2.- ¿ᴇʀᴇꜱ ᴜɴ ᴀᴄᴏꜱᴀᴅᴏʀ?

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Aʟᴄɪᴅᴇs

Me termine de alistar y al llegar a la sala que a la vez es cocina me encuentro con Quintín, que sigue con cara de menso por la Charito.

Quintín y yo hemos sido amigos desde chiquillos a los cinco años y vivimos juntos, somos de un pequeño pueblito y con unos amigos que son ahora esposos nos fuimos para la ciudad porque se gana un poquito más.

- Quita esa cara de menso, que se nos hará tarde. - le digo a Quintín y le pegó en el hombro.

- Ay compadrito, sigo recordando lo de ayer. - me dice meneando todavía la cuchara adentro de su taza de café. - Esa mujer me trae re loco.

- Se te nota Quintín.

- ¿Y qué tal te fue con el hijo de la gorda esa?.

Quintín no tiene ningún filtro al decir lo que piensa aunque es bien ofensivo, que le dijera y criticara su peso me molestara, como si fuera Brad Pitt el wey.

- ¿De Rosaura?.

- Ándale, de ese chamaco de pelos tiesos.

Me acorde de ese muchacho y lo recordé como a uno de los tipejos que me asalto, lo reconocí por sus ojos, pero cada vez que me acuerdo de sus ojitos se me hace un revoltijo en el estómago y solo miro a la taza de Quintín.

- Me fue bien con César, es agradable. - digo sin mirar a Quintín, pero sé que le vale si no lo miro.

- ¿Y a dónde se fueron que no los había visto?.

Puedo decir que fuimos por un elote y a bailar pero sabía que malinterpretaría todo, hasta acusaría al pobre muchacho de algo que no era por culpa mía.

- Nos fuimos a caminar por la feria y a unos juegos, no ganamos nada.

- Que mal por ti manito. - remoja su pan en el café. - Bueno ya vámonos que se nos hace tarde.

Me fui por mis cosas y por la de Quintín, ya que a él se les olvida, además de que llevaríamos también a Yurley a la inmobiliaria que nos contrató porque ella también trabaja ahí pero como conserje.

[...]

Estamos en nuestro trabajo que es pintar la barda de una casa inmobiliaria, mientras trabajo me encuentro con una mujer demasiado hermosa.

- Buenos días Alcides.

- Buenos días Barbara.

Barbara, un hermoso nombre como ella, es un sol de persona,una maravilla, que mal por ella que está casada con un miserable que la trata mal.

Todo se encontraba muy tranquilo hasta que entramos a la casa y veo que entran dos jóvenes, y uno de ellos es César.

- ¡Mamá, Mamá!.

- Jenny, ¿Qué pasó? - Rosaura se encontraba sentada en su escritorio, ella es secretaria y se levantó acercándose  por la quien es su hija.

- Mi papá está mal, está en un hospital hay que irnos para ver si es grave o no.- Dice la joven.

Rosaura tomó su bolsa y estaba por irse.

- Ustedes vayan, yo no pienso ir a verlo.

- César es nuestro papá, ¿Cómo eres así de inhumano?. - le reprocha la chica.

- Ese señor no es mi papá, nunca a dado la cara por nosotros y nos abandonó por una mujer más joven.

Quintín y yo escuchamos, no pensé que tuvieran esos problemas.

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⏰ Última actualización: Aug 02 ⏰

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𝓜𝓮 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪𝓼 𝓶á𝓼 𝓺𝓾𝓮 𝓾𝓷 𝓮𝓵𝓸𝓽𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora