CAPITULO 2

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Con los últimos días de clases para los muy pronto profesionistas se venían los exámenes finales y eso implicaba mucho estrés para los aún estudiantes; omegas y alfas a veces no lograban controlar sus emociones por la última etapa que tenían que superar, esto se estaba volviendo insoportable para Ray, quien rendía sus últimas pruebas para obtener su título, pero percibir los diferentes aromas que muchos de sus compañeros no paraban de emitir por el estrés al que estaban siendo sometidos lo tenía muy mal, las náuseas eran incontrolables, rindió tres exámenes determinantes para su graduación y al terminar de cada uno tenía que emprender una huida rápida a los sanitarios, no había logrado retener nada de su desayuno en su estómago y no tenía muchas ganas de entrar a la cafetería, sabía perfectamente que la combinación de aromas con la que se encontraría no le dejaría ni siquiera llegar al baño, respiro con calma mientras se inclinaba en el lavadero para mojar su rostro y tratar de recomponerse.

Cuando salió de los sanitarios caminó sin rumbo aparente, Mew y Cheum lo esperarían en la cafetería para almorzar, Ray sabía que no era buena idea llegar a ese lugar por el momento, deambuló por los pasillos que para su fortuna estaba vacíos por el horario, llegó a su destino sin siquiera planearlo, se paró frente a la puerta de cristal de la sala de música, desde afuera sus sentidos ya se relajaban al percibir la canela y el café expreso en el aire, el embarazo al parecer había sensibilizado sus sentidos, siempre había sido capaz de identificar el aroma de Sand pero no con la intensidad del momento, Sand siempre lograba tranquilizarlo pero ahora era más intenso y reconfortante sentir la cercanía de su alfa.

Entró en silencio no queriendo interrumpir al alfa que estaba practicando las notas en la guitarra, Sand paró en cuanto el aroma dulce llegó a sus sentidos, era imposible para él no reconocer el aroma a caramelo y malvavisco característico de su novio, en cuanto Sand dejó el instrumento en la mesa recibió el pequeño cuerpo de su amante, Ray se lanzó a sus brazos, hundiendo su nariz en el arco del cuello del más alto, el omega amaba la gran altura de su alfa, cada vez que se abrazaban Ray podía esconder su rostro en el cuello del alfa sin problemas, aspirando su intenso y fuerte aroma.

"¿Día difícil?" preguntó Sand un poco sorprendido por el ataque del omega.

"Mucho" Ray susurró sin levantar el rostro, disfrutando la cercanía de su nariz con la glándula de olor de su alfa.

"¿Estuvieron difíciles tus exámenes? Estoy seguro de que te fue muy bien, has estado estudiando mucho para ellos, incluso no has dormido en el departamento por tus estudios" Ray no pudo evitar sentirse un poco culpable, si había estado estudiando mucho para obtener una titulación por honores, pero esa no había sido la razón por la que había resistido de pasar la noche con Sand, sus mañanas no eran nada lindas, las náuseas siempre lo despertaban para hacerlo correr al sanitario, no quería que el alfa sospechara que algo estuviera pasando con su organismo, al menos no aún, no se sentía listo.

"Querer ser un estudiante destacado tiene sus sacrificios, no sé cómo lo hace Mew"

"Lo estas haciendo muy bien Ray, no te desanimes" Sand alejó el rostro de su novio de su cuello, para poder unir sus labios, un profundo beso que perdió a Ray como todos los besos que le daba su alfa, inicio con un roce de labios que se profundizó con una mordida en su labio inferior, Ray abrió la boca con un leve gemido cuando sintió las manos del mas alto apretar su cintura pegando ambos cuerpos, las manos del omega tampoco se quedaron quietas subieron por el pecho de su novio, acariciando los músculos, hasta rodear el cuello del alfa mientras sus lenguas seguían danzando y batallando, una combinación que hacía un ritmo fantástico para ambos, cuando se separaron para recuperar oxigeno pegaron sus frentes y sonrieron, era lo que Ray necesitaba, sentirse rodeado por las intensas y fuertes feromonas de Sand, sentirse marcado y protegido, con los miles de aromas que rondaban la universidad en estos días desprender la fuerte fragancia de su novio lo hacía sentir seguro, Sand también estaba fascinado, el rostro sonrojado de Ray con sus labios rojos e hinchados era sublime, bajo su rostro al cuello del omega, dejando un beso húmedo sobre su glándula de olor, succionó y mordió suavemente, Ray gimió su nombre y el alfa admiro la marca roja que pronto se volvería morácea, ambos eran intensos, por el momento Sand se sentía satisfecho con ver a su omega llevar un pequeño chupetón en su cuello, en el futuro sabía que Ray portaría su marca, ahora eran jóvenes y su relación apenas se había formalizado, en algún momento marcaría a su omega de eso no tenía duda, Sand hundió su nariz en el pequeño cuello, aspirando el caramelo y el malvavisco, como amaba a su omega, pero sus ojos se abrieron un poco extrañados.

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