Capitulo 8

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Sudor frio escurría por la frente del menor, temblando y respirando agitadamente empezando a balbucear y estremecerse. Estaba teniendo una pesadilla, algo no tan extraño en el castaño, pues su personalidad le hacía temerle a muchas cosas, y desde que era niño ese tipo de sueños lo afligían de vez en cuando. Y ahora con todo lo que le había estado pasando, era de esperarse que volviesen las pesadillas y un poco más fuertes.

- Oye ¡Oye! Despierta.- Sintió como recibía un golpe en la mejilla no tan fuerte como para lastimarle pero si para que volviera a la realidad.

Despertando sin reaccionar a lo que pasaba y con lágrimas en los ojos abrazó a la persona que lo había despertado, no tenía conciencia de lo que hacía, sólo quería sentirse a salvo y su hermana era la que solía reconfortarle luego de un mal sueño.

Cuando finalmente se calmó, abrió muy grande sus ojos, apartándose del contrario, quien se había dejado abrazar, pero quedando inmóvil sin responder al contacto.

-Yo...yo lo siento, es..es que tuve una pesadilla.- Disculpó quitándose las lágrimas que sobraban de su rostro mientras se sonrojaba.

-Como sea, ya es tiempo de irnos.- Dijo el mayor levantándose del suelo ágilmente.

Offroad se maldijo internamente por su acto tan infantil y patético. Suspiró para levantarse e ir desperezándose, colocándose, al mismo tiempo, su par de gafas que milagrosamente no se habían dañado en todo ese tiempo, y que aún portaba con él, cuidándolas con su vida ya que sin éstas estaría perdido.

Otro día en aquella verdadera pesadilla.

Diez minutos después, ambos ya se encontraban dentro del auto y en marcha hacia un lugar desconocido para Kantapon. Tenía la mente en blanco, simplemente observando el paisaje.

Hora tras hora el camino era cada vez menos, ninguno de los dos decía absolutamente nada.

En ningún momento Offroad durmió de nuevo, siendo acompañante del piloto quien seguía con el rostro levemente fruncido. El menor de vez en cuando observaba el rostro contrario de reojo. No quería admitirlo, pero el hombre era alguien atractivo, cosa que lo perturbó un poco al estar analizándolo de esa forma al saber que se trataba de un criminal.

El auto, después de algunos minutos más, fue desacelerando hasta ser completamente detenido.

-Ya llegamos.- Dijo el mayor bajando del auto, haciendo que el menor reaccionase.

Offroad suspiró pesadamente antes de bajar y dirigirse hacia una casa de lo más acogedora a simple vista.

- Daou, vaya vaya, cuanto tiempo.- Un hombre de edad considerable, los recibió en la entrada de la vivienda.

"¿Daou? Ese es su nombre" Pensaba Offroad al finalmente hallar la respuesta a una de sus múltiples incógnitas. El nombrado sin inmutarse pasó al interior de la morada, seguido por el menor con la cabeza gacha.

El ambiente era relajado, y se podía oler el café recién hecho. Mientras pasaban a la sala, escucharon un par de ladridos acercándose, hasta que pudieron visualizar a una mata de pelos café dirigirse hacia ellos.

El animalito rápidamente fue a por el más joven quien se sorprendió y dejándose se agachó para acariciarle.

-Le agradas. Mucho gusto soy Somchai Cherinsuk, pero puedes decirme Som. - Saludó el gentil hombre.

Levantándose un poco, Offroad tímido sonrió amablemente al señor.- Soy Offroad Kantapon.

-¿Está arriba lo que te pedí?- Interrumpió el tal Daou.

-Sí, pero cuidado, la última vez me rompiste un jarrón muy caro.- Dijo despreocupadamente el señor, sonriéndole a Offroad e indicándole con una seña que tomara asiento.

-De acuerdo, ahora vuelvo.- Desapareció de la vista del menor quien tomó asiento frente al señor.

-Bueno, creo que el gruñón, ya te ha explicado que haces aquí, ¿Verdad?- Offroad simplemente asintió. - Pues realmente no hay mucho que decir, sólo deberás mantenerte aquí por un tiempo.- Continuó explicando Som mientras acariciaba a su perro, el cual se había echado junto a su dueño.

Kantapon no era de hablar mucho y menos con un total desconocido, pero la situación lo ameritaba, así que inhalando profundamente decidió comenzar a cuestionarle al contrario muchas de las preguntas que se había estado acumulando en su mente a lo largo de esos días.

-Yo...¿Cuánto tiempo estaré aquí? - Dijo el menor cohibido, pero la presencia del señor mayor le transmitía confianza, no parecía alguien peligroso, sin embargo, no se quiso dejar llevar.

-La situación está un poco delicada. Lo siento, muchacho, pero no sé cuánto tiempo dure.

-¿Usted sa...sabe qué él es un criminal? - El señor lucía como alguien agradable y normal, algo que ciertamente le sorprendía, llegando a pensar que el pobre hombre no sabía sobre las cosas que hacía el tal Daou.

- No sé muy bien que pasó realmente con ustedes dos, pero lo único que te puedo decir es que no todo es lo que parece.

- Pe...pero él asesinó a un hombre.- La mirada de Offroad vislumbraba algo de temor.

- No creo que haya sido un buen hombre. - Offroad quedó desconcertado, pero ya no pudo hacer más preguntas.

- Som, me quedaré una semana aquí, necesito que las aguas se calmen un poco.- El pelinegro ingresó nuevamente a la sala, interrumpiendo la conversación.

- Perfecto, en unos momentos estará la cena.- El mayor se levantó con ánimos hacia, lo que suponía Offroad, era la cocina.

El menor no sabía qué hacer, hasta que su anfitrión apareció nuevamente.

- Oh que tonto, se me olvidaba. Daou ¿Puedes llevar a nuestro nuevo inquilino a su habitación?- Después de eso desapareció nuevamente.

El nombrado sin decir nada emprendió marcha adentrándose en la casa, Offroad rápidamente le siguió el paso. Subiendo unas escaleras, llegaron hacia una habitación pequeña pero acogedora.

- Aquí es, en el closet debe haber alguna ropa que te quede. Tal parece que la necesitaras después.- El contrario hizo el ademán de irse.

- Gracias.- Soltó Offroad mirándole levemente a los ojos.

- ¿Por qué me agradeces?- Cuestionó Daou, con una ceja alzada.

- Bueno...yo..no sé.- Ambos quedaron en silencio por unos segundo. El mayor sólo asintió y se retiró.

- La comida ya está lista.- Se escuchó desde la planta de abajo a los cinco minutos. El menor suspiró acomodándose los lentes antes de bajar las escaleras.

La cena fue tranquila. El castaño conoció un poco más sobre Somchai Cherinsuk quien era un señor bastante hablador y agradable. Llevaban menos de una hora de conocerse, pero eso no evitó que el mayor contase anécdotas divertidas sobre su pasado. En ese tipo de casos Offroad se hubiera sentido en extremo incómodo, pero sorpresivamente no fue tan malo como lo esperaba al simplemente escuchar y comer en silencio, tal y como lo hizo el peligro.

Al terminar, Offroad tímidamente agradeció la comida. El señor le indicó que fuera a descansar y éste hizo caso subiendo a su correspondiente habitación.

Acostado en la cama el menor se dispuesto adormir mientras se encontraba pensando en su situación actual "Que sea lo que Dios quiera." fue el último pensamiento que tuvo para finalmente caer en un profundo sueño.








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Holi ¿Cómo están? Espero estén disfrutando de esta adaptación 😊
Cualquier error ortográfico me lo hacen saber, gracias ✨

Adicto a ti - DaouOffroad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora