Capítulo 11

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Ya llevaba casi un mes en su nuevo "hogar" y Offroad se encontraba bastante confortable, en ese poco transcurso de tiempo.

Seguía a lado de Somchai Cherinsuk y Chopper. Al saber que él no era el único que se sentía cómodo junto a ellos.

La convivencia era armónica, y rápidamente le tomó un leve cariño al dueño de la casa y a su mascota. Acoplándose de poco en poco, aunque siempre recordando que aquello era temporal.

De vez en cuando añoraba todo, incluso seguir estudiando. A esas alturas ya todos habían vuelto a la universidad, y se preguntaba cómo estarían Diamond y Geler, sonriendo levemente al recordar sus buenos momentos juntos, sólo deseaba que se encontrasen bien.

Si bien se debía mantener oculto, no era necesario que se encerrase en aquel lugar y nunca saliera, de hecho, de vez en cuando lo hacía al pasear a Chopper o ir de compras por pedido de Som.

No había sabido más de Daou desde el momento en el que se marchó, pero aún seguía rondando en su memoria sin que él mismo lo quisiese.

Hoy debía sacar a pasear a Chopper, por lo cual arregló todo para salir, no sin antes avisarle a Som, quien le dijo que tuviera cuidado.

Ya tenía varios minutos deambulando, cuando se sintió observado, algo que anteriormente ya le había ocurrido unos pocos días atrás, volteó para todos lados, pero a diferencia de los anteriores días, visualizó finalmente a un hombre con gorra y lentes mirándole fijamente por milisegundos, para después desaparecer entre la gente que pasaba.

Offroad trató de no darle mucha importancia para no entrar en paranoia. No quería entrar en pánico por algo que seguramente no era nada fuera de lo normal, y siguió con su trabajo de pasear al pequeño canino, aunque con un mal presentimiento brotando desde su interior.

La tarde ya estaba a punto de desaparecer, por lo que decidió emprender su regreso.

- Offroad, se me olvidó decirte antes de que te fueras pero ¿Podrías ir al supermercado? Ya casi se acaba el pan.- El supermercado se encontraba a pocas cuadras, así que no vio el problema, se estaba acomodando una chamarra, yendo hasta donde se encontraba el rellenito señor.

El nombrado leía tranquilamente el periódico en una mecedora hasta que volteó a ver al contrario mientras le dedicaba una leve sonrisa.

-De acuerdo, ahora vuelvo.-Se despidió dirigiéndose a la puerta de salida.

- Hasta al rato, Offroad.-Escuchó desde la sala.

Salió no sin antes acariciar la cabeza de Chopper como despedida para el pequeño animalillo.

Se encaminó al supermercado al tener que comprar el pan. Mientras caminaba por las calles sintió nuevamente esa sensación de cuando alguien te observa. Tratando de no alarmarse, dio un profundo suspiro y continuó su camino. Entrando al establecimiento empezó a avanzar entre los grandes pasillos del lugar, comenzando a ver con curiosidad algunos productos. No había mucha gente por lo cual no se preocupó tanto por ser reconocido por alguna persona indeseada pero mientras caminaba vio a dos sujetos entrar al establecimiento, aunque lo que realmente lo alertó fue ver como el mismo hombre que había visto hace rato entraba seguido por un acompañante. Con el pánico comenzando a dominar su cuerpo logró esconderse entre unos estantes antes de que fuese visto.

Las alertas se dispararon, viendo como el sujeto respondía una llamada, pero no podía escuchar absolutamente nada.

Con la respiración empezando a acelerarse Offroad tomó el celular que le había dado Som, única y exclusivamente para emergencias y marcó rápidamente al solitario número guardado en los contactos.

-¿Offroad? ¿Qué ocurre?- Se oyó la voz del señor de forma seria, al dar dos tonos.

- Me...me están siguiendo.- Respiraba erráticamente, los sujetos estaban buscando con la mirada algo, y ese algo seguramente era él.

- Offroad, mantén la calma, ¿Cuántos son?

- Dos, uno está hablando por teléfono, es...estoy escondido.

- Trata de perderlos y ven para acá. Nos han encontrado.- Eso último lo dijo más para sí mismo que para el menor.

Se cortó la llamada y con sus piernas temblorosa empezando a caminar, disimuladamente, hacia la salida del supermercado. Fue un milagro que no fuese visto por los contrarios.

Lo más sigiloso que pudo, y con el corazón en el puño, emprendió marcha a la casa lo más rápido que pudo, metiéndose en distintas calles como distractor.

Mientras cruzaba la calle que daba de frente al recinto, recibió un mensaje desde el pequeño y genérico celular.

[Marca a este número 6862481. Chopper y yo estaremos bien.]

Nada más terminar de leer el mensaje de Offroad, una explosión provocó que callera al suelo un par de metros atrás. Las alarmas de los automóviles estacionados a la redonda comenzaron a sonar.

Miró horrorizado el panorama, aquel lugar que lo había resguardado todos esos días, se encontraba destrozado mientras las llamas refulgían entre la obscuridad de la noche.

No escuchaba nada a su alrededor, sólo un constante pitido por el drástico sonido de detonación, ni siquiera sentía adolorido su cuerpo, quizá por la adrenalina que sentía su cuerpo entero.

No se podía mover, pero al voltear ligeramente la cabeza, vio nítidamente como un auto desconocido doblaba la calle dirigiéndose directamente hacia él a una velocidad alarmante.

Sus instintos de supervivencia provocaron que se pusiera en pie y empezara a correr, con la mayor velocidad que sus piernas le permitían, pensando posibles vías de escape.

Aún con el celular en mano, marcó, con algo de dificultad, el número que había en el mensaje.

Después de tres tonos, respondieron.

-¿Dónde estás?- Esa era la voz de Daou, no había duda.

- No..no lo sé, un auto me está siguiendo.- Respondió agitado, con lágrimas en los ojos deteniéndose en un callejón.

- Enciende tu GPS.- Offroad obedeció al instante con sus manos temblorosas.

-Y...ya.- Respondió a los diez segundos.

- Escóndete, ya vi tu ubicación.- Se cortó la llamada.

Adicto a ti - DaouOffroad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora