomar partido ni hacer favoritismos en un problema que es claramente entre ustedes dos. Simplemente... no es común ver a Stefan actuar de esa forma. Algo debe haberle molestado en serio.
—No sé cómo lo soportas. —Kai intervino, sacudiendo la cabeza con incredulidad.
—No me ha tocado lidiar con esa actitud. —Emily se encogió de hombros, despreocupada—. Y si llegara el momento, créeme, también lo mandaría a la mierda.
Kai dejó escapar una risa sarcástica mientras yo volvía a suspirar.
—Bueno, pues para mí ya quedó claro: Stefan es un tipo arrogante y molesto. —Sentencié, tratando de poner punto final al tema.
Emily me miró con una mezcla de diversión y resignación.
—Solo digo que, tal vez, haya algo detrás de esa actitud. Pero como dije, no me voy a meter.
Antes de que pudiera responder, la campana sonó, marcando el inicio de la siguiente clase. Nos levantamos de la mesa, cada uno tomando sus cosas mientras Kai murmuraba algo acerca de evitar a "ese tipo" en lo posible. Emily, por su parte, lanzó una última mirada curiosa hacia la puerta de la cafetería, como si esperara que Stefan apareciera en cualquier momento.
Yo solo quería que la clase me distrajera de toda esa situación. Aunque una pequeña parte de mí seguía revolviéndose al pensar en sus palabras. ¿Por qué se había puesto así? ¿Y por qué me afectaba tanto?
Salimos de la cafetería y caminamos por los pasillos en dirección a nuestras aulas. Emily no podía quedarse callada, como era de esperarse, y Kai se limitaba a asentir mientras ella soltaba una teoría tras otra sobre el comportamiento de Stefan.
—¿Y si simplemente tiene un problema contigo, Camille? —propuso Emily, ajustándose la mochila en el hombro—. Tal vez eres como su kryptonita o algo así.
—¿Qué? —fruncí el ceño—. No soy kryptonita de nadie, Emily. Solo es un arrogante que se cree el centro del universo.
—Sí, pero... —Emily hizo una pausa dramática, moviendo las manos como si intentara encontrar las palabras exactas—. Hay algo raro. Nunca lo había visto tan... molesto por algo tan trivial.

ESTÁS LEYENDO
Un romance al estilo cliché
RomanceCamille Zabriskie tiene todo lo que cualquiera podría desear: belleza, inteligencia, y una fortuna que la rodea de lujos. Pero detrás de su apariencia impecable, se esconde una joven reservada y distante, que ha aprendido a mantener a todos a raya p...