Capitulo 3

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De una u otra forma Offroad recobró la fuerza en sus piernas, y con el instinto de supervivencia y la adrenalina burbujeando en su interior lo único que hizo fue correr, correr como si su vida dependiese de ello.

No se detuvo a esperar un autobús, directamente corrió en dirección a su casa, cruzando calles y avenidas en tiempo récord siendo observado, con extrañeza, por algunos transeúntes.

Paró cuando sus piernas empezaron a fallar y su respiración se volvió errática.

Su mente estaba en shock y no le permitía pensar en absolutamente nada más que huir y llegar a un lugar seguro, que en su caso era su casa.

Volviendo a juntar fuerzas, trotó otros pocos kilómetros hasta que soltó un suspiro al visualizar aquella construcción tan conocida para él a pocos metros de distancia. Durante todo el recorrido, cada cierto tiempo, giraba su cabeza para asegurarse de que aquel sujeto no lo estuviese siguiendo.

De forma rápida entró a su casa, colocando ambas manos en su cabeza tirando un poco de su castaño cabello. Sin más, se dirigió a su habitación, y fue ahí cuando su cerebro explotó.

Lo único claro que se repetía en su mente era un "¿Qué tengo que hacer?"

Incrementando un poco su ansiedad empezó a murmurar en voz alta.

- ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer?- Se encontraba girando en círculos. - La policía ¡Eso, debo llamar a la policía!- Empezó a sacar su celular deteniéndose antes de escribir cualquier número. - Pero él vio mi rostro, si llamo a la policía, él me buscará y asesinará.- Una risa nerviosa brotó de su garganta.- O tal vez...tal vez vi mal ¡Sí, seguro vi mal! No le hizo nada, sólo una pelea callejera. Ya necesitan un aumento mis gafas.- Continuaba caminando en círculos evitando caer en un ataque de pánico, no tenía ni idea lo que debía de hacer.

-¿Hijo?- La somnolienta voz de su padre hizo que se detuviera y pusiera rígido dirigiendo su mirada a su progenitor que se estaba asomando desde la puerta levemente abierta.

-Hola, papá.- ¿Debería decírselo a su padre? No, no debía involucrarlo, a nadie de su familia.

-¿Éstas bien? Te noto un poco ansioso.

-Sí....estoy bien sólo que.....¡Me persiguió un perro! Digo, me persiguió un perro de la parada hasta aquí, era uno muy grande e intimidante creo que era callejero, corrí mucho, pero estoy bien, no me hizo nada porque fui más rápido, sólo ando un poco asustado, eso...eso es todo.- Cuando se ponía extremadamente nervioso decía más palabras y hablaba más rápido de lo normal. Su padre lo miró mientras bostezaba.

- De acuerdo, mejor ve a dormir para que se te pase el susto. Hasta mañana hijo, descansa.- Y sin más el mayor se retiró. Era casi media noche y Offroad seguía inquieto.

Fue hasta que toda la adrenalina se esfumó de su cuerpo cuando, aun vestido, se acostó en la cama.

Luego de un par de horas su cuerpo no resistió todas las emociones de aquella noche y cayó dormido sin llegar a una respuesta clara a su situación.

La mañana del domingo llegó más pronto que tarde y el consternado rubio despertó. Sentía su cuerpo pesado y como si no hubiese descansado en lo absoluto.

Por el momento, decidió dejar su mente en blanco, no queriendo tener una crisis tan temprano.

Bajando, ya con ropa más cómoda, se encontró solamente con su madre quien preparaba el desayuno.

-Buenos días, cielo.- Saludó ésta con una cálida sonrisa dándole un rápido vistazo antes de volver a poner su vista en la sartén de la estufa.

-Hola, mamá.- Se sentó en una silla de la cocina contemplando la espalda de la mayor perdido en sus pensamientos.

Ambos estuvieron en silencio durante un par de minutos hasta que su madre volvió a hablar haciéndolo volver a la realidad.

- Offroad, recuerda que mañana nos vamos a Krabi. Y tu padre y hermana estarán ocupados terminando algunos asuntos de sus trabajos para estar completamente libre, así que quería pedirte un favor.- El viaje, se le había olvidado por completo.

-Sí, claro.- Lo que menos quería en esos momentos era salir de su hogar.

-Quiero que vayas al centro comercial a comprar algunas cosas que hacen falta para el viaje.

-Está bien.- Dijo levemente jugando con sus manos.

-De acuerdo. Desayunas y después te doy la lista con el dinero para que vayas.- Sin más, continuó con su labor como la chef de la familia.

Desayunaron los cuatro después de media hora, todos conversaban tranquilamente menos el pecoso, cosa que no era del todo extraña así que no hubo preguntas hacia su persona.

Offroad teniendo que cumplir con lo pedido por su madre, posterior a arreglarse, salió rumbo hacia el centro comercial más cercano, el cual en autobús estaba a quince minutos de distancia.

Queriendo no estar mucho tiempo rodeado de personas desconocidas, llegado al lugar no se demoró más de una hora dentro del gran establecimiento mientras luchaba contra su timidez al momento de tener que interactuar con los empleados de cada tienda donde tuvo que comprar, cumpliendo en conseguir todos los artículos escritos en la pequeña lista que le había brindado su madre.

En ningún momento dejó de pensar en su situación. Pero esta vez su mente comenzó a rememorar la escena una y otra vez en su cabeza, llegando a visualizar aquel rostro que observó por: sólo unos segundos pero que, hasta ese momento, se dio cuenta que estaba grabado nítidamente en su mente ocasionándole un escalofrío. Repitiéndose constantemente que si no decía nada sería el cómplice de un asesinato, cosa que poco a poco le dio ganas de vomitar.

"Tengo que hacer lo correcto, debo ir con la policía y dar un retrato hablado para que lo encuentren." Pensaba Offroad, mientras se dirigía a la salida del centro comercial con la mirada gacha metido en sus pensamientos.

Estaba dispuesto a dirigirse al departamento de policía en ese mismo instante para declarar los hechos de la noche anterior cuando chocó con algo.

O más bien alguien.

-Oh, discu....- Quedó congelando en el acto.

Frente a él estaba aquel tipo del callejón, el supuesto asesino, viéndolo impertérritamente.

Adicto a ti - DaouOffroad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora