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Acababa de llegar a Brasil, estaba súper cansada por ese viaje tan largo, apenas llegué me acordé de escribirle a Richard que ya había llegado, empecé a caminar por el aeropuerto buscando la salida para irme al hotel donde me iba a quedar cuando a...

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Acababa de llegar a Brasil, estaba súper cansada por ese viaje tan largo, apenas llegué me acordé de escribirle a Richard que ya había llegado, empecé a caminar por el aeropuerto buscando la salida para irme al hotel donde me iba a quedar cuando a lo lejos veo a un chico alto con tatuajes y un cartel que decía "Bienvenida a Brasil, mi Meli" quedé literalmente boba, también llevaba un ramo de lirios y un peluche, es la escena más linda que he visto en toda mi vida, no supe ni como reaccionar, pero cuando él me notó sonrió de la manera más bonita de todo este mundo, no sé si yo estoy muy tragada o la sonrisa de Richard es demasiado bella, empecé a caminar hacia él mientras mi corazón se aceleraba cada vez más ¿Qué debería decirle? No quiero quedar como una weba enfrente de él, antes de que pudiera decir algo, él habló

—Hola Meli —dijo con una sonrisa. Hace años no escuchaba mi nombre de la voz de él, ahora sí me volví más fácil que la tabla del uno

—Hola Richard, ¿y todo esto? —le pregunto, intentando ocultar los nervios tan hptas que tenía

—No, pues quería demostrarle lo feliz que estoy de que usted esté aquí conmigo— me dijo él mientras no dejaba de mirarme de esa forma que me ponía nerviosa. Él me pasó las flores y el peluche que tenía. 

—¿Lirios? Se acordó de mis flores favoritas —le dije y me muero internamente, ¿Después de todo este tiempo no lo había olvidado? 

—Nunca lo olvidé —me dijo él y yo no pude evitar sonreír.

—Venga, le ayudo —dijo y tomó mis maletas y me extendió la mano para que la agarrara

—¿Y eso por qué o qué? —le pregunto cómo intentandome a hacer la difícil, pero yo sé que con Richard esa palabra en mi vocabulario desaparece apenas ese Man me mire 

—La voy a llevar —me dijo él y pues qué le podía decir que no? Pues no 

—Oigan a este, convencido, ya vienen por mi —dije, haciéndome la rogada 

—No se haga rogar, camine pues —dice él y me agarra de la mano y salimos del aeropuerto para después llegar a un carro que vale más que mi casa entera

Antes de que pudiera abrir la puerta él la abre por mí, tan lambón, pero tan bello al mismo tiempo, me montó al carro y apestaba a su loción, sentí cosas de mujer, él se monta a los segundos y empieza a conducir, sentía que me miraba mucho así que me daba vergüenza y empecé a mirar por la ventana las calles de Brasil hasta que él rompió el silencio 

—¿Sigue en pie lo de la charla? —dijo y yo me volteo para mirarlo 

—Pues, si usted quiere —le digo y otra vez me siento nerviosa. 

—Mire, inicialmente yo le quería pedir perdón por todo lo que pasó entre nosotros, yo era un pelado y aparte super inmaduro y no tuve en cuenta para nada sus sentimientos y de verdad lo siento mucho, no sabe lo arrepentido que estoy de haberla perdido a usted y haber perdido esa conexión tan bonita que teníamos y en serio quiero arreglar las cosas con usted porque yo a usted la quiero mucho y en serio que la extrañe bastante —me empezó a decir Richard, sus palabras se escuchaban sinceras, pero me da miedo que sea la típica parla que le mete a uno un Man, pero era Richard lo conocía y en serio se escuchaba arrepentido, pero aún había una duda en mi cabeza.

Destiny; Richard Ríos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora