La ambición puede ser tanto una bendición como una condena. Lo aprendí creciendo entre las sombras de un apellido que cargaba siglos de historia y poder. Zabriskie no es solo un apellido; es una sentencia, una responsabilidad que pesa como un yugo sobre los hombros de quienes lo portamos. Soy Camille Everly Smither Zabriskie, la hija de Raynald Zabriskie, líder indiscutible de la Élite, un selecto grupo de familias que controlan los pilares económicos de la nación. Durante generaciones, nuestra familia ha ocupado la cúspide de esa pirámide, y con ello, ha acumulado enemigos entre sus propios aliados.
Desde que tengo memoria, mi vida ha sido un tablero de ajedrez, donde cada movimiento debe ser calculado, cada palabra medida, y cada relación, una herramienta o una amenaza. Estar bajo la tutela de mi padre fue como ser forjada en fuego; él no me enseñó a ser hija, sino líder. Sin embargo, la verdadera guerra comenzó cuando su legado quedó oficialmente en disputa. La junta de sucesión no era solo un paso formal hacia el poder, sino una arena donde los herederos eran expuestos, analizados y juzgados.
Mi llegada a esa sala fue recibida con desdén. Sus miradas eran dagas afiladas, sus palabras, veneno disfrazado de diplomacia. No era bienvenida. No me querían allí. Y sin embargo, mi presencia era innegable. No podía permitirme titubear. Con cada palabra, con cada mirada, tuve que demostrarles que no solo era la heredera legítima, sino también la más digna de todos.
Pero la Élite no es solo un club exclusivo. Cada decisión, cada movimiento, está lleno de conspiraciones, traiciones y alianzas temporales. No solo debo enfrentar a mis enemigos externos, sino también a los internos: mi propia familia. Entre ellos, no soy más que otro obstáculo a eliminar.
No fue diferente en la sala de juntas ese día. Baxter, uno de los ancianos más influyentes, cuestionó mi capacidad. Jared, el secretario leal de mi padre, intentó proteger información que consideraban inapropiada para mí. Y mi padre, con su mirada fría y autoritaria, observaba desde la cabecera, evaluándome con una mezcla de indiferencia y expectativa.
Pero lo que nunca entenderán, es que soy más que una pieza en su juego. Soy la jugadora. Soy la hija de Raynald Zabriskie, pero también soy Camille, y haré que mi nombre resuene con tanta fuerza que el eco se quede para siempre.
En este mundo, solo sobreviven los fuertes, los astutos y los despiadados. Y si eso significa arrancar las raíces de mi propia sangre, lo haré. Porque al final del día, solo hay una verdad que todos debemos aceptar: el poder no se hereda. Se toma.
A.J
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Un romance al estilo cliché
RomanceCamille Zabriskie tiene todo lo que cualquiera podría desear: belleza, inteligencia, y una fortuna que la rodea de lujos. Pero detrás de su apariencia impecable, se esconde una joven reservada y distante, que ha aprendido a mantener a todos a raya p...