Inspirado en el cuento de la Bella durmiente de Disney.
-Ahora pónganme atención- exclamo Worreldane alzando ambas manos en dirección a la bebé -La princesa crecerá tan hermosa y dulce, quien la vea la amara enseguida- hizo una pausa dejando el luga...
Por fin su dolor de cabeza estaba empezando a disminuir.
-¿No te lo han dicho esas hadas secuestradoras?
-¿Decirme que?-
-Ellas te secuestraron hace 16 años de tus padres biológicos y yo he venido a rescatarte- Worreldan le dedicó una dulce sonrisa extendiéndole la mano. Llevarse a Nasiens también era parte de su plan. Uno que por fin después de largos dieciséis años pondría en marcha.
Sin embargo Nasiens no le creyó. Sus tías eran incapaces de hacer tal atrocidad, él confiaba en ellas.
-¿Seguro? Por qué yo misma te puedo demostrar lo contrario, solo toma mi mano-
Esto es ridículo. Pensó Nasiens de manera rápida. No iba a creerle a una completa extraña. Era mejor pedirles una explicación a sus tías.
-No te creo- fueron las palabras de Nasiens y se dio media vuelta para ignorar a aquella mujer. Porque por alguna extraña razón esa mujer le daba muy malas vibras y quería estar lo más alejado de ella.
Pero fue un gran error de calculo porque tan pronto como empezó a caminar aquella mujer lo toco del hombro y para cuando se dio cuenta el paisaje había cambiado por completo y ahora se encontraba completamente rodeado de unas hermosas paredes blancas con toquecitos dorados.
¿Qué había hecho esa mujer?.
No comprendía nada de lo que estaba sucediendo. Y para cuando le iba a reclamar a esa mujer ya había desaparecido dejándolo completamente solo en el pasillo.
Al final no le quedó de otra que buscar a alguien para pedir indicaciones y fue cuando quedó frente a un gran espejo y lo que vio lo dejo completamente helado.
¿Quién era esa chica que se reflejaba en aquel espejo?
No podía ser él. Tenía que tratarse de un mal sueño. Si, eso es. Estaba soñando.
Sin embargo un golpe de realidad lo hizo reaccionar en cuanto se dio una fuerte cachetada. Esto sin duda no era un sueño, estaba pasando en verdad.
De forma inmediata sus manos se dirigieron a su corto cabello que había crecido ligeramente y a sus pronunciados pechos que ahora adornaban en su cuerpo. Todo era real. No estaba en el mundo de los sueños.
Cayó al suelo al percatarse de que tal vez aquella maga no se equivocaba. ¿En verdad había sido secuestrado por sus tías?. Sin duda alguna tenía que hablar con ellas tres para que le aclararan ese hecho de una vez por todas. No podía quedarse con la duda más tiempo, necesitaba respuesta y las necesitaba ahora.
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Y aquí otro capítulo de esta linda historia.
Disfrútenlo y gracias por su apoyo con sus lindos votos.
