La nueva.

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(𝗧𝗮𝗻𝗷𝗶𝗿𝗼)

Las vacaciones de verano habían terminado, y aunque que sabía que después me arrepentiría, en el fondo estaba emocionado. Este iba a ser mi segundo año de preparatoria y también, el penúltimo.

No podía esperar más, en cuanto sonó la alarma me levanté de la cama y fui al baño a darme una ducha. Me bañé y me lavé los dientes por último salí con una toalla para cambiarme y ponerme el uniforme.

Al terminar de alistarme salí corriendo hacia la cocina, en el camino pasé por la habitación de Nezuko.

- ¡Nezuko! ¿Estás despierta?- Grite sin abrir la puerta.

- ¡Hmmm!- Se escuchó detrás de la puerta.

Entendí de inmediato que Nezuko estaba lista también así que corrí para empezar a preparar el desayuno y también nuestros almuerzos. Poco después terminé y llamé a Nuzuko para que baje.

- ¡Nezuko, ven a desayunar!- Grite para que me escuchara.

Segundos después Nezuko bajo con su uniforme y se sentó a comer los onigiris que yo había preparado.

La vi comer feliz y en silencio.

Nuestros padres viajaban mucho así que Nezuko y yo siempre estábamos solos. Nezuko no puede hablar mucho, aunque si sabe decir muchas palabras aprendió a hablar tarde así que por costumbre es muy callada y casi siempre se limita a asentir y negar con la cabeza. Actualmente Nezuko tiene 14 y yo 16, así que como hermano mayor siempre me encargo de cuidarla lo mejor que pueda.

Terminamos de desayunar y yo lavé los platos, luego recogimos nuestras cosas y salimos de la casa para ir a la escuela.

Salí de la casa con Nezuko agarrada de la mano, ella iba a otra escuela así que pase a dejarla antes de ir a la mia.

Al llegar a la puerta de la escuela de Nezuko me despedí con un abrazo y le dije que volvería por ella a la salida.

- Cuidate mucho Nezuko.- Dije con una sonrisa.

Antes de irme vi como un chico pelirubio con puntas rojas se acerco a mi hermana.

- Nezuko ¿Como estás?- Preguntó saludando. Nezuko solo asintió y entraron.

Luego de eso comencé a correr para no llegar tarde. Cuando al fin llegue a la escuela estaba dando vueltas sin rumbo fijo por el patio antes de clases cuando una voz me llamó.

-Gompachiro ¡Por aquí!

-¡Holaaa, Tanjiro!

Al voltear en dirección al sonido pude ver a mis amigos, Zenitsu e Inosuke. Me acerqué a ellos feliz.

- Tanjiro, te extrañé tanto.- Dijo Zenitsu lloriqueando mientras me abrazaba.

- Zenitsu, nos vimos la semana pasada.- Dije con algo de obviedad.

- Hola chicos ¿Me extrañaron?

Todos nos dimos la vuelta de inmediato con curiosidad pero la curiosidad se volvió felicidad cuando vimos a otro amigo saludar.

- ¡Genya!- Dijo feliz Zenitsu para abrazar al pelinegro.

- ¡Genya! Es bueno verte otra vez.- Me uni a su felicidad.

- ¿Que tú no habías muerto ya?- Dijo Inosuke arruinado el momento.

- ¿Que?- Genya lo miraba muy desconcertado.

Genya había ido a visitar a sus padres a estados unidos así que no lo vimos durante las vacaciones, todos sabíamos eso a excepción de Inosuke, ya que a este le habían prohibido usar su teléfono por dos semanas al inicio de las vacaciones por armar un alboroto en la fiesta de fin de año, es por eso que cuando fue a casa de Genya una vez para invitarlo a salir con nosotros, su hermano le abrió la puerta y pues, digamos que a este no le caía muy bien el Hashibira (aunque no le caía muy bien casi nadie) y le dijo que Genya habia muerto para que dejara de molestar. Nadie esperaba que el Hashibira de verdad se lo creyera.

¿¡𝗣𝗿𝗲𝗺𝗶𝗼 𝗱𝗼𝗯𝗹𝗲!?/𝘔𝘶𝘪𝘵𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora