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Empecemos esta historia de la manera más insensible posible.

Había desaparecido mi primo mientras estaba en el trabajo mientras estaba preparando a un paciente que debía operar, de preferencia hacia meses atrás. Normalmente, una vez acostumbrado, no debería surgir ningún problema.

Pero la llamada que recibí minutos antes, me obligo a seguir la operación como si nada pasase y eso es lo pasa, nadie debe saberlo.

¿Cómo paso? Algunos de los que trabajan para nosotros, dijeron que se perdió, otros dicen que aparecerá en cualquier momento y otros como yo, piensan negativamente.

Fue un éxito la operación, aunque mi cabeza no estaba donde debería estar, no fue una operación complicada, todos actuaron correctamente.

Pero mi cabeza estaba con mi exasperante primo, siempre hacia lo que quería, le importaban una mierda las reglas, casi siempre nos comparaban.

No podía importarme menos, las caras juzgadoras que me daba mi primo, los empujones y los jalones en mi cabello cuando nadie nos veía.

Todo era falso en nuestra casa, la mínima interacción iba cargada de consecuencias negativas hacia ti.

Tiras un jarrón, recibes una cachetada.

Haces ruido, te encierran por horas en tu cuarto.

Rompes las reglas, terminas con moratones bien escondidos por tu cuerpo.

Fácil y sencillo.

Era más fácil obedecer para no salir perjudicado, siendo el hijo que "debes ser" por el bienestar de tu familia en un futuro. Algo injusto si me lo preguntan, pero nadie te hace la pregunta adecuada, que tu estas deseando de contestar por demasiado tiempo.

Me llamo Kang Yeosang, soy el hijo menor, heredero de esta familia a la que debería de querer. Y el que debería de pisar a los que son menos que nosotros para que nadie crezca a nuestro lado.

Es vomitivo el cómo me han inculcado esa frase desde los cinco años.

Me llamo Yeosang y se supone que debo ser inalcanzable.

Soy Yeosang y debo ser el mejor en mi campo.

Soy Kang y estoy cansado de esto.

Soy... soy... soy... ¿Quién soy?

Adoro bailar mientras cocino, me gusta ayudar a las personas pero nadie me pregunta que debería ser y que me gustaría hacer.

Todo este peso que llevo alrededor de mi cuello, en mis dedos de la mano, pesando demasiado y siento que me ahogan en un mar lleno de decepciones constantes, en dónde, obligatoriamente me tocó nacer.

¿Qué estás haciendo solo y hablando solo? –una voz algo más gruesa me sacó de mis pensamientos haciendo que vea al sujeto estrechando mis ojos-.

Miré la calle a mi lado, llena de luz pero sin gente, en cambio miré donde estaba solo hace un momento, después de salir de la operación. No había luz, estaba sucio y era probable que alguien te asaltase sin ningún problema porque nadie te vería. De vuelta hacia el sujeto, que parecía tranquilo y aburrido en mi presencia, apenas y le distinguía nítidamente, supuse que era fuerte, aparentemente, cabello rubio deduje por la escasa luz que alcanzaba desde la calle.

Teníamos casi la misma altura, pero preferí no pensar en eso en este momento.

¿Por qué lloras? –Me sobresalté cuando el toque de su voz fue algo más fuerte, al ver que yo no conteste en ningún momento-.

𝐤𝐢𝐭𝐬𝐮𝐧𝐠𝐢 - 𝐬𝐚𝐧𝐬𝐚𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora